Hemos estado en una fiesta de cumpleaños de unas 90 personas aproximadamente. El lugar tiene unas vistas espectaculares al Montseny, un fantástico jardín bien cuidado y buen parking. El aperitivo se ha servido en el jardín, con mesas, sillas y bancos para poder sentarse. Todo el rato amenizado por un grupo de música en directo y los camareros no paraban de pasar con bandejas de diferentes aperitivos, todos de excelente calidad y variedad, también había una parada de jamón ibérico acompañado de tiras de pan con tomate y otra parada donde servían las bebidas, el personal muy agradable y atento. Para comer, hemos entrado en una sala con grandes cristaleras, pero aparte de las cortinas de luces que había en el techo, el ambiente era como muy frío, ningún tipo de decoración, aparte, el día se ha estropeado y la mayoría de personas no nos hemos quitado las chaquetas y aún así, teníamos frío. La comida bien cocinada, gustosa, de calidad, a mí gusto, en el plato de carne pasaban después y te ofrecían dos tipos de salsa para acompañar y ponían una cantidad muy justa, creo que no cuesta nada preguntar si es suficiente o prefieren más, porque cada persona tiene un gusto diferente, pero bueno, la carne era buena. Lo que menos me ha gustado es el tema de las bebidas, puede que estuviera pactado así, pero no han dejado en ningún momento ni una botella de agua en la mesa, al principio iban llenando medias copas de agua y luego los correspondientes vinos, pero ha llegado un momento en que el personal no controlaba las copas y dos veces he tenido que pedir agua. Yo no bebo alcohol, entiendo que no dejen botellas de vino en la mesa, pero agua?? Creo que es la primera vez que me encuentro una situación así, el vino o cava es normal que vayan llenando copas, pero el agua acostumbran a dejar un par de botellas en la mesa, más cuando llega un momento que ya no controlan si las copas están llenas o vacías. Y lo mismo ha pasado con el café, no estaba puesto en la minuta, pero la mayoría esperamos el café después de una buena comida, han pasado con bandejas pero les tenías que pedir, de lo contrario pasaban de largo. Me he extendido pretendiendo que sea una crítica constructiva, la celebración ha sido fantástica y hemos pasado un día fenomenal, pero yo personalmente no escogería este lugar para un evento, primero porque hemos tardado dos horas en llegar, segundo porque tendría que invertir mucho en decorar la sala para que quede acogedora y tercero porque, a pesar de la buena voluntad y servicio del personal, han tenido " fallos " que en esta ocasión no se han tenido en cuenta, pero por ejemplo, en una boda se puede acabar...
Read moreEns vam enamorar de Mas Can Ferrer des del primer moment. No vam tenir cap dubte: sabíem que aquest seria el lloc on ens casaríem des d’aquell dia. Mas Can Ferrer és un espai preciós; les vistes son espectaculars i el lloc et deixa sense paraules. La Masia ha estat renovada amb molt de gust, i han decorat cada racó amb una atenció i sensibilitat excepcional.
Buscàvem un lloc especial on no només poguéssim casar-nos, sinó que també ens poguéssim allotjar. Es veritablement especial poder-se quedar mes temps allà, i gaudir del silenci, de les vistes, i dels espais tan acollidors i bonics que ofereix Mas Can Ferrer. Poder sopar en família a l’espai barbacoa quan la resta dels convidats ja han marxat, o be esmorzar el pròxim dia tots junts abans de dir adeu. En el meu cas la majoria dels amics i família venien de varis països, poder compartir aquest temps junts en un lloc tan màgic va ser molt especial.
Tot l’equip és increïblement amable i atent: no només ofereixen un espai, sinó que t’ajuden a planificar cada detall i estan a sobre durant tot el dia del casament perquè tot surti perfecte. Són molt implicats i comparteixen amb tu l’emoció d’un dia tan especial; realment és com tenir més família al teu costat, gent en qui pots confiar.
Es nota que tenen molta experiència en casaments i, al mateix temps, aporten una gran capacitat d’adaptació i molta visió. La pluja no va espatllar el nostre gran dia, al contrari: teníem un pla B espectacular i Mas Can Ferrer és preciós faci el temps que faci. L’ambient és gairebé eteri. La boira, la pluja… tot va fer que els colors fossin més suaus i que la jornada fos encara més acollidora. I les fotos, simplement, una meravella.
Trobo a faltar no només el lloc sinó també la família de Mas Can Ferrer, i de ben segur tornarem per gaudir-hi d’una estada...
Read moreDesde el primer momento en que pisamos el jardín de Mas Can Ferrer, sentimos que habíamos llegado al lugar perfecto. Todo fluyó con una naturalidad mágica, como si el destino y su gente quisieran sumar otro capítulo inolvidable a nuestra historia con el número 12. Y es que el camino se vuelve más bonito cuando encuentras personas que aman lo que hacen, que te escuchan, te entienden y se esfuerzan por ayudarte a cumplir tus sueños.
Mas Can Ferrer nos abrió sus puertas y nos hizo sentir como en casa desde el primer día. Siempre estuvieron ahí, con una sonrisa y una disposición admirable, acompañándonos en cada paso y dándonos tranquilidad incluso cuando el tiempo parecía jugar en contra. Durante toda la semana, la amenaza de lluvia era constante. El mismo día de la boda, los móviles se llenaban de alertas por una DANA, granizo y árboles caídos… pero el equipo nos sostuvo con su energía positiva. Y, como si el universo también formara parte de este plan, a solo 30 minutos de la ceremonia… salió el sol.
Gracias a la implicación de nuestros invitados y a la flexibilidad y rapidez del equipo, pudimos volver al plan A y casarnos en el altar, con el Montseny como testigo. Fue un momento mágico que quedará grabado en nuestra memoria para siempre.
El destino no se equivocó al poneros en nuestro camino. Nunca tendremos suficientes palabras para agradecer todo lo que habéis hecho por nosotros. Toni, Toni Jr., Joan, Gerard y Sara: sois un equipo maravilloso. Nos habéis tratado como parte de vuestra familia y habéis dejado una huella preciosa en el recuerdo del que ha sido, sin duda, uno de los mejores días de nuestra vida.
Mas Can Ferrer ya forma parte de nosotros, y visitaros ya se ha convertido en una tradición. Os merecéis todo lo bueno que la vida os traiga. ¡Os...
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