Calificación relativa al restaurante. Indigno. Grupo de 16 comensales con menú cerrado de 34€, con pago de reserva previa, normal, y bebidas fuera de carta. La burrata de mi ensalada era difícil de encontrar en un plato que se caracteriza por ser el ingrediente "estrella" y acompañada de una ensalada de bolsa sin cortar, directamente al plato; el risotto estaba sabroso y, además, tuvieron el detalle de sacar más raciones para que pudiéramos repetir, nada que objetar. Ahora viene lo mejor: el torrezno de bacalao eran trozos de bacalao rebozado congelados, el crujiente que esperábamos y que he degustado en otros establecimientos no lo vi por ningún sitio. El solomillo de cerdo salteado con Pedro Ximénez y tartufato se convirtió en mini trozos de solomillo duros como una piedra y, en mi caso, con escasa presencia de salsa tartufata. Le solicito a la camarera que, por favor, se lleve mi plato y me ponga más salsa porque está para devolver a cocina. Me retornó el plato y me comunicó que sacaba más salsa al centro; pues bien, la salsa que sacó no tenía nada que ver con la salsa del plato, era un diluído con restos de salsa que aún hacían que el plato fuera un completo desastre. El postre correcto, sin más. Afortunadamente, solicitamos de forma previa, una paletilla de ternasco para una de las comensales que salvó, en cierto modo, el desastre descrito. Quisimos pedir fuera de carta un postre, tarta de zanahoria; respuesta, imposible. Quisimos pedir café y directamente nos tomaron nota de los combinados, sin opción a café (estaban incluidos en el menú) y otro despropósito: los primeros servidos en vaso de agua con dos cubitos de hielo y acompañamiento de licor a repartir; los segundos, en copa pero mismas proporciones, escasas. La sensación del servicio y del cocinero, que se dio una vueltecita por el salón con un aspecto bastante sucio y para estar en una cocina, era que tenían ganas de que pagáramos y nos fuéramos. Así hicimos, nos fuimos. Por mi parte, como se suele decir, sin faltar al respeto a la benemérita, "no vuelvo allí ni con la...
Read moreReapertura del molino de burbáguena, ahora Zamacen. Un lugar precioso. Acudimos sabiendo que el dueño es la misma persona que gestionaba el exitoso Bar Altura 47, de Daroca y la visita no puede ir mejor.
Ensalada con burrata. Qué buen queso y súper fresca al paladar. Ahora en verano una elección segura. Arroz con boletus y trigueros. Hasta en la foto se aprecia la jugosidad. El punto del arroz perfecto. Sobresaliente. Pulpo glaseado. Un plato seguramente no para todos los públicos, con un pulpo jugoso y en su punto y suave salsa. Notable. Secreto con patatas. Patatas Lavilla, patatas de la zona de Daroca, espectaculares, como la carne y el punto de la misma. De lujo. Tanto es así que repetimos y pedimos una segunda ración. Un plato de espectáculo. Torrija con helado. El sabor a ron del helado, muy logrado. La textura de la torrija también. Tanto es así que hubo quién dijo que había sido el mejor plato del día.
Una experiencia sobresaliente, relación calidad cantidad precio muy muy adecuada.
Recomiendo encarecidamente este...
Read moreWe had a lovely room and the evening meal was delicious. It's excellent as a base for walking holidays and a good spot to break your journey from the south of Spain heading for the ferry ports for UK travellers. The staff were very helpful and polite. We stayed here with our dog. We hope to...
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