Casa Amarrilla Arribes — Hotel in Cerezal de Peñahorcada

Desde el momento en que llegamos a “la Casa Amarilla” en los hermosos Arribes del Duero, supimos que estábamos a punto de vivir una experiencia memorable.

Sus dueños, Juanma y Jane, nos recibieron con una calidez excepcional, haciendo que nos sintiéramos como en casa desde el primer instante. Su conocimiento sobre la región es incomparable; compartirnos detallados consejos e itinerarios sobre los rincones más encantadores para visitar hizo que nuestra estancia fuera aún más especial. La casa en sí es un verdadero refugio. Su localización es inmejorable ya que se encuentra a escasos kilómetros de maravillosos entornos naturales y de la frontera con Portugal. Las instalaciones son cómodas y están decoradas con un estilo moderno y minimalista que respeta la esencia del entorno… kudos to Jane!

Durante nuestro fin de semana, exploramos senderos naturales, descubrimos vistas panorámicas y disfrutamos de la gastronomía local en los restaurantes recomendados por nuestros anfitriones. Ellos no solo nos guiaron hacia los mejores lugares, sino que también compartieron historias fascinantes sobre la cultura y la historia de la región. Gracias a sus sugerencias, pudimos disfrutar de momentos que quedarán grabados en nuestra memoria.

En conclusión, si buscáis una escapada donde la naturaleza y la hospitalidad se combinan perfectamente, venid a la “Casa Amarilla Arribes”. Estamos seguros que os llevaréis unos recuerdos inolvidables y un profundo deseo de regresar. Nosotros...

¡¡¡ Espectacular !!! La casa rural no es tan bonita, no, lo es mucho más de lo que las fotografías pueden hacer imaginar. Una casa muy antigua, reformada en un estilo rústico pero moderno, conservando el encanto de otro tiempo, de la madera en el techo por ejemplo, o un patio enorme de piedra a la espalda de la casa, perfecto para tomar el sol por la mañana desayunando, y dejando que te cautive la serenidad del lugar. Todo tan cuidado, mimo al más mínimo detalle. Además, prácticamente a estrenar. Las camas con colchones muy cómodos; los baños limpios, espaciosos y muy bien decorado todo; en el gran salón una chimenea tan agradable y con una pantalla enorme por si se te ocurre perder el tiempo viendo la televisión; una cocina con todo lo necesario y más, con una zona de comedor fantástica y espaciosa; Todo a lo grande. Nosotros estuvimos en el puente de octubre y pasamos unos días fantásticos. Nos hubiéramos quedado allí para siempre. Una tranquilidad, una paz, increíble que puedan existir sitios así, alejados de masificación, de turismo alocado minándolo todo. En fin, dimos muchos paseos en un silencio que será difícil olvidar, un cielo tan limpio, un aire tan puro, que da que pensar en la calidad de vida que tenemos/sufrimos a diario. J.M, el anfitrión, nos recomendó algún restaurante donde comer, qué actividades podíamos hacer y qué sitios ver, y estuvo toda la estancia pendiente por si necesitabamos algo. Diez estrellas le ponía en...

La casa es perfecta. Amplia, silenciosa y bien decorada. Mantiene la esencia de las casas de la zona, incluyendo todas las comodidades de la vida moderna. A destacar el salón con chimenea, la buhardilla, el baño grande y el patio. Ha sido sorprendente descubrir la belleza del Parque de las Arribes del Duero y que todavía haya sitios tan bonitos en España sin estar masificados por el turismo. Una estancia inolvidable y altamente recomendable. Muchas gracias al anfitrión, Juanma por su atención y recomendaciones. Fueron de gran ayuda e hicieron que conociéramos unos sitios espectaculares....