Casa Rural la Barraca de Salvador — Hotel in Deltebre

La Barraca del Salvador es simplemente un lugar mágico y encantador en el corazón del Delta del Ebro. Durante los últimos 20 años, he tenido el privilegio de visitar este acogedor refugio rural varias veces, y cada visita ha sido una experiencia inolvidable. La propietaria, Pepita, es la verdadera alma de este lugar. Siempre amable y servicial, te recibe con los brazos abiertos y te hace sentir como en casa. Las instalaciones de la Barraca del Salvador son sencillas pero cómodas, y cada detalle está cuidado con cariño. La ubicación estratégica de la Barraca permite explorar fácilmente los tesoros naturales del Delta del Ebro. Los paseos entre los arrozales son una experiencia única, y las playas cercanas son simplemente espectaculares. Además, Pepita siempre está dispuesta a brindar consejos sobre lugares de interés y actividades para disfrutar al máximo de la zona. Si buscas un rincón especial donde la amabilidad, la naturaleza y la autenticidad se entrelazan, este es el...

Pese a que el sitio es muy bonito, la casa era aparentemente muy auténtica y comfortable, pero de eso nada. La relación calidad-precio no corresponde. Los utensilios eran escasos y todos de mala calidad, los cuchillos no cortaban, etc... Hemos dormido fatal, casi todos, menos mi hijo y su novia que han dormido en la habitación de dos camas individuales, el resto, las de matrimonio muy mal, hemos vuelto con dolor de riñones, los colchones super incómodos y una almohada larga para ambos, fatal! En mi cuarto de baño, había baldosas caídas y el cemento de la pared estaba en el suelo, sin recoger, la balda bailaba y la ventana no cerraba bien. Olía a humedad. Los armarios sin puertas, con una cortinilla. Eso sí, nos han cobrado las tasas aparte del precio... 6€ día por mascota (un perro en este caso) y 1€ persona día, es decir otros 6€ por día, total 24€ más... No creo...

La Pepita, una aprofitada, vaja, una estafadora. Vam reservar la casa 11 persones, però la setmana del pont q ha íem d,anar, confinen la classe dels nens. Vam parlar amb la Pepita, i ens va enganyar: ens va dir q ens guardava la paga i senyal i q podíem canviar les dates per quan els peques no estiguessin confinats; peró quan vam rebre el correu... sorpresa! Si voliem tornar a anar, havíem de tornar a abonar la paga i senyal. Així que no hi hem anat i la senyora estafadora es va quedar els 200€ d paga i senyal per tot el morro. Jugant amb la il.lisió d,infants i families. Vaja, que mai, mai més. I millor no aneu q si us passa algu, ja sabeu el...