Casa Rural Italuna — Hotel in Jarque de la Val

La casa tiene muchísimos aspectos positivos: por un lado la atención de Sonia, la dueña de la casa, es maravillosa. Es atenta y servicial. Por otro lado, la casa tiene un encanto especial, es un caserío antiguo rehabilitado para acoger a más de 10 personas, porque tiene 5 habitaciones con varias camas en la mayoría de ellas, y otros tantos baños. Está en un entorno natural de gran belleza. Si buscas tranquilidad y estar aislado o aislada, es la mejor opción. La decoración de la casa rural también juega un papel fundamental en el encanto que tiene. Además, está equipada de calefacción en todas las plantas, barbacoa, un pequeño jardín, menaje de cocina, sábanas, etc. El único aspecto que mejoraría es que algunas zonas de la casa están un poquito descuidadas, y las arreglaría un poco, aunque no tiene ninguna importancia porque entiendo que arreglar una casa tan grande (de 400 m2) debe costar mucho trabajo. Sin duda, en un futuro quiero volver para disfrutar de más lugares de interés que hay...

Casa preciosa con una decoración llena de detalles. Estuvimos alojados en la habitación más alta con unas vistas 360 a través de varias ventanitas. Cama con un colchón súper cómodo y variedad de almohadas. Todo muy limpio. Los desayunos con embutidos, queso, panecillos calentitos y una variedad de magdalenas, postres y mermeladas buenísimas y únicas ya que están hechas por la propietaria. Nuestra estancia de dos noches se nos ha quedado corta ya que en la zona hay un montón de posibilidades. Si todo esto fuera poco, queda lo mejor, Jackie y Eulogio que desde que hemos llegado nos han hecho sentirnos como en casa. Muchas gracias por vuestra logística para nuestras cenas, vuestra amabilidad y estar tan pendientes de que no nos faltara nada. Gracias por vuestras conversaciones y consejos sobre los sitios a visitar. Si volvemos por la zona, que no es descartable, sin duda será nuestra opción de alojamiento y a ver si es en una época que podamos disfrutar de ese maravilloso...

Erase una vez una casa encantada dónde Merxe y Santi pasaron un fin de semana inolvidable.Desayunaron mermeladas y bizcocho de chocolate con Hansel y Gretel, durmieron en las camitas de los 3 ositos y escucharon música new age con Caperucita y el lobo. Sus anfitriones, Jackie y Eulogio los trataron como a reyes, no escatimando ningún detalle y derrochando simpatía y amabilidad.Y aunque la despedida resultó un poco triste, mientras duró su estancia se sintieron muy felices y comieron perdices. Y colorín colorado este cuento no ha terminado porque prometieron volver muy pronto a esta casita de cuento donde fueron...