Estuvimos en Casa Perich, este era el nombre del alojamiento cuando nosotros nos alojamos, hace tres veranos. Nos decidimos por ella por su situación, su granja (somos unos enamorados de este tipo de alojamientos, sobre todo si vas con niños) y por la cantidad de buenas opiniones. Cosas positivas: el lugar donde está situada la casa. Espectacular. Cosas negativas: el apartamento en el que estuvimos alojados. Pequeñísimo y muy sucio. Con poca luz y bombillas fundidas. La cocina enana. Carecía de utensilios básicos. La cama supletoria que nos dejaron para nuestro hijo de tres años, era un somier plegable llenísimo de suciedad y de telas de araña (ojo, sabemos que estamos en el campo. Somos montañeros y estamos muy acostumbrados a dormir en cualquier sitio rodeados de insectos y animales). El colchón tenía manchas por todas partes. El otro colchón, el de la cama de matrimonio, viejo y lleno de muelles que se clavaban por todo el cuerpo. Bajo la cama, mejor no mirar. El baño, muy pequeño y con una ventanita que daba a un salón común para todos los clientes. Ideal para ventilar. Nos dio la impresión de que el apartamento llevaba muchísimo tiempo sin ser habitado. Todo muy dejado. No puedes cobrar 80€ la noche por algo así. Los animales de la granja, gallinas, conejos y terneros, descuidados, sobre todo comparándolos con otras granjas en las que hemos estado. Y para terminar el trato por parte de los dueños. Bastante mejorable. Me explico: cuando hablé con Belén para reservar uno de sus apartamentos, concreté con ella que al día siguiente le confirmaría si nos quedábamos siete o diez noches. Cuál fue mi sorpresa, cuando al llamarla, tal y como habíamos quedado, me dice que se me había adelantado otra persona y que no podía dejarlo pasar. Me quedé atónita. En seguida me pidió mil disculpas y me ofreció otro apartamento mucho más pequeño pero muy ‘cuco’, según ella. 80€ la noche. Accedí. Nada más llegar a la casa, nos comenta que hay que dejar el apartamento ya pagado. Lo hacemos y nos quiere cobrar diez noches en vez de siete, que son las que habíamos reservado. Se pone muy nerviosa y con muy malas formas, nos dice que iba a perder tres noches y que así no le cuadraban la semanas… Busqué en mi correo y le enseñé la reserva. Siete noches. De nuevo, nos vuelve a pedir disculpas. Fue una bienvenida bastante desagradable. Nos hizo sentir muy incómodos y violentos. Esta ha sido nuestra experiencia en este alojamiento. No lo recomiendo para nada. Aprovecho, desde aquí, para contestar a la propietaria tras mi reseña. Estoy en mi libre derecho, como consumidora y cliente, de hacer públicas mis opiniones con respecto a los negocios en los que he estado. Gusten o no a sus propietarios. Ahí está el riesgo de trabajar cara al público. Querida propietaria, tome mi opinión como una crítica constructiva y por favor, disculpe el daño que le haya podido ocasionar a su pequeño negocio. Aprovecho también, tal y como comenta usted en su respuesta, que la gente se anime a leer todas mis reseñas. Creo que pueden ser de mucha utilidad. Y otra cosa, me resulta muy curioso que no recuerde nuestra estancia en su alojamiento. Estuvimos alojados en julio de 2017, no hace tres años como comentaba anteriormente. Disculpe el error. Sin más,...
Read moreSin duda, una de las mejores vacaciones. Ardanué es un lugar increíble para niños y no tan niños. Estuvimos tres semanas, puede que el lugar esté un poco alejado pero es parte del encanto,si no, no habríamos ido. Es un lugar auténtico para vivir una experiencia en un pueblo de montaña. En Ardanué se escapan las gallinas y es una una fiesta: buscar al gallo Pepe, encontrar huevos, llevarlas al gallinero porque venía el zorro... Belén es la mejor de las anfitrionas y hace que los niños participen de la vida en la granja. Creo que uno de los grandes momentos fue cuando se escaparon los toros (mansos) y todos los niños y mayores fuimos con palos para cercarlos. Y aún no he hablado de las casas, cuidadas y limpias (que en estos tiempos es muy importante), con un bebé no nos faltó de nada. Las vistas desde las terrazas, los paseos por los prados acompañados de la perra Pancha. Mi hijo que tiene miedo a los perros, en Ardanué pareció olvidarse. Fuimos y nos fuimos felices, Max con su nueva mejor amiga: Belén 😂, habiendo conducido un tractor con Xavi, con la paz de dejar a tu hijo correr, explorar y jugar mientras tú descansas y te asombras de tener tiempo de hasta para leer . Y volveremos, cuando nuestra peque sea un poco más mayor para que pueda disfrutar de esa libertad que en una ciudad no tiene. Gracias Belén por hacernos sentir...
Read moreEn verano, por mi profesión, siempre intento buscar junto con mi familia alojamientos rurales genuinos. Como arquitecta he visitado muchas casas rurales pero ninguna como Ca Perich. Se trata de una hacienda rehabilitada con sensibilidad y respeto hacia la arquitectura tradicional del entorno. Belleza y armonía definen este alojamiento en consonancia con el espléndido entorno que le envuelve. Es absolutamente recomendable para parejas, con o sin niños, para ir con amigos e incluso solo. Ca Perich debe su impronta a sus dueños Belén y Xavi, los cuales día tras día se desviven para que sus inquilinos tengan todo lo necesario y encuentren la paz en su alojamiento. Y de verdad lo consiguen!, ambos son unos profesionales como la copa de un pino; además de llevar y resolver de manera impoluta las cuestiones que conlleva poseer un alojamiento rural de este tipo, también son ganaderos, con todos los problemas que ni siquiera somos conscientes que se derivan de esta actividad. Es increíble la manera de trabajar de esta pareja, a la que al terminar el día aún les quedan ganas para relajarse de manera natural con sus huéspedes. Ca Perich sería una casa rural más, estupenda y bien rehabilitada, pero una más, si no fuera por Belén y Xavi. Ellos son los culpables del toque tan especial de la casa. Por...
Read more