Cabañas O Recuncho do Sor — Hotel in Mañón

No podíamos haber elegido mejor lugar que O RECUNCHO DO SOR para nuestro alojamiento en Galicia: 4 días en un auténtico paraíso.

Desde el primer momento que contactamos con Fran y Lara supimos que se trataba de un sitio con un encanto especial pero, al llegar, la realidad superó nuestras expectativas.

La tranquilidad del lugar, los sonidos de la naturaleza, el olor a mar, a hierba recién cortada y la exclusividad del entorno se unen para hacer a los huéspedes disfrutar de una experiencia sensorial inigualable.

El acceso a O RECUNCHO DO SOR se realiza con una clave que te facilitan los anfitriones a la llegada para poder abrir el portón principal; lo mismo con las claves de los Recunchos. Se puede realizar una llegada autónoma perfectamente.

Las cabañas son espectaculares, con toda clase de comodidades, variedad de almohadas para que el descanso sea el mejor. Los colchones son MUY cómodos. Mencionar también que despertarse todas las mañanas con vistas al Río Sor no tiene precio.

Dentro de las cabañas hay un baño muy amplio y nuevo, con espacio suficiente, una ducha para 2 personas, un jacuzzi en la zona del porche y un jardín individual y cercado para cada Recuncho. En los baños se dispone de toallas de sobra, además de albornoces y zapatillas de casa.

La cocina también es muy completa y está equipada con menaje para cocinar, cubertería, cristalería y vajilla para 4 personas.

Hay zona de comedor tanto dentro como fuera, en el porche.

Sin ninguna duda, a destacar el EXQUISITO servicio que tienen con las mascotas. Acudimos con nuestro cachorro de Chow Chow de 7 meses y no faltó, en ningún momento, a lo largo de los 4 días, un detalle para él. Todos los días recibíamos chuches en forma de huesitos que hacían las delicias del más pequeño de la casa. Además, cuentan con cuencos para la comida y el agua de los perretes, y también con una toalla para el uso exclusivo de ellos.

Ni qué decir de los maravillosos desayunos con los que nos sorprendían cada mañana. DESAYUNOS DE DIOSES.

Zumo de naranja recién exprimido, queso fresco cremoso untable, mantequilla natural, mermeladas caseras, tomate rallado con aceite de oliva virgen extra, panes caseros de Masa Madre con semillas, integrales... Además de riquísimos yogures elaborados con leche gallega, de proximidad, riquísimas frutas de temporada y variadas todos los días, como aguacates, albaricoques, fresas, plátanos...

Además de todo ello, bollería casera diaria. Bizcochos y magdalenas recién horneados de yogur, limón, naranja... TODO ESPECTACULAR Y RIQUÍSIMO. NO FALTÓ NINGÚN DETALLE.

También hay rutas de senderismo, turismo de playa, pueblos costeros preciosos a los alrededores en los que poder perderse, pistas de pádel, etc.

Sin duda alguna, volveremos porque nos sentimos como en casa o aun mejor.

ESTUPENDÍSIMA ELECCIÓN PARA PAREJAS, FAMILIAS Y PERSONAS QUE VAYAN CON MASCOTAS, A DESCONECTAR, DISFRUTAR DE LA NATURALEZA Y RELAJARSE EN UN OÁSIS SIN IGUAL.

GRACIAS POR TODO FAMILIA,...

Una estancia inolvidable — como en casa, pero con vistas espectaculares

Nuestra estancia ha sido simplemente maravillosa. Desde el primer instante sentimos una conexión especial con el lugar… y con las personas que lo gestionan. Venimos del País Vasco, y aunque somos muy de nuestra tierra, podemos decir con total sinceridad que aquí nos hemos sentido tan a gusto como en casa —o incluso mejor—.

Tuvimos un pequeño contratiempo al llegar, nada grave, pero lo más importante fue cómo lo resolvieron: con rapidez, atención y un detalle precioso que nos hizo sentir muy cuidados. Esa forma de estar pendientes sin agobiar, de hacerlo todo fácil y con cariño, dice mucho. Es algo que no se olvida.

La casa (o el alojamiento) tiene una energía muy especial. Las vistas son espectaculares, de esas que te hacen parar y respirar hondo. La bañera fue nuestro rincón de paz, perfecta para relajarnos después de un día explorando. Y ese rechuncho tan bien pensado, íntimo y acogedor, fue como un regalo inesperado. Cada rincón está cuidado con tanto mimo que se nota el amor que le han puesto.

No es fácil encontrar sitios así, donde todo fluye, donde cada detalle suma, y donde uno no se siente huésped, sino bienvenido. Nos vamos con el corazón lleno, la cabeza despejada y la firme intención de volver. Porque más allá de lo bonito del lugar, lo que realmente marca la diferencia es cómo nos han hecho sentir.

Gracias de verdad, de corazón, por todo. Nos llevamos un recuerdo precioso y unas ganas tremendas de repetir. ¡Eskerrik...

Una escapada perfecta para relajarse y desconectar

Recientemente tuve la oportunidad de alojarme en este hotel rural, y la experiencia fue simplemente maravillosa. La habitación doble era amplia, cómoda y decorada con mucho gusto, manteniendo ese encanto rústico que uno busca en un lugar así. El jacuzzi privado fue el verdadero protagonista: perfecto para relajarse después de un día explorando la zona, con vistas espectaculares que lo convierten en un rincón de ensueño.

El entorno es tranquilo y rodeado de naturaleza, ideal para desconectar del estrés de la ciudad. Desde la ventana de nuestra habitación podíamos disfrutar de unas vistas impresionantes, especialmente al amanecer y al atardecer, creando un ambiente romántico y especial.

El anfitrión fue muy amable y atento, asegurándose de que nuestra estancia fuera lo más agradable posible. Además, la ubicación del alojamiento lo hace perfecto para explorar los alrededores, con varias rutas de senderismo y pequeños pueblos encantadores cerca.

En resumen, esta cabaña rural es una joya para quienes buscan combinar comodidad, naturaleza y un toque de lujo. Sin duda, volveremos en el futuro. ¡Muy...