Hotel Las Navas - Restaurante — Hotel in Malagón

Enhorabuena de verdad, porque a nosotros consiguió engañarnos. Las fotos eras muy prometedoras, sin embargo, con lo que no se ve, podría hacerse una lista muyyyy larga de cosas que harán que no quieras hospedarte allí. Para empezar, las habitaciones están en la primera planta y no hay ascensor, solo una estrecha escalera, lo que es un problema para subir el equipaje. En todo el edificio hay manchas de humedad. Aunque manchas es un decir, porque nada más subir por las escaleras, en el techo, te encontrabas con una colonia de hongos que ya quisieran para si en Bélmez. La habitación parecía más de atrezzo que un lugar donde hospedarse: ¿Teléfono? Si, sin cable (que no es que fuera inalámbrico, sino que no estaba enchufado) y con dos dedos de polvo. ¿Wi-fi?...Wi-¿que? No podía detectarse una sola red wi-fi en todo el pueblo. ¿Televisión? También, pero ni de broma se encendía, lo cual era una suerte, puesto que los cables estaban unidos de forma poco fiable con cinta aislante en la parte trasera. No había manera de apagar la luz de toda la habitación sin sacar la tarjeta que corta la corriente. Esta debería servir también para abrir la puerta, pero no era necesario, porque aunque echaras el pestillo por dentro, girando la manija, la puerta se abría igual.(Imaginaos pasar toda la noche con una silla haciendo tope en la puerta) Un armario empotrado, con unas bonitas telarañas en su interior, y sospechosas manchas ¿marrones? (había demasiada poca luz en la habitación para identificarlas) Una papelera en el cuarto de baño, de acero inoxidable (eso es un decir), que cuando la abrías podías ver el suelo. La cisterna tenía un botón al que le faltaba un pedazo y se salía de su sitio al usarlo. El plato de ducha, además de tener una grieta, tenía el desagüe descuadrado dejando una raja de un dedo hasta el plato. Aunque eso no era lo único descuadrado. Como si el mismo Bitelchús hubiera estado trabajando de albañil en este hotel, hasta el último aplique de esta habitación estaba torcido o medio suelto. El que se llevaba la palma es el enchufe del baño, con un bastoncillo de los oídos sujetándolo en su caja. Baldosas partidas y despostilladas, tuberías cortadas asomando de la pared, huecos de más de un centímetro entre las baldosas... Había grietas atravesando toda la pared y techo que crujían sospechosamente cada cierto tiempo y un olor a moho insoportable. Después de este panorama, salimos echando chispas de allí de madrugada, y nos encontramos con un "sofisticado" sistema de seguridad en la puerta principal(Obviamente no había un recepcionista disponible): una doble puerta de cristal con una cadena y un candado atando los dos tiradores. Por suerte la llave estaba puesta y pudimos escapar de allí para no...

Todo excepcional, ha superado mis expectativas. Veníamos para descansar, guiados sobretodo por la piscina , y nos vamos Enriquecidos en todos los sentidos. Los dueños, dispuestos a hacer todo lo que necesites para que estes como en tu casa, la camarera desde que empieza el servicio hasta el final amable, y con una sonrisa en todo momento (que eso en poquitos sitios se ve). Hemos aprendido de animales, de plantas, sobre lugares a los que deberiamos ir, de huerto, gracias al hijo de la dueña, que nos respondia a todas nuestras inquietudes aunque no fuese su labor y se tomaba su tiempo en explicarnos todo, desde el primer momento fue encantador (incluso tuvo el detalle la misma tarde que entramos de coger un tomate de su huerto y cortarnolo, ponerlo en un platito de barro, y junto con sal y aceite, acercarnoslo a la toalla para merendar!! Piscina muy bien, terreno bastante amplio para no estar junto a otras personas. Habitación muy amplia, y por cortesía nos añadieron una cama para que la niña durmiera en nuestra habitación, detalle que me gusto. Cafeteria con precios normales, pero calidad de la comida exquisita (cuando pides algo de papas, son las del huerto propio, ese es otro detalle que nos encantó), pedimos cenar en un sitio que tienen apartado y nos prepararon hasta velas... vine para el descanso, a un hotel de2 estrellas sin mirar nada más, solo el descansar, pero el personal y el servicio nos ha ganado del todo y ha superado por 1000 todas mis expectativas... muchas gracias, nos vemos en primavera, porque...

Puedo asegurar que pasamos la peor noche de nuestras vidas en este local.

Antes de llegar llamamos para preguntar si tenían aire acondicionado en las habitaciones. La dueña, extrañada por nuestra pregunta, nos aseguró que por supuesto que tenía. Pues bien, cuando llegamos, nos sube a la habitación y nos dice que el aire estaba estropeado y que os había puesto un ventilador que enfriaba más que el aire... encima tratándonos de imbeciles engañandonos.

Su amabilidad asusta y, según nos han dicho vecinos de la zona, esta persona suele atender en estados deplorables.

El lugar es tétrico, nada más entrar encuentras un coche abandonado en la puerta. En la parte trasera del "hotel", un edificio en ruinas digno de Cuarto Milenio. La piscina sucia y los jardines con frondosa vegetación que indican el estado de abandono del lugar.

Pasamos una noche horrible, absolutamente asfixiados de calor. Tuvimos que levantarnos constantemente a echarnos agua por el cuerpo. No exagero si digo que habríamos dormido mejor en la calle. Jamás lo había pasado tan mal en un hotel.

Y la cosa no acaba aquí. En el pasillo de las habitaciones, hay un cuadro tapando un agujero en la pared. A las 5 de la mañana, tuvimos que salir al coche a por una botella de agua, y vimos a la dueña metiendose a través del cuadro a vete tú a saber dónde. Aterrador.

Desde luego que NO SE LO RECOMIENDO A NADIE, o si os gusta la adrenalina y el terror, este es...