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Nuestra estancia en la Casa Rural Corazón de Piedra fue una experiencia única ya que somos amantes de la naturaleza y la tranquilidad. Situada en el corazón del Cañón del Río Dulce, en Aragosa, Guadalajara, la casa se encuentra en un entorno protegido, rodeada de una fauna y flora excepcionales. Es el lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor.
La casa se encuentra en una zona ideal para la observación de estrellas, con cielos despejados y libres de contaminación lumínica. Además, el río truchero de aguas cristalinas que atraviesa la región , nos permitió bañarnos y pasar la ola de calor en sus chorreras naturales.
Soy amante del mtb, las rutas en bicicleta por el Cañón del Río Dulce y el Cañón del Río Henares son imprescindibles, ofreciendo paisajes impresionantes y desafiantes trayectos.
Somos amantes de las aves y jardín de la casa es un punto de observación privilegiado, hemos podido avistar nidos de alimoche, así como la majestuosa águila perdicera, el veloz halcón peregrino, y una variedad de buitres y aves del sotobosque de galería.
Además, al caer la noche, es común escuchar la fauna local en su máximo esplendor, con corzos y zorros que se acercan al rio a beber. Este lugar nos ha parecido un refugio, para aquellos que buscan sumergirse en la naturaleza, en un entorno rural y protegido.
La Casa destaca por su ubicación privilegiada en el Cañón del Río Dulce, y también por sus completas instalaciones que aseguran una estancia cómoda y relajante. está muy bien equipada, ofreciendo todo lo necesario para que te sientas como en casa.
Uno de los puntos fuertes de esta casa rural es su fantástico jardín, sombreado por árboles que invitan al descanso y la desconexión. En este espacio, podrás disfrutar de una zona chill-out perfecta para relajarte al aire libre, equipada con cómodas hamacas donde podrás descansar mientras escuchas el sonido de la naturaleza.
Además, la casa cuenta con una barbacoa, ideal para disfrutar de comidas al aire libre en un entorno natural incomparable. Este jardín es el lugar perfecto para disfrutar de agradables momentos en compañía de amigos o familiares, rodeado de la tranquilidad y belleza que...
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Pasé un fin de semana con mi familia (6 adultos y un perro) en el que estuvo lloviendo casi todo el finde y, aunque por suerte pudimos disfrutar de ratos en el exterior paseando por los alrededores, lo cierto es que la comodidad de la casa y sus instalaciones (zona de sofás tipo chill-out, juegos de mesa, altavoz bluetooth, TV, chimenea...) hizo que el tiempo que pasamos "sin poder salir" se hiciese muy agradable.
La casa es espectacular. Tiene 3 habitaciones con camas dobles y, aunque no me fijé cual era el máximo de personas que se admitían, hay varias opciones para dormir en los salones. Es muy espaciosa y luminosa porque, salvo las habitaciones, toda la casa está en un mismo espacio abierto, con tragaluces en el tejado. Además, los muebles y la decoración (incluyendo la chimenea que hay en el centro del salón), aparte del gusto que puedas tener, hacen que la estancia sea muy agradable. Tiene un baño en una de las habitaciones y otro para el resto de la casa (con bañera y ducha el primero, con ducha en segundo). También tiene un jardín muy chulo, con mesas de madera y una barbacoa de obra que por desgracia no pudimos usar en todo el finde.
Por otro lado, está en una zona de naturaleza muy bonita, al pie del barranco del río Dulce, donde se pueden ver buitres durante todo el día. La verdad que el sitio es increíble.
Por último, Raquel, la dueña de la casa, fue super amable y atenta y nos ayudó con todas las dudas y peticiones que tuvimos, estando disponible durante todo el finde y dándonos consejos y recomendaciones de dónde comer o qué hacer por la zona. Fue un placer pasar el fin de semana allí y queda apuntado como alojamiento de confianza al que volver para fines de semana o vacaciones más largas, porque nos quedamos con ganas de aprovachar más...
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Fin de semana en familia ! Ha sido una estancia estupenda, comenzando por dar las gracias a Raquel la dueña, siempre pendiente de q nos encontrasemos agusto, desde q reservamos muy pendiente de todo, también dar las gracias a Julia e Irene q nos recibieron, muy agradables, nos tenian preparada una bandeja de bienvenida y q decir de la casa , un enclave maravilloso, hace honor a su nombre, es el corazón del lugar súper bonita y muy limpia , acogedora , te dan ganas de quedarte a vivir en ella, tiene tres habitaciones muy espaciosas y luminosas y sobre todo muuuy bonitas , dos cuartos de baño q no les falta detalle y un salón muy espacioso y cómodo, con una chimenea . En pocas palabras un lugar para recordar y volver, sin duda . Muchas gracias Raquel por compartir tu preciosa...
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