Casa da Ponte de Penas — Hotel in Melide

The hostel was built only two years ago, so it’s in a new and modern condition. We were also able to bring our dog, and they were very friendly toward him. It’s perfectly located for those doing the Camino, in a quiet area surrounded by nature. One positive aspect is the on-site restaurant: the food was nice, and the prices were fair.

However, it was quite noisy. You could hear everything your neighbors were doing, as well as the sound of running water— even from the kitchen. At night, when the guests went to bed, the hotel staff gathered on the terrace just outside the rooms, chatting and watching videos on their phones. The rooms themselves are also very small, with barely enough space to walk around. The breakfast was very simple, and you had to ask at the bar for even the most basic things, like orange juice.

Overall, I would come back, but I would make sure to book a room that isn’t on the side of the reception/kitchen, as that’s where the terrace and kitchen...

We stayed at this Casa for only 1 night on our Camino hike towards Santiago de Compostela and were overwhelmed by the hospitality of the owner, Hernando and his staff. |The property is on the outskirts of the Spanish town of Melide, on the trail of the Camino. |Take a left turn and walk past some large stables on the left ( ignore the strong smell of compost) and further down the path, you will find the most glorious property, surrounded by greenery and birds that sing all through the day. |There is a beautiful patio where you can have a drink or dinner and relax. |A part of the stables have been converted into pristine bedrooms with their own private |bathrooms. |Ask the owner to show you the old quarters where there is a treasure trove of family memories dating as far back as World War II. |We had a wonderful stay and wish we had booked an extra night at...

Después de una etapa bastante complicada, mi amiga Eva y yo decidimos escapar de la ciudad, alejarnos de amigos, familia y conocidos, buscando simplemente descanso, paz y tranquilidad. Así fue como llegamos a Casa Ponte das Penas, un lugar un poquito apartado que, en cuestión de minutos, se convirtió en hogar. Un espacio que consigue que la “gente” deje de ser solo gente y pase a ser personas, cada una con su historia y su propio trayecto.

Lo que queremos destacar, por encima de todo —además de que encontramos exactamente lo que buscábamos—, es la atención del personal. La primera en recibirnos fue Krina, una profesional como pocas: siempre atenta, amable, dispuesta y pendiente de todo. Es la persona que más tiempo lleva trabajando en la casa y, sin duda, un valor añadido. También conocimos a Jan, que es quien lleva menos tiempo en el equipo, pero aprende rápido y no se limita a mirar: observa para mejorar. Siempre amable, atento y con una disposición admirable. Ha sido un auténtico placer conocerle. Y, por supuesto, Marcos, el gerente: genuino, carismático y con una mano en la cocina espectacular. Entre los tres forman el equipo perfecto: diferentes en estilo, pero complementándose para que la experiencia sea redonda.

En cuanto a las instalaciones, las valoraría con un 9. Por poner un ejemplo, la piscina es maravillosa, aunque el área de césped podría mejorarse. Son detalles pequeños que no afectan en absoluto la estancia, pero que, al pulirse, harían que ese 9 se convierta en un 10 absoluto.

En resumen: un lugar que te abraza desde el primer momento y que, gracias a su gente, deja el recuerdo de una experiencia tan cálida como...