Hotel Balneario Fuentes del Trampal — Hotel in Montánchez

Firstly I must clarify that this was booked for us by a third party who had no knowledge of the type of place it is. The establishment is a cross between a retirement village and a geriatric healthcare facility. It is predominantly populated by octogenarians seeking the alleged rejuvenating powers of the spa. That in itself would not be an issue were it not for the fact that it is woefully maintained with peeling and faded paintwork and fronted by a singularly unhelpful reception team. |The absence of WiFi in a place this size beggars belief in this day and age. This is compounded by the fact that it is located in a cellphone dead spot preventing any communication with the outside world. |Our booking included an evening meal which we exchanged for lunch (not offered as an option). I struggle to convey the lunch experience in words other than it is a veritable stampede of slippers and Zimmer frames. The food is a cross between school dinners and hospital food and comes from a fairly limited menu. The room, while adequate had no mini bar, only an empty fridge with no means to stock it (the nearest shop is probably 10km away). There is no bar or café on site or anywhere close to get a drink of any kind. It is utterly isolated unless you have your own transport. |To sum up, if you want a health spa in an isolated, run down and technologically disconnected establishment then this could be just the thing for you. If however you want a nice normal hotel with the typical 21st century hotel facilities then suggest you...

Llegamos y desde el primer momento, el silencio que se respiraba nos encantó.

El descanso del lugar se siente desde el primer momento, donde el personal, la instalaciones y los servicios que se ofrecen hacen gala de la calidad del hotel. Sus aguas, provenientes de acuíferos con grandes concentraciones de hierro, tienen una gran cantidad de propiedades que pudimos notar y sentir.

Situado en la frontera natural de las provincias extremeñas, nos encontramos en un paraje idílico, junto a las estribaciones de la Sierra de San Pedro.

Su lugar es privilegiado, teniendo un gran patrimonio a su alrededor tanto natural como histórico.

En cuanto al natural, se sitúa en el centro de tres Espacios Naturales Protegidos de Extremadura: Sierra de San Pedro, Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes, y el Parque Natural de Cornalvo. Ambas son Zonas de Especial Conservación, Lugares de Interés Comunitario Zonas de Especial Protección de Aves, por lo que es un lugar muy apto para el turismo ornitológico o avistamiento de aves como el buitre leonado, buitre negro, cigüeña negra, águila imperial, águila perdicera, buho real o grulla buitre negro, entre otros.

En cuanto a su patrimonio histórico, cabe destacar la cercanía a la Iglesia de Santa Lucía del Trampal, una iglesia de arquitectura visigoda que es una de las pocas que quedan en pie en la mitad sur de la península ibérica.

Sin ninguna duda, es un lugar increíble tanto por la calidad de su descanso, como para la observación de parajes naturales adehesados, una rica fauna y un gran patrimonio histórico, que puede recorrerse a partir de rutas de senderismo de gran calidad que conectan...

Fuimos con el INSERSO. Aunque al final la experiencia fue buena porque el entorno es espectacular y el equipo de mujeres que trabaja allí se desvive hasta la extenuación por que todo funcione, es un lugar con muchas deficiencias. Necesita un lavado de cara integral comenzando por una simple mano de pintura. Además, desde el momento del checking en la recepción donde los responsables no son especialmente amables ya empiezas a tener la impresión de que tratan de recordarte que con lo que has pagado (en el Plan de Termalismo Social) no puedes exigir gran cosa. La “gran cosa”, a modo solo de ejemplo: las mesas en el comedor son de 4 y se comparten, sólo puede haber una botella de vino por mesa, de forma que si tu quieres tinto y la otra pareja prefiere el blanco, no hay forma de cambiarlo por “órdenes de la dirección”. Según las características se informa de que las habitaciones disponen de aire acondicionado, pero los mandos están “secuestrados” en la recepción. Afortunadamente, excepto la última noche, no fue necesario para dormir. La comida es sencilla, pero casera, buena y variada. Las instalaciones de los baños propiamente dichos son correctas y atendidas por las mismas camareras que sirven el comedor, hacen las habitaciones y todo en general. Ante la dejadez de los propietarios, me pregunto si el balneario no estaría en mejores manos si fuera una cooperativa gestionada directamente por los...