Casa Rural El Salero — Hotel in Moratalla

Lo mejor de lo mejor en alojamientos rurales. Las personas que regentan el negocio las consideramos mucho más que amigos. Consuelo (el alma mater), sus hijos Antonia María y Juan Francisco, así como los cónyuges de ambos están poniendo el listón muy alto, no para sobresalir -creo que no lo necesitan-, sino para poder llegar un día (ojalá que lejano) junto a Juan Francisco padre. Él está sembrando grano, apacentando ovejas y elaborando sal en El Zacatín celestial. Los que le conocimos lo tenemos presente en el jardín de la memoria. El Cielo tiene que ser como las salinas de El Salero: un lugar de espacio, luz y silencio. Allí también labrará el terreno para que sigan jugando los niños que conocieron la naturaleza del noroeste murciano y vieron planear los grandes buitres que observamos tan cerca por vez primera hace un cuarto de siglo. Una borrega muerta fue el festín que les regaló el patriarca de la familia Martínez y Martínez. Aparecieron en cuestión de minutos desde la vecina localidad de Nerpio. Un espectáculo impresionante. En otra ocasión nos invitó a subir al remolque del tractor para gozar al paso de los toros que los vecinos de Moratalla llevaban, campo a través, para los encierros que dicha población celebra en este mes con motivo de las fiestas mayores en honor del Santísimo Cristo del Rayo. Todo un arte y un rito conducir a esos animales, seña de identidad de España, por estas tierras. Y qué decir de las atenciones y cariño que nos prestaron cuando, el próximo día 14 de julio se cumplirá el 25° aniversario, mi suegro expiró en la casa desde donde hoy escribo estas líneas como agradecimiento y remembranza de un tiempo, no sé si mejor o peor, pero sí muy diferente. Aquella experiencia de empática amabilidad es impagable. Hemos llegado hoy y tenía necesidad de expresar tantos buenos momentos. Ojalá que las personas sigan viniendo aquí en sus vacaciones, con una condición o ruego: respeten lo que de sagrada belleza posee este rincón privilegiado. Un...

Une maison rurale authentique et très charmante: une ancienne ferme dans un endroit reculé et magnifique, avec deux piscines, dont la plus grande alimentée par une source d'eau salée. Des paysages très peu anthropisés, avec des belles montagnes et des grandes étendues de lavande et autres plantes essentielles. La faible densité de population permet aussi d'avoir des cieux parmi les plus "propres", avec le spectacle de la Voie Lactée et des constellations facilement visibles à l'œil nu. Si vous venez d'Europe centrale: dépaysement assuré.

Notre appartement était simple, mais décoré avec goût. Grâce à la construction ancienne de la maison (et à l'altitude du lieu), nous n'avons jamais eu chaud la nuit, même sans climatisation.

Plusieurs barbecues étaient à disposition, avec le bois nécessaire.

Deux seuls bémols: Quelques équipements pas au bon niveau: lave-linge et équipement de cuisine - mais surtout la connexion Internet bancale, qui rend le travail nomade très aléatoire Les quelques appartements (dont un pour plus de 10 personnes) peuvent être loués ensemble par des groupes (par exemple réunions de famille), ce qui fait qu'on peut avoir beaucoup de monde à côté, avec pas mal de bruit, même quand les gens sont très sympas. Ayant vécu la magie de ce lieu avec une seule autre famille les premiers jours, nous avons vu...

Alquilamos todo el complejo para hacer una fiesta sorpresa de boda a unos amigos que habían tenido como muchos que celebrar en pandemia sólos un día tan especial. Definitivamente no pudimos escoger mejor. Además de la atención impecable de los propietarios desde el inicio de la reserva,nos encontramos con un entorno precioso, casas amplias y bonitas, super equipadas, hasta tableros, caballetes, sillas de plástico para montar saraos en exterior. Barbacoas fantásticas, espacio para los niños, limpieza de 10,camas cómodas y un salón enorme en una de las casas que nos resguardó del frio a los 24 que eramos mientras celebrabámos la gran fiesta de Eurovisión!. Un fin de semana inolvidable, no podemos poner una pega, encima el precio nos pareció super competitivo. En grupo de amigos, en familia, en pareja es un lugar digno de visitar. Por cierto destacar también por un lado el silencio alrededor y el hecho de que al estar alejado, puedes hacer fiestas hasta que quieras sin molestar a ningún vecino. Gracias por un finde para...