Granja San Miguel — Hotel in Salem

Nos obligaron a comer a la carta ya que al reservar no dijimos explícitamente que queríamos el menú, y según la dueña, MªJesús Peiró, para ella es más fácil (y más rentable, claro!) que comiéramos a la carta que de menú (que había arroz caldoso...), además que hacía falta avisar un día antes, pero resulta que nosotros intentámos contactar con ella el d´´ia de antes y no cogían el teléfono ni escucharon nuestro mensaje... a 4 euros nos cobró la botella de agua, que encima no era del manantial de Font de Salem, sinó una botella de plástico de litro y medio de Fuente Liviana. la acogida en la Casa-centro de hípica-pseudo-granja, fué nula. Sus primeras palabras fueron: "ah no me han subido el poni?, pues vamos a por él." Ni hola, bienvenidos, es vuestra primera vez, aquí está esto, o lo otro, ...Nos subió el poni de bastante malas maneras. Sin ning´´un tipo de seguridad, sólo una manta y una correa para tirar de él. Estuviomos dando vueltas nosotros solos entre las boñigas hasta que nos cansamos. Después vagamos por allí y por la casa sin nadie que nos atendiera. Luego bajamos al pueblo, muy mono y silencioso, pero sin un bar para refrescar ni nada y luego volvimos a subir. Para pedir dos cervexas nos tuvimos que meter casi en la cocina y luego rogamos si podíamos entrar a al comedor. La cuenta nos salió por 68€: 4 cervezas, un agua, dos platos principales y un entrante a compartir, más un plato de macarrones...Esta chica no estuvo a la altura, y el servicio...

En mi caso hice una reserva porque tenía una smartbox de regalo. Previamente leí opiniones y leí las reseñas que aquí se muestran y después de mi estancia os puedo contar que, en primer lugar, es un lugar para descansar, para pasear y disfrutar de la naturaleza. Se trata de un complejo con unas casas antiguas pero que a mi parecer, tienen un encanto y una decoración que incita una gran paz. Es verdad que la habitación en la que nos alojamos no tenía puerta en el baño, en concreto tenía una cortina, pero también creo que entra dentro del encanto. Cabe señalar que estaba muy limpia. Imagino que depende de lo que estes buscando puede que no se ajuste a las necesidades de todo el mundo. Con respecto a la comida, nosotros cenamos muy bien y el desayuno muy completo (no sé si era caro porque lo incluía en la estancia de la smartbox). El trato con la dueña fue correcto, coincido en que tiene un parar seco y que a mí me gusta la gente que se interesa en saber qué tal la estancia, qué tal has dormido, etc, pero cada uno es como es y el trato fue correcto. En cuanto a si es una granja o no, a ver, hay gallinas, cerdos, una cabra y ponys... No es una granja granja, pero hace que el sitio sea más peculiar y tenga mucho más encanto; se está perdiendo el contacto con los animales y a nuestro parecer, en cuanto podamos volveremos pero con nuestro pequeño para que pueda disfrutar de ver a...

Fuimos a la granja 3 días con mascota, y además de tener que pagar un suplemento excesivo (que lo calculan en base al peso de la mascota), nos dieron un habitación pequeña con una ventana súper pequeña que apenas entraba luz, además la mascota tuvo que dormir en nuestra habitación y no nos dieron ni una manta para que se pudiera acostar y no tener que dormir en el suelo, por lo que no entiendo el suplemento, ya que a ellos no les supuso nada adicional que viniese. Por otra parte la habitación no tenía puerta alguna, solamente una cortina súper arrugada y vieja que separaba la habitación del baño. En plena pandemia de la covid, los dueños iban siempre sin mascarilla, rara vez la usaban, servían y hacían la comida sin ella. Tampoco tenías la opción de decidir la cena, te decían: “hemos preparado para vosotros…” por lo que no existía menú ni libertad para elegir comida. Además usaron la excusa de la covid para no limpiar la habitación diariamente, cosa que no tiene sentido alguno puesto que se debería reforzar la limpieza, no...