Casas Rurales Francia-Quilamas — Hotel in Santibáñez de la Sierra

Nuestra primera sorpresa fue que el acceso al pueblo deja mucho que desear: carretera estrecha de tierra en mal estado y desvío en curva algo peligroso. El pueblo, al menos en el momento en el que fuimos, nada que ver con las fotos. Las casas que se caían. Al llegar a la casa rural, la segunda decepción fue la falta de limpieza en la ducha de hidromasaje. La tapa de la basura se caía. No hay quien se siente en los sofás. La cama de matrimonio son dos colchones juntos y deben tener años, porque te hundes y te clavas todo. Es el primer viaje que hacemos con nuestro bebé y nos dijeron que no habían montado la cuna para que nosotros la pusiéramos donde quisiéramos, sin tener idea de su montaje. Decidimos salir a cenar y en el único restaurante que hay te clavan 18€ por persona por una cena de lo más normal. Fuimos a la tienda y nos cobraron 3,40€ por cuatro yogures. Al día siguiente decidimos llamar al dueño y nos dice que nos hará la ficha el día que nos vayamos (y cómo figura mientras que estamos alojados allí?) Por último y más grave, nos llevamos el colchón de nuestro hijo y cuando nos íbamos nos acusaron de estar robando, supuestamente su colchón, que por cierto ni tocamos porque estaba gris de mugre. Aguantamos una única noche pagando 73€ por esta...

Los apartamentos tienen un gran potencial pero están totalmente desatendidos. El sofá cama y el puf con manchas descatalogadas, el cuarto de baño no olía muy bien ya que el sellado del WC no estaba bien y faltaba el tapón del lavabo. La limpieza era la justita, menos mal que las sábanas estaban bien. La pintura regular (en plena pandemia se podían haber dedicado a ponerlo todo en condiciones). Vanesa, la chica que han contratado, correcta, pero hacen falta más manos para llevar el negocio en condiciones. Es una pena porque los electromesticos están bien y el tamaño adecuado, pero aquello está dejado. En cuanto a la decoración, cada uno tiene sus gustos, pero lámparas de cristales rojos, toallas rojas y armarios de espejos, no creo que sea la mejor elección para una vivienda rural. Para colmo las campanas...al menos eso no es culpa suya y es algo normal en estos pueblos. Con esta crítica no pretendo hacer daño, todo lo contrario, quiero que espabilen los dueños y hagan caso al refrán: "El que tenga una tienda que la atienda y si no, que la venda." Así que a espabilar y a ponerse al...

Tras contratar con el dueño (Eduardo), todo buenas palabras y descripción de un lugar idílico, con zonas de río donde bañarnos y una piscina natural con chiringuito, nos encontramos todo lo contrario. Poca amabilidad por parte de la recepcionista (Vanesa), el apartamento no reunía las condiciones mínimas deseables, la higiene era, cuanto menos, sospechosa, y los utensilios de cocina en malas condiciones. Un sofá-cama sucio e incómodo y un puf-cama en el que, a parte de incómodo, al somier le faltaban varias láminas. A escasos metros, las campanas tocan durante toda la noche. La supuesta piscina natural, no se había abierto este año por la Covid 19 y las zonas de río donde bañarse estaban a varios kilómetros y muy poco accesibles (información que no nos dio el dueño al hacer la reserva). Sí recibimos un trato correcto por parte de la hermana del dueño (Laura), la cual nos resolvio algunos de los inconvenientes. Al marcharnos, volvimos a recibir un trato frío y poco agradable por parte de Vanesa, la...