de Rafael Suites de Madera — Hotel in Venturada

Desde los detalles que tuvieron con nosotros por ser nuestro aniversario hasta la simpatía de Rafael y Anna, que estaban pendientes todo el tiempo de que no faltara nada y que la comida estuviera perfecta. La cabaña estaba limpia, olía a limpio y era muy amplia. La cama grande y muy cómoda. El servicio muy limpio, con varios detalles de cortesía como jabón, cepillo de dientes, etc. En la habitación había detalles como un minibar gratuito que se reponga a diario, una cafetera de capsulas con capsulas de distinto tipo y un poco de bollería por si te apetecía. La instalación tiene varios lugares en los que poder tomar algo cómodamente entre los árboles y cuando te entra calor te puedes dar un chapuzón en la piscina de agua salada la cual mantienen continuamente limpia y abierta (te puedes dar un bañito a las 3 de la madrugada) y lo único que te piden es que respetes el descanso de las demás cabañas. Cada cabaña tiene sus propias hamacas y suficiente independencia para estar tranquilo. La comida que hace Anna esta muy buena y la hace a la perfección, en general todo el personal de cocina, la hamburguesa de angus y los canelones de Anna nos encantaron. El ambiente en el comedor es casero y acogedor. En definitiva, creo que es un sitio perfecto para relajarse y recargar las pilas en un hambiente tranquilo y cambiar el estrés...

El ambiente y la ubicación son excepcionales, y Rafael es una persona muy atenta, en ese aspecto, genial todo. Ahora bien, el precio me parece excesivo (pagamos 200€ noche) para un alojamiento que realmente es un complejo adherido a la casa del propio dueño, compartiendo espacio de jardín y piscina con otros huéspedes. La casa tiene mucho encanto, y estuvimos muy agusto, el desayuno muy bien, pero la pega que he de poner es el precio, que personalmente como alguien que está viajando constantemente, me esperaba algo distinto en el sentido de tener un espacio más privado, más independiente y con la tranquilidad de poder estar a mi aire por completo. Todo bien, lo único que tengan en cuenta que yo no lo vi bien, que no es un espacio como si se tratase de alquilar una casa rural para ti y tu pareja/ amigos solos, la cabaña reservada es privada (muy bonita y acogedora), pero todo lo demás son zonas comunes. Fue un placer pasar dos noches encantadoras en...

Hemos pasado 2 días de encanto en nuestra suite "Crea". Las cabañas de madera están sumergidas en un entorno precioso de paz, pájaros y perfumes del bosque. Nuestros anfitriones, Ana y Rafael han sido maravillosos: amables, disponibles y muy atentos a que estuviéramos bien en cada momento. El desayuno es "a la carte" y esta riquísimo así como cualquier cosa que pedimos para comer o cenar; la hamburguesa, muy recomendable. Es un lugar ideal para desconectar de la ciudad, además se tarda 45-50 minutos desde Madrid. Se respira buena onda y buena vibra en todo momento, es un sitio...