hostal restaurante san roque — Hotel in Verín

Fuimos a conocer el carnaval de Verín, que nos encantó, pero salimos desencantados de este restaurante. Buscábamos un sitio para cenar y preguntamos si tenían alguna mesa libre para pedir algo de cena. Nos comenta la chica que tiene que preguntar a la jefa porque no tenemos reserva. Después de un rato nos montan una mesa y nos toman nota de las bebidas. De repente nos traen unos platos y pensamos que se habían equivocado porque no habíamos pedido aún comida. Nos dicen que para cenar es menú cerrado y que el primer plato es el mismo para todos. Al decir menú y no ser a la carta, asumimos que sería un pecio razonable. Menos mal que nos gusta el pulpo porque el primero era una tosta con trozos de pulpo, no había alternativas. De segundo nos dan a elegir entre chuletón, bacalao o entrecot. Como ya habíamos comido mucha carne esos días, pedimos el bacalao y nos dice que es a la parrilla. Cuando lo trae resulta ser rebozado, estaba bastante seco, con muchas espinas y los pimientos de la guarnición incomibles. Al ir a pagar nos dicen que son 30 euros y asumimos que era por los dos menús, la sorpresa vino cuando nos dice que son 30 por persona. Nos sentó mal por no habernos informado en ningún momento de antemano, y porque la calidad y la cantidad de la comida no justificaban ese precio. Habíamos cenado 2 noches antes a la carta en un restaurante llamado Gandainas, donde cominos pulpo y chuletón de ternera, y nos salió más barato (57 euros) siendo la calidad de la comida infinitamente mejor. Al salir del local vimos una pizarra en la puerta que decía menús especiales fin de semana por 15 euros. No volvimos a entrar porque seguramente nos habrían dicho que es el precio del menú del mediodía. En definitiva, no nos pareció correcto no informarnos antes de darnos la mesa que se trataba de menú cerrado y cuál era su precio. Y sobre todo la calidad de la comida no estaba a la altura de ese precio. Sinceramente pensamos que se aprovecharon por...

Llegamos al hostal para dejar las maletas. Nos entregaron la llaves de la habitación que nos habían designado, hasta aquí todo correcto. Entregamos la documentación para hacer la entrada. La persona que estaba no se aclara con las fotocopias de nuestra documentación. Dejándolo para más tarde. Llegamos por la noche tarde, cuando ya estaba cerrado el bar- restaurante. A la mañana siguiente la encargada, hizo la entrada. Le pregunté si tenía que dejar la llave para hacer la habitación ya que íbamos a pasar 2 noches. Me dice que le dejé la llaves. Volvemos sobre las 6 de la tarde y nos encontramos que recepción y el bar estaba cerrado. Esperamos fuera, pensando que abrirían más tarde. Vino la empleada que se cuida de la limpieza de las habitaciones y nos comenta que está todo cerrado y no abrían hasta el día siguiente. Comentándole la situación, nos dijo que la encargada, le dijo que vendriamos más tarde a recoger las maletas. Al final nos entregó la llave. Al día siguiente me dice que solo tenía anotado una noche, le mostré el email donde habíamos pagado las 2 noches. Al final reconoció que había mirado mal el email de booking. Disculpándose una y otra vez. ES UN HOSTAL DONDE NADIE QUEDA AL FRENTE. SI HAY ALGUNA INCIDENCIA DE CUALQUIER INDELE, TE TIENES QUE BUSCAR LA VIDA Y SOLUCIONAR TÚ MISMO DICHO PROBLEMA. Explico mi experiencia. No lo recomiendo, por lo menos durante que haya este personal. Ah, cuando dejamos la llave, no nos comentaron que por la tarde estaba cerrado. También se le comentó que la calefacción no funcionaba, estando la habitación helada, teniendo que poner otra manta que había. Nos comentó que la calefacción no se ponía porque estamos en primavera. Incomprensible, me gustaría saber si son órdenes de la dirección o es que la encargada o persona responsable del establecimiento. Nunca volveré por todo...

En resumen, un completo desastre. ¡No se lo recomendamos ni a nuestro peor enemigo! Llegamos al hotel a las 23.05, con familias cenando que estaban incluso en el primer plato, y viniendo de un viaje largo, pero a nosotros nos niegan el hacernos si quiera un bocadillo por pasar las 23, encontrándonos en un pueblo en el que no nos daban de cenar en ningún otro sitio. También señalar que la persona que estaba en la barra tardó más de 15 minutos en atendernos porque no hacía más que coger tomandas de personas que llegaban más tarde que nosotros a tomar algo. Preguntamos a qué hora es el desayuno y nos señala que a las 8.00. La sorpresa llega cuando a las ocho y media bajamos a desayunar, ya que teníamos que seguir de viaje, y nos encontramos con que está cerrado, llamamos y nos señalan que es que justo ese día abren a las 10.00, UN COMPLETO DESCONTROL. Les pedimos entonces que nos regresen el dinero del desayuno y se niegan. La habitación no resaltaba por su limpieza que se diga y por diversos desperfectos y el baño con una puerta corredera que ni cerraba bien. En la ducha se entraba bien si tenías 5 años, a nuestra edad no. Sin duda,...