Bamboo — Restaurant in Bahía Blanca

Después de 8 años sin ir, volví a visitar Bambú en Bahía Blanca. Me acuerdo que fueron 8 porque la última vez que comí acá fue el día que nació mi hermano. A mi parecer, todo sigue igual. El lugar espacioso, el techo alto. Ni bien llegamos nos sentaron, pero capaz tiene que ver con que éramos 2 y las 12 del medio día de un viernes (+35° afuera, como para entrar a comer o derretirte en la vereda). Me acuerdo que de noche a veces tenias que esperar un ratito. Bueno vamos a lo importante. El servicio... bien, se notaba que no estaban suuper contentos de vernos, pero bueno, se llevaban los platos que ya usaste para que puedas volver a servirte otra cosa y tenían que esquivar personas paradas en el medio del camino todo el tiempo. Aún así, amables, capaz algunos más que otros. La comida, por los precios y la cantidad que podes consumir, me pareció perfecta. Yo me serví ensaladas, papas (que estaban muy buenas) y unas tiritas de asado de vaca de la parrilla que resultaron bastante tiernas, no guauuu pero bien (tenes que poner el plato en el mostrador al lado de la parrilla y pedirle, no solamente esperar parada lejos como una boba, o bueno eso escuché no se 😝). Después unos sorrentinos de jamón y queso con salsa filetto (solamente salsa de tomate) que esos si que estaban buenísimos, derretido el interior, la salsa re rica. Esto también te acercas al mostrador de las pastas y esperas que te las preparen. En vez de solo cuatro me hubiera comida el doble o más, y mamá dijo que podía volver a servirme, pero bue, tampoco comer hasta explotar, hay que dejar lugar para el postre. Mala idea al final, porque quedaba apenas un cachito de tiramisú que estaba bleh más o menos, y una bocha de helado de americana que no tenía gusto a nada lleno de esquirlas de hielo. Para eso me comía más sorrentinos. Mi mamá pidió una paella de mariscos que dijo estaba muy buena. Generalmente me ha dicho de no comer las cosas fritas de las bandejas del buffet, pero bueno será cosa de cada uno, capaz un día a ella le cayo mal y ya se quedó con esa idea. Los baños bastante pasables, al fondo a la derecha, las luces apagadas arriba de los inodoros así que oscuro. En total nos cobraron $6.000 y algo, el agua de 500ml $400 y la coca de litro y medio $900. Para ser que comimos mucho y rico, me parece razonable. Una hamburguesa en el McDonalds sale $2500 o más y no te llena así. El ambiente aunque con muchas personas, no parecía recargado o ruidoso (alcohol en gel en cada mesa, je bien ahí me encannta el alcohol en gel). Después de una hora seguimos viaje muy satisfechas. Lo recomiendo...

Lugar para ir a cenar o almorzar, es un tenedor libre muy bien ambientado, con gran cantidad y variedad de platos, tienen para todos los gustos y paladares, hacia más de 5 años que no concurría y por esas casualidades fuímos con mí Familia para almorzar. La pasamos muy bien las mujeres comieron muy poco pero de las variedades que le gustaban y es engorroso prepararlos en la casa de uno. Por mí parte hice algo similar, aproveché a comer platos que son demasiados elaborados y en casa comerlos todos juntos llevaría un par de días de elaboración. Como siempre los platos son muy ricos y me sorprendió como han mejorado para bien en todo. Sigo fascinado con las ricas rabas que allí preparan y la bondiola de cerdo con salsa que la preparan en el momento. Son muchos los platos para disfrutar solo que comí lo que deseaba. El lugar por la gran variedad de platos y tratarse de un tenedor libre es muy económico si se vá a comer abundante, para quienes salen a una comida habitual los costos son similares, nosotros somos tres y entre comida, bebida y propina solo abonamos $10.000. La atención de la mesera que nos tocó fué muy buena. Si mal no recuerdo la cuenta ascendía a $8.400. Se podía conversar tranquilos sin necesidad de alzar la voz. La carta de vinos es muy acotada, solo los económicos, al igual que las de las cervezas. Los postres tienen una gran variedad y como el resto de los platos constantemente los están reponiendo. Lo recomiendo si quieren comer abundante, variado y...

Siempre fui a Bamboo, se comía rico, abundante y buenos precios. Hace 3 años soy oxígeno dependiente 24/7, para movilizarme fuera de mi casa tengo un concentrador portátil con una batería que tiene autonomía de 2 horas por eso cuando debo estar más de esas horas si o si necesito enchufar el aparato para poder respirar. El viernes 12 de julio fui a almorzar con familiares a Bamboo, cuando me acerco a la empleada que estaba en la entrada y le dije necesito una mesa para 5 personas y que esté cerca de un enchufe para poder conectar el aparato una vez que la batería se descargue y cual fue mi sorpresa cuando la empleada dice: no tenemos mesas con enchufes solo hay enchufes en las heladeras y están en uso! Pedí una mesa cerca de un enchufe no pedí un unicornio!!! O sea en Bamboo no hay lugar para personas discapacitadas! El precio, la atención y las 5 estrellas las pueden guardar en las heladeras!! Pésimo servicio! Ojo no nos quedamos sin comer fuimos a otro lugar y ohhh sorpresa había mesas en fila y cada una con dos enchufes y además para ir a los baños hay ascensores siii para las personas con movilidad reducida!! Eso ES verdadera inclusión!!! Señores de Bamboo inclusión no es tener menú vegano esa,...