Anduve sin tiempo ni ganas pues trabajos de fin de año, crisis económica y personales, tormentas varias y toma de decisiones. Vengo de una familia prácticamente llena de emprendedores, autónomos, jefes o como quieran llamarlo, no soy la excepción; casi que no hay ni hubo en el entorno personas que tenían el "sueldo seguro a fin de mes", entonces la incertidumbre de si llegas o no a pagar las cuentas se transforman en rutina y dolor de cabeza. En los últimos meses se me llenaron todos los agujeros de preguntas que deben ser contestadas en el tictac de un reloj que cada día gira más rápido. Recuerdo las crisis y como las fui navegando más no tengo en la memoria en que momento se salió de cada una. ¿Salimos?. Más allá de las lagunas mentales que ya son mares hay varios hitos que no logran desaparecer de la mente en los últimos años: Vacaciones donde el viejo se volvía a Caba para ver si podía salvar algo (verano del '90). No saber si podía seguir estudiando en la facultad por el '95 (año que empezó lo que terminó haciendo el desastre que fue el 2001). No saber como sostener la hipoteca sacada en el 2000. Ir al Club del trueque para cambiar ropa por comida.
Soy y estoy en el primer bastión que se poda, tala, ejecuta o suprime, como lo son los cafecitos en el bar a la mañana o la cena en la pizzeria a la noche o tomar clases de cerámica o todas esas cosas que usamos: todos, para sentirnos mejor. Remo para sostener a flote lo que tengo y para que alrededor también suceda, hay muchas alumnas en situaciones mas precarias. Pienso colectivamente y actuó en consecuencia, más allá que esto se transformó en un sálvese quien pueda y a demasiados les importa nada ni nadie. Salir, pasear, se esta transformando en algo privativo y una comida afuera en el total de los gastos semanales. Perdón la tristeza o si hablo desde la desazón pero estoy preocupada y mucho.
Los sábados desde hace unas semanas empiezan distinto. Una gran parte de las alumnas me regalaron dinero para el cumpleaños así elegía el regalo que más me convenía (en asuntos materiales básicamente tengo todo) decidí tomar el curso de manejo para ver si alguna vez puedo aprender a hacerlo como corresponde. La alegría que me da este gran paso es seguro la apatia o el pequeño paso que quizá es para otros. Nunca necesite manejar porque arme la vida para que el transporte público me llevara a todos lados (incluido unas 7 veces a La Cumbrecita) Ya con eso solito el fin de semana lo tengo resuelto y lleno de endorfinas. Al volante se me cruzan por la cabeza casi todos los pensamientos que hasta ahora salieron solo delante de la maquina de coser. Insisto, quizá hay un montón de cosas que para muchos son insignificantes, quizá solo me volvió a la vida y a las manos lo mismo que le doy a muchos y muchas con la costura. Ojalá (si bien creo que el cambio de número es solo un error en la agenda) este 2024 logremos pequeños pasos o circunstancias que nos permitan la sonrisa a las nueve de la mañana.
Fuimos a almorzar a un restaurante nuevo en Lujan (A Lujan desde Pilar se llega en bondi y es muy cerca, así que el valor de la nafta no es excusa) Crocetta, comida italiana, esta en el centro de la ciudad, cerca de la Basílica. Es una antigua casa remodelada, tranquila, fresca, amplia La atención es amable y atenta. El menú es amplio y de valores acordes al tamaño de la porción. El servicio de mesa es un "pancito" (la masa es parecida a la de los "libritos" pero más consistente y esponjoso) con un cuenco de queso saborizado. El relleno de los ravioles sabía a todos los quesos que llevaba según la carta y el pesto de los liguini era un perfume sutil pero presente. Es un lugar para volver y seguir probando las demás pastas y también los...
Read moreBuen día para los que lean este humilde aporte. Si bien no suelo ser muy extenso en mis comentarios, en este caso me tomo el atrevimiento. Creo que son muy pocos los restaurantes que agradan en lo visual, en el paladar y en lo personal. Este lugar casi logra todo eso. Y digo casi porque en mi caso personal hubo detalles. Talvez para otros comensales haya sido una experiencia casi perfecta. Comenzando por la ambientación, se merecen las 5 ⭐. Muy prolijo, con muchos detalles en las paredes, cuadros, la pintura, que, con la luz adecuada, la cual tiene, provoca una agradable sensación. La ubicación de las mesas, y algo que llamo la atención, es un confesionario usado como puerta de acceso a otro ambiente. En cuanto a la comida, sinceramente exquisita. Mi plato, Tagliatelle al Huevo con salsa mediterranea, excelente. Un plato que, sinceramente,volvería a probarlo con gusto. La variedad de platos a pedir es amplia. Además de pastas, hay pizzas, carnes, tablas de fiambres. Una amplia carta de vinos, y bebidas comunes. Bien merecida tienen las 5⭐. Vayamos al servicio. La atención del personal, se destaca por su amabilidad, por el respeto que tiene por el comensal. Cordialidad que la hacen sentir. Uno al llegar, ya siente que es bien recibido. Pero, siempre los hay, los peros, en nuestro caso particular y resalto ésto, particular, porque talvez para otros comensales no hayan tenido el mismo problema, hubo una demora importante desde el momento en que hicimos el pedido hasta que trajeron los platos. Esto, genero un mal momento en el grupo, ya que estuvimos a muy poco de levantarnos y retirarnos. Recalco que, y es digno de mencionar, el pedido de disculpas, tanto de la señorita que atendió nuestra mesa, como la de la encargada del lugar. Se daba todo, el lugar el ambiente, todo para ser una gran cena familiar, pero se vio un tanto opacada por esta situación. Por este pequeño detalle y que repito, es muy probable que solo haya sucedido con nosotros solamente, por razones que desconozco, no fue perfecta nuestra cena. Por este, detalle 4⭐ que estoy seguro que cuando vuelva, porque volveremos, esto no lo tengamos que vivir. En cuanto a precios, adecuados para lo que ofrecen, pero deben tener en cuanta que es algo superior a otros restaurantes. Consejo, vivan la experiencia, y disfruten. No saque fotos, prometo que en la...
Read moreCrocetta es una preciosa casa antigua ubicada en el centro de Luján y decorada con detalles de muy buen gusto y algunos muebles que tienen un atractivo especial ya que fueron comprados en diferentes lugares y circunstancias de acuerdo a lo que nos contaron. Un Confesionario, por ejemplo, es la puerta de acceso a la espectacular cava que tiene el lugar, un mueble de comedor antiguo, varios platos ingleses colgados en la pared y hasta una preciosa estatua de la virgen de San Nicolas, que justamente estando allí, la trajeron y esperaría la bendición de un sacerdote que habitualmente come en el restaurante La amabilidad y calidez de todos en Crocetta es destacable, parte importante de una buena experiencia gastronómica, por lo menos para mi y sumado a la exquisita comida, es fenomenal. Elegimos una tabla de fiambres que constaba de jamón crudo, cocido y mortadela con pistachos, unas aceitunas verdes y negras importadas, me llamó la atención el verde intenso de las aceitunas, muy ricas, gírgolas en escabeche y pedimos aparte unas croquetas de bondiola y queso sardo con mermelada de tomate, me encantaron!! Nos trajeron además dos pequeñas focaccias con hilo de oliva italiano y unos granos de sal gruesa que estaban super ricas. Pedimos una pasta que eran unos triangulitos rellenos de pera y queso gorgonzola con una manteca clarificada saborizada con salvia y detalle de aceite de oliva, estaban exquisitos, muy buena la masa y la cocción también. De postre Panacotta y tiramisú, ambos perfectos, si van, no se los pierdan, la panacotta increíble. Realmente fué una gran experiencia, vale la pena una visita haciendo una reserva previa. La variedad de vinos es importante en cantidad, precios y calidad, tiene también una barra muy interesante. Muy...
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