La Posada Rural La Matilde, ubicada en el pintoresco San Javier de Córdoba, siempre ha sido un refugio encantador con una decoración exquisita y un ambiente acogedor. Su restaurante, De Adobe, se ha destacado en visitas anteriores por su excelente cocina y ambiente cálido.
Sin embargo, en nuestra última visita, nos encontramos con una experiencia culinaria que no estuvo a la altura de nuestras expectativas previas. La entrada, una Fainá con queso de cabra y pesto, fue un comienzo deslucido, con la Fainá algo seca y una cantidad decepcionante de queso de cabra.
Los platos principales también dejaron algo que desear. Las Mollejas crocantes con papas rosti y crema de apio ahumado se presentaron con una porción insuficiente de mollejas, papas rosti crudas y una crema de apio que más bien parecía una mayonesa sin mucho sabor. El matambrito de cerdo con miel, fernet serrano y boniato también se quedó corto, faltándole la salsa de miel prometida y presentando un boniato seco.
En cuanto a los postres, los Almibares de higos y zapallo con queso de cabra y arrope, con la ausencia notable de higos (nos avisaron) y una textura demasiado dura en el zapallo. El flan de 12 huevos, aunque correcto, se sentía un poco sólido para nuestro gusto. Finalmente, el Brownie de algarroba con helado casero de menta peperina, aunque una idea innovadora, resultó seco y el helado no cumplió con nuestras expectativas de sabor.
A pesar de estos contratiempos, es importante destacar que el ambiente y la decoración del restaurante continúan siendo puntos fuertes. Confiamos en que estos comentarios sean tomados como una oportunidad de mejora, manteniendo la excelencia que hemos conocido en visitas previas. Estamos deseosos de volver en el futuro y disfrutar de la calidad que sabemos que DeAdobe...
Read moreTenemos la bendición de viajar por nuestra bella Argentina y por el mundo, somos fanáticos del buen gusto, la buena predisposición de la gente que ama lo que hace...nos encanta cocinar, innovar y ser anfitriones...y admiramos a aquellos que brindan todo para hacerte sentir a gusto. Conocemos muchos de vinos...de buenos vinos...de nuestro país y de Europa...hacemos nuestros propios vinos para nuestro consumo, y entendemos cuando lo que bebemos es producto de las buenas costumbres....soy arquitecto y mi esposa y compañera de vida, artista plástica...hice esta introducción, porque la Posada La Matilde y su encanto, sólo se viven, se sienten, se transitan. Un espacio donde todo, literalmente TODO, está pensado meticulosamente para que te sientas mimado, feliz y en paz. Desde el diseño de la posada, sus mobiliarios, su construcción, sus detalles increíbles...el entorno mágico e increíble....y por último, y lo más importante, su gente....cada una de las personas que trabajan aquí, están preparadas y entrenadas bajo la premisa de profesionalismo y empatía. Y la cocina, realmente nos sorprendió gratamente. Un consejo sano que llene tu alma? Al menos una vez en la vida tenés que darte el placer de conocer y vivir la experiencia Posada La Matilde....gracias a todos! Familia DI MARE _ CREUS.......
Read moreFuimos a cenar dos adultos, la verdad que el lugar es realmente hermoso, está ambientado de una forma simple y a la vez elegante. Eso, ante todo, es el fuerte.
En cuanto a la comida, si bien estuvo gustosa, creo que tienen algunos detalles a mejorar
Pedimos dos Gin Tonic nacionales, locales para probar, que vinieron en copas pequeñas. Ante la observación, se nos dijo que solamente el Beefeater se servía en copon por indicación de la casa...
La pera (1 pera en 4 gajos) estaba realmente muy buena, y la sopa fría de tomate, un poco falta de sabor y consistencia.
Cómo plato principal, los ñoquis de remolacha estaban deliciosos, y un porción que era acorde; sin embargo la bondiola, si bien estaba sabrosa, era un poco escueta, dos rodajas pequeñas con la guarnición
Sin postre, sin vino, y sin café, se gasto aprox 20 mil pesos por persona. Me hubiese gustado poder disfrutar más el Gin Tonic, y seguramente hubiese sido una razón para repetir. Creo que es un lindo lugar para conocer, no sé...
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