Restaurat Sciocca — Restaurant in Carhué

Segunda parte

Les dejo lectura larga para este domingo. Perdón para quienes prefieren telegramas, pero de esa manera no se pueden contar los detalles y el Diablo está en los detalles, esos que buscamos cuando vamso a comer a algún lugar.

A #Carhue y #Epecuen la teníamos en la lista hace rato y mediante elegir no trabajar un viernes pudimos lograrlo. Busque en la lupita y hay poco y nada subido por buenamorfenses (hasta hoy y hasta que suba las otras reseñas): Una carnicería, una panaderia y algo de Claudio Lodi Fuimos a la cafetería que Claudio nombra: #Amorata, estaba abierta, es tal cual como dice, parece palermitana pero con atención del interior. El croissant relleno con queso azul, miel y nuez hubiera sido un diez si la masa fuera más fresca (parecía que tenia por lo menos dos días). La limonada estaba muy ácida casi intomable si no se le agregaba poco de edulcorante o azúcar. El yogurt con frutas estaba bien, con una granola que se la veía casera y con todo lo que debe tener (no escatimaron en frutos secos). No hay muchas opciones gastronomicas, más bien Epecuen es una ciudad de paso y/o turística pero de pocos dias, quizá se deba a eso la falta de oferta. Al mediodía de la mañana siguiente y después de una hora de haber flotado literalmente/morfologicamente y sin querer hacerlo en la pileta del hotel, previo quedar ciegos por un rato por las gotitas que saltan aunque no quieras mojarte la cara, empezamos a buscar donde comer ya que no queríamos hacerlo en el hotel. Nadie en la calle y cuando digo nadie es tener la posibilidad de cruzar donde queres sin mirar atrás y elegir si queres hacerlo en bolas porque el nadie es nadie absolutamente. Fuimos a una heladeria #ElHado pero no tenían servicio de cafetería ni un tostado, es solo healderia. En la esquina en diagonal había un "restaurante" #saborescaseros, la puerta tenía de esas cortinas de tiras de plástico. Entré primero, el otro salió eyectado solo de ver la cortina con una frase tipo: -laconchadetumadreRubiayoacanoalmuerzonakfbrkdkgsooejgkdksnfk Me fije que había en la heladera/mostrador y también salí eyectada, de vuelta a Googlemaps haciendo caso omiso de las opiniones de personas que publican reseñas donde una YPF está más valorada que una cafetería o una farmacia. Caminamos dos o tres cuadras creyendo y lamentandonos que íbamos a tener que almorzar en el hotel, cosa que ya dije que no queríamos y como última oportunidad entramos a #Sciacca. Entramos fue una manera de decir porque entré diciéndole que mueva las cachas y pase al Susodicho. Es un típico comedor del interior con sillas de caño, mesas con manteles de hule y una decoración que a más de uno le temblaria el parpado. Nos atendió Nely, la dueña, que vivió no se cuanto tiempo en Italia y dejó atrás un restaurante de nombre Buenos Aires funcionando en Italia.. Nacida en colonia San Miguel Arcángel (son todos alemanes por ahí) conoció un Italiano que la llevó para allá y más luego de vuelta para acá para asentarse finalmente en Carhue. Ya no está el compañero de ruta pero ella sigue caminando. Fue muy amable y más cuando pedimos dos platos alemanes (no podíamos creer que hubiera en el menú chucrut cuando por estos pagos es todo pizzeria). Las salchichas ricas, ahumadas El puré suave y el chucrut también. Las costeletas en punto correcto y el chucrut también acompañaba sin invadir. Ya no podíamos más pero leímos Tiramisu gracia'dio y lo pedimos. Deberíamos haber pedido uno para cada uno. Todo con gaseosa y agua con gas ya que hacía calor, estábamos a pie y teníamos las piernas flojas de los poderes curativos del agua por...

Pésima experiencia. Entiendo que en pandemia se hayan tenido que limitar servicios pero dos mozas para un salón enorme no se justifica cuando el lugar siempre está desbordante. Realmente hay restaurantes superiores como l angolo o pizza santa o Jarana en Carhué que dejan la bara mucho más alta que este lugar. El risotto Carhué era una sopa de arroz, los canelones escasos y el maltrato de las mozas, tal vez justificado por tener que atender a tantas personas hicieron que sea esta una de las peores experiencias gastronómicas que viví. Hay muchos lugares y mejores en Carhué donde ir a alimentar el cuerpo. Además no se cumple en protocolo, las páginas del menú vienen sueltas, los baños precarios y si uno se sienta por error en la mesa le ladran a uno como ai fuera un criminal. Pésima experiencia. Volveré a Carhué sin duda pero nunca a este...

El lugar, si bien parece ser tradicional, deja bastante que desear en cuanto a la atención. Las mozas falta de onda total, salvo Lucrecia, que es muy amable y atenta. El menú, juro que cualquiera en su casa cocina con mayor esmero y sabor. La milanesa a la napolitana era 1 mila "pincelada" con salsa + feta de jamón (o paleta?) y 1 feta de queso + orégano y 1 aceituna: una pobreza total! Los platos vienen sin guarnición. Los canelones de verdura, desabridos y la salsa de tomate agria. Los trajeron a la mesa frios, hubo que pedir y esperar que los calentaran, mientras el resto de los comensales cenaban. Las porciones son escasas y los precios caros. No emiten factura, ni ticket. Una experiencia olvidable: 0%...