Un refugio de sabores y serenidad En un mundo que se mueve cada vez más rápido, encontrar un lugar que honre la calma y la honestidad en su cocina es un verdadero tesoro. Y eso es precisamente lo que he descubierto en este restaurante de campo, un rincón idílico donde el tiempo parece detenerse y cada plato cuenta una historia. La experiencia comienza mucho antes de sentarse. Al llegar, uno se ve envuelto en una atmósfera de paz, con el canto de los pájaros y una huerta a la vista que no es un simple decorado, todo lo contrario de ahí se cultivan los alimentos que uno después degustara. El menú es una celebración de la cocina casera. Para empezar, nos sirvieron una entrada de empanadas y tabla de fiambres con mayonesas caseras, una sinfonía de sabores y texturas. No era una simple degustación, sino una generosa muestra de lo mejor que la tierra y las manos expertas pueden ofrecer. El plato principal mantuvo la misma línea: parrilla libre, pastas, bondiola braseada, etc. sabores francos y deliciosos. Es la clase de comida que te hace sentir en casa. Para cerrar este día memorable, nos ofrecieron una merienda que fue el broche de oro. Es un detalle que habla de la hospitalidad del lugar, de esa calidez que te hace sentir bienvenido hasta el último momento. En definitiva, este no es solo un restaurante, es una experiencia para el alma. Un lugar donde la comida nutre el cuerpo y la tranquilidad del entorno alimenta el espíritu. Una visita obligada para quienes buscan escapar del bullicio y reconectar con la esencia de...
Read more_ Somos clientes de siempre, íbamos todos los meses. Esta es la primera vez que venimos despues de la pandemia y notamos que los platos han perdido abundancia. Antes las entradas eran mucho mas generosas traían tortilla de verduras, budín de arroz y mas variedad de aderezos. ahora solo son 3 galletitas con un adereso, 3 empanadas de carne y 3 buñuelos de acelga. _ Los platos principales son exactamente igual de deliciosos de siempre. Los ravioles de borraja y los ñoquis de Rúcula excelentes. La carne agridulce tambien es para chuparse los dedos. Los postres, el Flan es excelente como siempre y el dulce de leche casero uno de los mejores. El Budín de pan es muy rico pero super pequeño. _ Con respecto al resto del sitio, las mesas estaban bien separadas y al aire libre respetando el protocolo de la pandemia. Hubiera faltado un alcohol en gel en la mesa pero bueno, nosotros siempre llevamos el nuestro. _ La atención muy buena y amable. Lo ideal es llegar a eso de las 12:30 o antes porque después se llena de gente y no alcanzan los mozos para cubrir tantas mesas. _ Para quienes nunca vinieron, tiene una huerta llena de vegetales que utilizan para las comidas y animales para los chicos. El lugar es tenedor libre y se puede repetir todas las veces que quieras. El precio por persona es de $2300 y no incluye bebidas. _ Recomiendo el lugar aunque los platos hayan perdido abundancia. de todos modos sigue siendo muy satisfactorio venir a comer sus...
Read morePedimos mesa para 10 adultos y 7 niños, nos dijeron que esperemos 30 min asi se desocupaba el salon y nos preparaban una mesa... Esperamos 40 cuando fuimos a preguntar xq vimos que mucha gente entraba y le armaban la mesa nos dijeron ay ahora van a tener que esperar mas. Hicimos esperar a los chicos mas de 40 min para nada porque nunca se dignaron a preparar la mesa que se comprometieron a armar ! Un desastre sumado a que veiamos los platos y una pobreza! Nos fuimos y sobre la ruta camino a lujan encontramos una parrilla al paso el ochentoso!! Su propios dueños nos recibieron armaron las mesas no solo nos sentimos agasajados sino que la parrillada un espectaculo ! La guarnicion tambien y pagamos entre todos 24 menos de la mitad de este lugar de morondanga. Con atencion pobre! Gracias por no prepararnos la mesa nos hicieron conocer un lugar al que volveremos sin dudas! (La estrella es solo por lo animales, lo unico lindo de...
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