Da Marchello RISTORANTE — Restaurant in General San Martín

Fuimos 2 personas. Llegamos cuando estaba abriendo, 20,15 hs. No había otros comensales Tomaron nuestro pedido cerca de las 21 hs. Pedimos 2 platos sugeridos ese día (pechuga rellena con salsa de queso y sábalo con salsa de limón) Empezó a llegar gente y salían los platos, los otros comían y a nosotras no nos traían nuestro pedido. Luego de haber servido al menos 4 mesas que llegaron despues que nosotras y que tenían más comensales, finalmente llegaron nuestros platos. Cerca de las 22 hs. Estábamos terminando de comer, teniendo comida en el plato y el mozo se acercó para retirarlos. Al decirle que íbamos a terminar de comer, nos informo que cerraban a las 23 hs. Apuramos la comida y pedimos ensalada de fruta con helado. 22,45 hs se acercó el mozo a retirar las copas, una de ellas tenía todavía ensalada de fruta por lo que le pedimos que la dejara. Terminamos la ensalada de fruta, y tuve que acercarme a la caja a pedir la cuenta porque estaban apurados levantando las mesas vacías y nadie se acercaba. Lo no tan bueno: Primero, había un solo mozo para todo el salon. Segundo, las sillas tienen el tapizado roto y sucio. El ambiente anticuado y oscuro Tercero, el olor del ambiente es indefinido, mezcla de olores, pero no es agradable. Cuarto, que 2 veces en la misma comida intenten levantarte los platos/copas antes de terminar es un detalle bastante desagradable. Quinto, que un sábado cierren a las 23 hs no está bueno, pero que además tarden en servir y después te apuren en cada paso, está muy mal. Lo bueno: la comida abundante y rica. El costo...

Volvimos después de mucho tiempo a este restaurante que, para quienes vivimos en San Martín, fue siempre un lugar emblemático y de referencia. La expectativa era reencontrarnos con esa calidad y calidez que solía caracterizarlo, pero lamentablemente la experiencia fue todo lo contrario.

La comida fue el primer golpe de decepción: los canelones estaban completamente insípidos y el estofado, además de no tener sabor alguno, llegó a la mesa literalmente sumergido en agua, lo que lo hacía aún más desagradable. Algo que en otro momento se destacaba por lo casero y sabroso, hoy parece haberse transformado en un plato improvisado y sin cuidado.

El servicio tampoco ayudó. Llegamos alrededor de las 14:00 y, aunque nos aclararon que el cierre era a las 15:30 (algo entendible), la atención fue muy poco cordial. El mozo estaba visiblemente alterado, nos apuraba con preguntas, interrumpía de mala manera cada vez que intentábamos responder y, en más de una ocasión, se dio media vuelta dejándonos con la palabra en la boca. Lejos de sentirnos clientes bienvenidos, la sensación fue la de estar molestando.

El broche de la decepción llegó al ver la cuenta: $65.000 por una comida que no disfrutamos y que, sinceramente, no justificó ni de cerca ese valor.

Es triste ver cómo un lugar que alguna vez recomendaba con entusiasmo, y que era parte de la identidad gastronómica de San Martín, hoy cayó de esta manera tanto en calidad como en atención. Claramente no volveremos, y con pena digo que tampoco puedo recomendarlo como...

Es pequeño de barrio cerca a una cuadra de la plaza San Martín. Es un restaurante para 40 comensales atendido por la viuda del dueño, Marchelo además de haber sido el dueño fue un excelente chef, gran anfitrión y excelente persona.Lamentablemente Marchelo, falleció a fines del 2019 después de una gran lucha contra su cáncer. Mis más grande respeto a sus deudos y hacia el mismo. Sus ravioles caseros de masa fina casi traslúcida rellenos solamente de espinaca fresca, que es su especialidad, cuya receta continua haciendo Javuer su discípulo de años. La atención es especial ya sea por su esposa que es la adicionista, o su mozo con muchos años de experiencia. La carta básicamente es de buenas minutas, sus célebres pastas caseras y algunos platos gourmet que varían día a día. Precios muy bajos. Nada de parrilla, las salsas son su especialidad y buena...