Restaurante Orishas — Restaurant in La Lucila del Mar

Fuimos a cenar el 16/01/2025. Pedimos 1 cazuela de mariscos ($28.000) 1 milanesa con papá fritas (niña 4 años)($14.000), 1 suprema con crema de hongos ($18.000) y papas noisette y una suprema suiza con fritas. 1 agua con gas, 1 aquarius pomelo y un agua sin gas. Por empezar, excesiva demora en la atención. La comida llegó a la mesa después de una demora aproximada de 1 hora y de hecho otros comensales de mesas vecinas que llegaron después y pidieron lo mismo, recibieron sus platos antes. Si bien la comida (en apariencia) se veía bien, ingrata fue nuestra reacción al comenzar a cenar. La milanesa (para una niña), eran 2 milanesas de peceto, 1 estaba cruda por dentro (roja), la otra estaba bien. Las papas fritas vinieron con un cornalito, lo que demuestra como cocinan en ese lugar. La suprema estaba congelada. La crema de hongos tenía consistencia líquida y el trato de la moza dejaba poco que desear ya que se ofuscaba ante cualquier consulta. Tan pésima fue su atención que fue otro mozo quien se acercó a verificar que ocurria. Finalmente cambiaron la milanesa y recalentaron la suprema. Por otra parte cobran servicio de mesa $1500 -sólo a los adultos -(viene panera con un pan de pizza, algunas tostadas, pan y un humus). Nunca más volveremos. Se rescata el amable trato del mizo que reemplazo el plato y continuó nuestra atención luegq de la paupérrima atención de la moza. Lamentable experiencia. Ni a mi peor enemigo lo invitaría a comer...

Exelente la atención. Excelente el ambiente y decoracion. Las chicas que atienden son super atentas y se notaba gran compañerismo entre todos al momento que el salón estaba lleno y tenían que correr para atender a todos los comensales. Si tengo un punto negativo, mi hija menor pidió menú infantil, que es milanesa con papas fritas. Juro que en un momento me quería parar e irme, por que uno va a cenar y no esperas que te regalen nada y si vas a pagar, lo mínimo es que te den a cambio lo que esperas. LA MILANESA DE TERNERA PRACTICAMENTE NO TENIA MILANESA. EL PAN RALLADO ERA MAS GRUESO QUE LA CARNE. ERA DIFICIL DISTINGUIR EL SABOR DE LA CARNE. No quise hacer un papelón y terminamos nuestra cena en paz ya que a mi hija, a su edad todavía no le da importancia a esas cosas y estaba preocupada por sus jueguitos. Me llama la atencion que sirvan un plato así, cuando se disputan los clientes con otros restaurantes, uno es MORENA que también son super atebtos, los platos son para compartir y la milanesa que te sirven comen 4 personas y tiene más carne que pan rallado. Quisimos darle la oportunidad a este lugar y puedo destacar que los demás platos fueron excelentes. Pedimos Corvina negra a la mediterranea, Lisa con una salsa que no recuerdo y ñoquis rellenos de muzzarella. Todo estaba bárbaro y por eso pongo 4 estrellas. Sólo el detalle arriba mencionado y que espero sean más inteligentes y sirvan un plato que haga que la gente vuelva, no que...

La comida, bien. Los platos son suficientes y relativamente logrados. No tardaron demasiado aunque el salón estaba bastante lleno. Pero el tema es que cuando uno va a un restaurante, no lo hace sólo por la comida, sino por la experiencia toda. En este sentido, arrancando por la ambientación, debo decir que poco rastro de las deidades yorubas que le dan el nombre hay en el local. La insonorización es inexistente y la fealdad de los cuadros (que parecen haber sido pintados por la prima de alguien) sólo se vé superada por la de los marcos que los contienen. Mención aparte para la inestabilidad del piso de arriba que se sacude como negra en baile cada vez que alguien pasa por al lado. Volviendo al tema del sonido, era imposible una comunicación normal debido a la cantidad de críos gritando ante la total desaprensión de sus padres, que sólo atinaban de vez en cuando a convidarles pantallas aún mas ruidosas para ver si se callaban. Siento que es momento de que creen una zona para comensales con hijos a los que no pueden controlar, así como existía la zona de fumadores anteriormente. La atención de la moza rara, ante la consulta sobre los valores de los platos del día, su respuesta fue "aah ni idea" y sólo atinó a gritarle a otro mozo por encima de nuestras cabezas para ver si se los acordaba y, guess what, tampoco. Así que tuvimos que pedir los platos a ciegas. Amiga: you...