Ayer cenamos en el que es sin dudas el restaurante de referencia para toda la gastronomia de Mar del Plata y deberia serlo también para Argentina, le sobran los motivos. Todo es impecable, el lugar, el ambiente, el servicio, el valor por lo que te ofrece y claro, lo mas importante, la comida, que es realmente fantastica e irreplicable, lo mas rico que he probado, elaborado por el crack de Patricio Negro. Te reciben con una copa y un abreboca de cortesia, gran detalle, en este caso fue un espumante exquisito y un relish de pescaso blanco, con pickles de rabanito, hojas verdes, estaba exquisito, acompaña un pan artesanal bien neutro de semillas que va perfecto con cualquier plato que pidas. De entrada probamos el pastrami de salmon con lardo, notable plato, algo ahumado, algo salado, oliva, todo combina aunque no se te hubiera ocurrido que combinara, fantastico. Seguimos con un risotto con langostinos gravlax, la cremosidad y sabor del arroz, los langostinos en una textura distinta mostrando que un mismo producto puede tomar diferentes sabores, caramelos de langostinos por expresarlo de alguna forma, un gran plato. El otro principal, pesca del dia con sofrito de calamar, cremoso de papa y pil pil, supremos, el pescado en un punto que solo el chef logra con los diferentes pescados, envidia sana por como a cada variedad la cocina magistralmente, acompaña el sofrito, una especia de mermelada de calamar que contrasta con lo sutil del pescado y el cremoso de papa vuelve a aterciopelar toda la combinación, platazo, el mas rico de pescado que probe, un lujo, fuera de parametros. El servicio es amable, descontracturado pero atento, todo fluye en tiempo y forma para que la comida y disfrutar el momento sean lo importante, parece simple lograrlo pero no lo es, aca parece natural ocurra, sin duda esta muy pensado y trabajado, no lo notas pero esta, sin dudas hay mucho esmero en idearlo para que logres percibirlo asi de natural. La vajilla es toda fantastica, hermosa, variada, solo por ponerme muy Sarasanegro voy a dejarles una oportunidad de mejora en mi humilde mirada, los platitos que ponen para comer la entrada compartida no acompañan al resto de la vajilla, solo cambiaria eso de toda la experiencia. Servicio de agua con y sin gas incluido en el sevicio, no cobran cubierto, que detalle tan valorado por mi al menos. En resumen, una experiencia memorable creada por Fernánda Sarasa y Patricio Negro, dos cracks, de esos humildes y generosos que ponen todo su talento para que podamos disfrutar de algo soberbio a un valor muy medido, respeto y admiración total por ellos y su equipo. Gracias por traernos esta posibilidad a Mardel y Argentina, un placer absoluto...
Read moreSarasanegro es una fiesta. Desde el prolijo proceso de reserva la experiencia fue muy grata. Reservamos unos veinte días antes mesa para seis. Finalmente una pareja no pudo viajar y unos días antes cambiamos la cantidad de comensales sin ningún inconveniente de manera muy amable y sencilla a través del WhatsApp. Llegamos las dos parejas y nos esperaban con la que fue la parte más sarasa de todas: cuenquito para lavarnos las manos con un jabón con forma de corazoncito. Enseguida nos convidaron una copa de espumante y una Mortadela de mero que era exquisita. Decidimos comer a la carta. Pedimos dos entradas y cuatro platos. Las entradas: el pescado marinado que estaba bien. Sabroso pero sin destacarse. El pescado curado era excelente. Los principales los fuimos rotando para probarlos todos. A mi criterio los dos mejores fueron el ojo de bife y el mero. Este último tenía un sabor espectacular que generaba un contraste y complemento Perfecto con su guarnición. El ojo de bife fue una sorpresa, no esperábamos que sea este plato tan delicioso. La carne la pedimos jugosa y llegó para mi gusto un poco seca. Entiendo que el paladar local así lo exige un poco e incluido mis compañeres de mesa coincidieron con que ese era el punto indicado. El osobuco estaba muy bien. Con una terneza perfecta. El arroz con langostinos podría no haber venido. No estaba ni cerca del nivel de los otros platos y es el que quedó más completo cuando retiraron la mesa. Tengo que decir que resulto ser mucha comida para la cantidad de comensales. Aun así, ya veníamos con ganas del queso y dulce y lo pedimos. La estrella es la miel aunque los dulces que probamos (tomate e higo) también eran muy ricos. Los quesos excelentes también. El sommelier Federico nos recomendó dos vinos excelentes para el precio que podíamos pagar. Una experiencia de 10. Un punto a mejorar es el tema del agua. Me parece de mal gusto en un lugar de este nivel que te la ofrezcan de entrada como algo dado y enterarte en la cuenta recién que la cobran. Más al no ser agua envasada. Entiendo que es un diálogo que se está todavía dando en la gastronomía argentina. Me gustaría que todos los sitios hoy en día ya tengan agua a libre demanda así uno destina ese dinero a la comida y la bebida cómo ya es común en varias ciudades. Volveremos. Mi nueva cita obligada...
Read moreEl 10 de agosto fuimos a cenar a Sarasanegro, y desde el primer momento, la experiencia fue excepcional. Hicimos una reserva a través de su página web, algo que considero esencial en temporada alta para asegurar una mesa.
Desde el ingreso, se percibe que Sarasanegro es un lugar ideal para disfrutar en pareja. El ambiente es tranquilo y sofisticado, lo que lo convierte en un espacio para vivir una experiencia completa, más allá de solo comer. Debido a esto, no recomendaría llevar niños, ya que el entorno está diseñado para quienes buscan relajarse y disfrutar plenamente de la gastronomía.
Al llegar, nos recibieron con una copa de jerez y nos invitaron un aperitivo de pescado blanco con hojas verdes, un detalle que marcó el comienzo. Como entrada, elegimos el pez blanco con leche de tigre, una propuesta que destacó por su originalidad y por un sabor que se diferenciaba notablemente del resto.
Para los platos principales, optamos por el arroz con tinta de calamar y chipirones, un plato cremoso y delicioso que superó nuestras expectativas. También pedimos el arroz con langostinos al gravlax, que personalmente me encantó; la combinación de la ralladura de cítricos realzaba los sabores de manera excepcional.
Uno de los aspectos más destacados de la experiencia fue la atención del sommelier del restaurante. Nos asesoró de manera excelente sobre qué vino elegir según los platos que habíamos seleccionado. Para acompañar la comida, seleccionamos un Barón B Rosé, que resultó ser un maridaje perfecto con los platos.
El ambiente del lugar está muy bien logrado, con una decoración cuidada y una selección musical que invita a relajarse y disfrutar de cada bocado. Un detalle adicional es que, pagando con Macro, pudimos aprovechar un descuento, lo cual fue un buen plus.
En resumen, Sarasanegro es un lugar que ofrece no solo una comida exquisita, sino una experiencia completa que vale la pena vivir.
Nos quedamos con ganas de comprar su libro, tenemos la excusa...
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