El Porvenir — Restaurant in Mendoza

Por donde empezar? Vinimos un día, según Maps, "más concurrido de lo habitual"... Empiezo por el ambiente: muy lindo, claramente es mi afinidad ya que el lugar es acogedor y un ambiente familiar. El servicio: muy bueno, las chicas que nos atendieron fueron muy amables... dentro de lo concurrido que está el lugar.

La comida: Hoy no sacamos foto porque no se cumplió eso de "la comida entra por los ojos".

Yo pedí el menú del día: pasteles, locro y panqueques con dulce de leche. Mi esposo se decidió por una bondiola con puré de boniato... y las niñas milanesas con papas fritas.

Los pasteles estaban muy ricos, así que pensábamos que habíamos hecho una buena elección. Pero llegaron los principales: Mi locro estaba tibio, tirando más a frío; el chorizo que traia era sabroso... pero el plato no fue lo que esperaba. Nota de color? Ha sido la primera vez en mi vida que comí locro con tenedor 😅

La bondiola: en apariencia no era atrayente. Se desmenuzaba, pero marido dice que estaba insípida y el puré de boniato tibio... le agregó bastante sal a la carne y noté que siempre la acompañó de el puré cosa rara en él.

La niña más chiquita dejó media milanesa, la probamos y realmente estaba insípida... la mayor parte del sabor era por la fritura. Las papas quedaron, no sabría por qué.

La napolitana de la niña más grande, también vino fría (o llegando tibia tal vez), ella se comió todas sus papas fritas... pero llamativamente, las comió muy tranquila.

Lo que menos me gustó fue la demora en traernos los 4 principales, esperamos entre 50 minutos y 1 hora.... llamativamente a la mesa de al lado, que llegó mucho después que nosotros, les trajeron platos antes que a nosotros pero bue... cosas que pasan...

Tuvimos dos experiencias en este lugar, y ninguna de las dos resultó satisfactoria. En el primer caso, luego de un tiempo prolongado de espera, decidimos retirarnos porque nadie apareció para atender la mesa. Sin embargo, al ver que nos íbamos aparecieron de todos lados para ver que no nos fuesemos sin pagar algo consumido, con cierta prepotencia. Volvimos días después a buscar comida para llevar, pensando que tal vez en el salón les era difícil organizarse, pero queríamos probar la comida por las buenas reseñas que tiene el lugar. Nueva desilusión: pasteles fritos pasados de aceite, poca sensación de ser recién elaborados y una pizza de muzzarella (única opción que ofrecen) hecha sobre una prepizza de las que uno toma de apuro en su casa, sin ni siquiera orégano para condimentar (y eso que es zona cercana a la producción nacional de esa aromática). No lo recomiendo, porque tampoco los precios son tan accesibles. Hay mejores opciones en la zona....

El lugar está muy bien atendido, la carta tiene varios platos con asteriscos, -indica apto celíacos-; los precios son muy accesibles, tanto entradas como principal. Nosotros pedimos pastelitos -empanadas- de hongos con queso y cebolla colorada; polenta asada con queso de cabra y nobleza obliga, el provolone también de cabra y el bermut Rose, fue una atención de la casa.... Probamos los sorrentinos de calabaza y pera con una salsa de crema, choclo y tomates cherry naturales y paella con mariscos. De postre, tiramisú para compartir. Todo se puede compartir y probar... El tiempo entre plato y plato es perfecto. Quizás no me hubiera tentado comiendo pancitos con puré de berenjena ahumada. Estuvimos un buen rato antes de pedir el postre. Los platos principales son abundantes, no haría falta la entrada, pero estábamos tentados! Todo exquisito!! Del Chaco a la gastronomía mendocina......