Los Cactus Cacheuta — Restaurant in Mendoza

Estuve allí el 17/01 y lo único bueno es la comida, de lo cual no tengo ninguna queja. Respecto a ello, pedimos el menú turista para tres personas, que era de milanesas de carne y bebida chica (gaseosa). Ello era de unos $13000.-, e incluía una entrada de lentejas tipo escabeche y una empanada cada uno. En principio, y de ahí es parte de la queja, el tema espera: no te atienden nunca; a decir verdad, para la entrada no demoraron demasiado, pero después para el resto (teniendo en cuenta que era una simple milanesa) no te venían nunca a traer la bebida, a cobrarte la cuenta, etc. Y eso que tampoco había mucha gente; yo calculo que no había ni la mitad de lo que era el local. A todo esto, en cierto momento aparece la mesera y nos trae (porque todavía no había traído la jarra de limonada que habíamos pedido) un agua saborizada chica, debido -según lo que dijo- a las molestias de la espera; o sea, era algo, aparentemente de cortesía, lo cual suponía que era sin cargo. Después, traen jarra grande de limonada, ya que en un principio habíamos pedido tres aguas saborizadas pero antes de que las trajeran les dijimos que al final no y en su lugar la limonada, algo que, según lo informado en su momento, no estaba incluido en el precio que estaba en el pizarrón afuera del lugar, al igual que si uno pedía aguas saborizadas, ya que ese precio no incluía la bebida; otro peripecio, porque por lo visto deben haber ido a comprar los limones, esperar que brote la menta y esperar a que se haga el hielo. Después, de un largo rato, como comentaba, traen el plato principal. Posteriormente, no venían nunca a cobrar; de tanto pedirle que vengan, viene la persona, le entregamos la tarjeta de debido (nos dijo que si queríamos podíamos acercarnos al mostrador, pero confiamos y le dimos la tarjeta) para que cobre el importe que ya teníamos entendido que sería por los precios que nos habían dicho. Y acá surge la otra parte de la queja: la cuenta no daba con lo que mostraba el ticket del débito de la tarjeta. Tampoco se sabe si cobraron la botellita de agua saborizada “de cortesía” debido a la espera o qué hicieron, porque aparte, en el ticket que adjunto, no aparecen mayores detalles. Además, más allá de la limonada, en el ticket siguió figurando tres bebidas chicas. Pero, lo que sí figura es un importe de propina “sugerida” (del 10%, por $4620.-), algo que jamás nos informaron. En el mostrador había un tarro de propina, pero antes del cobro de la tarjeta no nos dijeron nada. Además, por “sugerida” se entiende como una opción y no una obligación. En otras palabras, los que atienden son empleados del lugar y no de los clientes, como para que con esa propina la destinen a su sueldo. Y por otra parte, ¿propina de qué?, como si la atención hubiese sido fabulosa (lo digo por todo lo comentado, no porque se hayan dirigido de mala manera en el trato ni nada por el estilo). Por supuesto, cuando me dan los tickets, la persona no supo qué decir. Obviamente, nos fuimos; nos podríamos haber ido mucho antes, porque teníamos que hacer otros recorridos, y estuvimos allí aproximadamente dos horas. Lo que ocurre es que parecía que se olvidaban de nosotros, y repito, por cosas simples; no porque uno no tenga paciencia ni nada por el estilo, porque me parece a mi que si tienen un menú “X” eso tiene que estar preparado rápido, más de todo cuando es un menú tipo ejecutivo o alguna especialidad de la casa, por así decirlo, sobre todo en lugares turísticos donde la gente va y viene. Entonces, quiero dejar explícita la queja, porque por otra parte, acá la gente se entera; en cambio, reclamás en el lugar y no se entera nadie. En definitiva, te hacen “entrar” con el menú, la entrada tal, etc., etc., y termina siendo una “engaña pichanga” donde te cobran lo que se les ocurre, un poco más hasta por respirar (terminamos pagando $50820.-). Termina siendo un “caza bobos”, aprovechándose de la gente; poco recomendable, la gente no...

fuimos con reserva por el día de los enamorados con un menú fijo de entrada plato principal y postre. Al llegar nos recibieron sumamente amables, pero no estábamos anotados en la planilla de reservas, es más ni siquiera había una mesa reservada para nosotros. Por suerte fuimos temprano y conseguimos un buen lugar para ver el show que nos interesaba mucho. La moza, super amable, pero no tenía idea del menú que habíamos pagado. nos ofreció elegir algo de la carta así que hicimos el reclamo, al rato se acercaron a decirnos que no lo tenían previsto que podíamos elegir lo que quisiéramos de la carta. ( obviamente al precio de la carta). Así que terminamos comiendo un lomo y un choripán con una cerveza por el mismo precio de lo que ellos habían ofrecido. La carta no especifica lo que contiene cada comida, así como tampoco menciona las marcas de vino y su varietal. Se demoraron un montón en traer la comida y llegó fría. Es más. El lomo no tenía ni derretido el queso. El choripán " premium" era pan,chorizo común tomate y lechuga. No sé qué tenía de premium. Encima cuando hicimos el pedido la chica nos dijo que venía con papas fritas pero no fue así, así que tuvimos q.reclamar y ahí las trajeron. Capítulo aparte el tema baños: a las 10 de la noche estaban sucios con todos los papeles desbordando de los tarros y no había con qué lavarse las manos ni con qué secarse. Lo único rescatable ,además de la atención fue el...

Me pareció un fiasco, la comida se nota a la legua que es eternamente recalentada, pedí matambre a la pizza y era como comer mondongo rancio, parece algo hervido, duro y chicloso, lo más parecido al bubalú de la infancia después de hacer mil globos, las papas si bien tienen buen tamaño se le siente el olor a aceite rancio, con mi hermano coincidimos que si lo hubiéramos freido esas papá con Elaion 15w40 de YPF nos hubiera hecho mejor ya que tuvimos que rajar al baño a desagotar toda esa basofia, cuando entramos al baño nos encontramos con otra y más mierda de lo que refleja el local, queda afuera y más cagado q palo de gallinero. Se nota que a varios les hace mal comer ahí... Además tuvimos que aguantar musicalmente a un prototipo fallado y nicotinamente contaminado de Gilda y emulando a Soledad Pastotuti en sus mejores epocas, cosa que nos taladro el cerebro durante la eterna espera. La parrillada, no me chamuyen! Además de ser re poco para el precio q piden, también tiene cosas recalentadas, la morcilla parecía un cartón y las costillas eran puro hueso y grasa. Lo lamento por la mosa q nos atendió q fue atenta y demostraba voluntad, pero no, no da poner la jeta por un fiasco.

No pierdan tiempo y plata. Hay lugares mejores y por...