Pira Restaurante — Restaurant in Mercedes

Es la octava vez que el señor hace lo mismo con el service del auto así que no podíamos irnos muy lejos y yo tenia en mente los alfajores y chocolates que Gaby Ruggieri nombró una semana atrás. Desde casa #Mercedes es cerca y estoy tratando de hacerle la psicológica a ver si alguna vez aprende que no debe esperar a que el auto le diga: haceme el cuidado... (llevamos juntos más de 200.000 kilómetros). Íbamos para Mercedes pero el mensaje automático del restaurante decía lo contrario a la página de Instagram así que ya estabamos camino a La Pulperia de Ruiz cuando el señor que elige esperar a último momento para hacer el service decide llamar por teléfono directamente a #Pira. Nos levantamos muy temprano por una cadena de favores, el humor tenía sueño. Efectivamente abrían al mediodía desde hace poco tiempo y debían cambiar la respuesta automática del WhatsApp.

Primer paso: Esta en una vieja esquina con la fachada original pero el resto completamente remodelado en la ciudad de #Mercedes, fuera del circuito céntrico. Amplia, luminosa, con poca decoración, mesas y sillas de madera, indiviaduales de papel y la cocina esta bastante a la vista. Tienen un problema con la acústica que iba más allá de la música a dos decibeles más de lo tolerable (casi todo rock nacional de los '90). Te recibe un suave olorcito a comida rica. La atención es amable pero dispersa. El servicio es una panera con un cuenquito con queso y cebollita de verdeo (no era queso blanco sacado de cualquier pote del supermercado, parecía más bien una ricota o el blanco de La Choza o el untable de Champs Elysees. De entrada elegimos compartir Riliette de cerdo, chutney de manzana, pan de centeno y nuez. Paté rústico de cerdo acompañado de manzana y cebollas agridulces. Pan de masa madre con harina de centeno y nuez (Las rillettes son un paté blando y desmenuzado, típico de la charcutería francesa. Se elaboran con carne cocida en su propia grasa, condimentada con hierbas y especias). El paté es suave sinese sabor salvaje que tienen muchos otros. El chutney una delicadeza que aportaba textura y el pan es para llevarlo a casa para todos los días. El señor pidió gaseosa (ya no hay amenaza personal ni médica que le haga mecha) y yo agua con gas. El alcohol que debió haber acompañado estaba vedado porque el día era demasiado largo. Principal de él: Rodajas de surubi con papas al horno con tomillo. Impecable todo. Yo: trancha de pacu (lo que me parece un error por la cantidad de espinas) con salsa criolla y batatas caramelizadas (batatas/azúcarnegra/sal/pimienta). Hubo un problema con la cocción del pacu que lo solucionaron y agregaron otra porción más por las molestias ocasionadas. El pacu no lo pediría de vuelta si lo siguen cortando así, las batatas las pediría mil veces más. Más allá de eso volveríamos a probar todo el menú ya que sale de lo común y/o convencional de los restaurantes de la zona. Los otros que ya conocemos y que el menú es una maravilla, que valen la pena el viaje abren solo de noche (La Maloka por ejemplo). Optamos por compartir el postre: Helado de queso e higos: Helado a base de queso crema y salsa inglesa de elaboración propia.

Segundo paso: Estábamos a pocas cuadras de #DonAgustin y fuimos por provisiones para la semana: unas nueces bañadas en chocolate, naranjitas bañadas en chocolate y un par de alfajores. Es un pequeño local que si nadie te señala que te detengas seguis de largo... hasta que entras y te invade la vida el cacao.

Tercer paso: Leí de #ludovica, una casa de té por las chicas de EntreCasa Cocineras porque hacen periodicamente popup ahí. Fuimos por un té y una limonada. Otra casa antigua remodelada, abre por la tarde/noche tiene servicio...

El lugar está renovado e impecable. Nos recibieron muy bien y hasta nos ofrecieron tomar algo mientras se liberaba una mesa. Nos atendieron rápidamente y los platos no demoraron en salir. Las mesas son muy cómodas y grandes, y la música crea un lindo ambiente. Se puede ver la cocina en el centro del salón y, en mi parecer, eso suma mucho. Lo único que remarcaría (y ojalá lo puedan solucionar) es que la puerta del baño no tiene traba. Una está ahí sentada en el inodoro (que es lo primero que se ve cuando se abre la puerta) y se pone nerviosa porque en cualquier momento puede entrar alguien sin saber que el baño está ocupado porque no hay nada que lo indique por fuera. Eso sería lo único que modificaría, por ahora, espero que les sirva la sugerencia. Volveremos a...

Es cocina de autor. En nuestro caso no nos convenció del todo: la pasta de remolacha con la salsa muy dulce y el pescado qué pedí eran 2 porciones pero tenían muchas espinas por lo tanto desperdicie casi la totalidad sin poderlo comer. El postre bien Nos pareció caro porque no pudimos disfrutar de la comida. Pero eran patos gourmet El mozo que nos atendió muy amable. Iremos nuevamente para ver si tenemos suerte...