Decidí volver de Córdoba a Catamarca por la ruta provincial E53 que derivó en la E57, hilando Río Ceballos y Ascochinga. Luego de Salsipuedes descubrí a la localidad de Agua de Oro, y en Agua de Oro descubrí a El Búho. No creo en la astrología pero la noche anterior hubo eclipse parcial de luna, así que debí haberlo sospechado. Apenas pasar el puente altísimo sobre el río, de inmediato en la vera derecha se observa una terraza moderna que es parte del restaurante (ya famoso para los cordobeses y ganó premios por su cocina), que es una porción independiente del hotel elevado como el puente y antiguo como la localidad, con una piscina gigante, acceso interno al río, paredes de medio metro de ancho, actualizado pero sin afectar el aura de objetos y decoraciones centenarias que reflejan la historia de su existencia y persistencia. Allí mismo hacen los jamones que anticiparon la comida, delicados e incomparables, también premiados, lo asumo. No soy un gourmet, dejo la profundidad de las evaluaciones culinarias a los viajeros de papilas más académicas. Sé que comí unos ravioles verdes exquisitos, al punto que me olvidé de los kilómetros por delante hasta mi casa. Mientras el paladar disfrutaba los ojos se regodeaban con la postal por las ventanitas enmarcadas en madera, esa clase de sensación combinada que imagino en el vagón comedor del Orient Express, con la mirada severa y expectante del chef francés adentro y el paisaje borroso y místico en algún tramo entre París y Estambul. "Anotado", pensé, haber comido aquí ya es suficiente pero incompleto, necesito unos días alojado en el hotel, necesito almuerzos y cenas en El Búho, necesito el eclipse total que provocan en la mente -siempre atiborrada de sinsabores vulgares-, necesito, lo reafirmo, la experiencia completa, el paréntesis mágico de Agua de Oro. Me despertaron de mis ensoñaciones con un café negro y elocuente (¡de eso sí sé!), subí al auto que me esperaba, ansioso y urbano, y seguí hacia Catamarca sin dejar de espiar por el espejo retrovisor empañado de la campiña de las...
Read moreLamentable la atención un día domingo... No le pongo 0 porque no se puede
Reservamos para un domingo entre las 13 y 13:30, y pedimos específicamente que fuera una mesa afuera. Ya q viajaba con una persona mayor y de riesgo. 40 min de viaje desde Córdoba. Llegamos y estuvimos parados casi 10 min esperando que nos atiendan. Nadie se acercaba (había gente esperando atrás nuestro también). Los mozos pasaban por el lado y nada.. ni preguntaban Cuando nos atendieron, nos dijeron que "nos anotemos en la lista"... 0 protocolo haciéndonos agarrar la misma lapicera y anotador que todos los que llegaban. Luego nos hicieron pasar adentro (vimos una cantidad de mesas amontonadas sin el distanciamiento adecuado), a lo q les mencioné que pedí que fuera afuera. Luego de esperar unos minutos más mientras nos respondían, nos dijeron que la mesa estaba ocupada. No tan solo que nos hicieron manejar más de media hs para no almorzar, sino que no tuvieron la mínima empatía de mandar un mensaje avisando o al menos consultar si íbamos, ya que podía haber demoras en la ruta y habíamos reservado con antelación.
Lamentablemente NO volveríamos ni lo...
Read moreFuimos en familia, somos 5 a este hermoso restaurant de Agua de Oro, no les puedo explicar lo que es esa tabla de fiambre, porque pedì primero la de jamon crudo solo y luego no conforme porque es tan rico que me pedì la otra que es màs surtidita, les tengo que pedir disculpas al lector por no sacar fotografìas, la verdad que no tuve tiempo, si sacaba fotos no me dejaban nada jajaja. exquisito los fiambres, el jamòn crudo es sublime y las pastas exquisitas, comimos sorrentinos, ravioles, pechuguitas de pollo y lomo a la pimienta. Para todos los gustos, una explosiòn de sabores ademàs es el primer restaurant que ofrecìa lo que me gusta comer de postre: todos los productos en almibar, batatitas, higos, zapallo, cosas que me gustan comer cuando uno ya no da mas vieron? y ademàs helados bombon suizo, escoces, etc Hasta el cafè que me sirvieron era exquisito. Bueno gente, si no van se lo...
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