... X donde empezar???.... llegando al lugar, un árbol enorme esconde una parte del salón, dándote la bienvenida... si es tardecita, o noche agradable, las sillas de afuera son de lo más amigable. Pero si es de día y hace un poco de calor, el salón al lado de la cocina es el lugar ideal (igualmente, podes ubicarte en el salón con aire, si te resulta más cómodo). En el primer salón, podes espiar a las cocineras cerrando empanadas gorditas de relleno, en masa casera, o podes ver como pasan x la sobadora la masa de las pastas caseras... y de paso, oles, ves y te tentas con los platos que van saliendo de la cocina.... cuando te reciben (rápidamente, con una sonrisa y con la carta en la mano) te hacen probar un apettizer de mayonesa casera con un ahumadito y pan casero, que es la gloria... queres más pan para limpiar el recipiente (las viejas flaneritas de la abuela). Pedimos empanadas de entrada: de matambre, de hongos de pino y de molleja. Súper rellenas, con masa casera. Lo único que decepcionó fue la molleja, xq la esperábamos del mismo gusto que cuando lo hacemos a la parrilla: sequita y con limon, pero la técnica de cocina indica que debe ser hervida. Aún así, estuvo buena. Luego atacamos con las pastas.... Mon Dieu!!! Jamon y queso, o calabaza y almendras ,o cordero braseado.... mmmmmmm💚... recomendable: la salsa mixta supera cualquier expectativa y no le quita protagonismo al plato. Además, como viene en fuente de hierro, podes comer la crostita del borde y del centro🤤. La limonada es MUNDIAL!!!!! Espesa, se siente la menta, azúcar justa, mucho limón y HELADA😍. Finalmente, el postre...... SUBLIME las frutas braseadas (pera, banana y durazno), en caramelo y rhum, con helado.... solo le pondría una bocha más de helado porque al derretirse en el caramelo, se arma una salsa digna de los dioses....... único punto que resta una estrella: hay que modernizar el baño.... pero voy a volver, Y LO VOY A SUPER...
Read moreReserve con una semana aproximadamente de anticipación, el día de la reserva digo tengo una reserva a mi nombre y ya desde el vamos no estaba anotada mi reserva cuando les hablé para confirmarla. Pedimos de entrada empanadas de carne, un mil, sabrosas ricas y la masa saborizada. De plato principal pedimos ravioles de osobuco ( en la carta sale relleno de osobuco, cebolla y muzzarella) cuando nos trajeron el plato el osobuco era inexistente en los ravioles ya que era puro relleno de acelga sobretodo de tallos, por lo cual si hubiésemos leído eso en el relleno específicado en la carta no los hubiésemos pedido. En el momento en el que le decimos a la moza, con toda la amabilidad del mundo nos dice que nos cambia el plato. Al rato, vuelve a la mesa a decirnos que si podían ser otros, a lo que elegimos los ravioles de jamón y queso. El trato de ella fue amable y muy preocupada por nuestra experiencia en el local. Cuando nos trae los platos, se escucha al cocinero, que debo agregar que un total desubicado, ya que al momento de entregarle los platos le dice “decile a esas que son de jamón y queso, pero saben a ternera” en tono burlesco y bastante despectivo. La experiencia de comer ahí estaba siendo buena, y al escucharlo al mozo, sinceramente se nos fueron las ganas de comer, comimos dos ravioles, y nos fuimos de la incomodidad de la situación. Una lástima la verdad porque el lugar nos lo habían recomendado por la amabilidad y calidad del servicio. No solamente a nosotras, sino incluso a otros comensales que estaban ahí, al estar en las mesas cerca de la cocina se escuchaba todo ya que es cocina abierta. Las estrellas que pongo, exclusivamente...
Read moreAlma de Pueblo: De excelencia a desastre en todos los sentidos…
Este restaurante, que alguna vez fue un referente para disfrutar de buena comida y gratos momentos, se ha convertido en una total decepción. Desde el momento en que entramos, la experiencia fue un desastre. El lugar está sucio, con mesas pegajosas que no parecen haber sido limpiadas en días. Para colmo, había un perro tirado entre las mesas en pleno salón parecía ser parte del mobiliario del restaurante, algo completamente inaceptable en un restaurante que alguna vez tuvo prestigio.
Las moscas eran un problema constante, lo que hacía casi imposible disfrutar del ambiente. La atención fue lamentable; las mozas parecían no tener el más mínimo interés en brindar un buen servicio. Entre el appetizer y el plato principal transcurrieron interminables 80 minutos, y cuando finalmente llegó la comida, lo hizo incompleta.
La calidad de los platos dejó mucho que desear: una propuesta mediocre con precios que aún parecen querer justificar la reputación de antaño, pero que ahora están totalmente fuera de lugar.
Durante años recomendé este restaurante a amigos y familiares, pero hoy no puedo hacer más que advertirles que lo eviten a toda costa. Una pérdida de tiempo, dinero y paciencia. Es una pena ver cómo un lugar tan emblemático ha...
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