Marlene Restaurante Gourmet — Restaurant in Municipio de Villa General Belgrano

El lugar es precioso, la diferencia la hace el ambiente y cada detalle pensado. La atención de Marlene es excelente, simpática, con la conversación y las explicaciones justas. Comenzamos con unas porciones de pan casero con masa madre una manteca casera con sal de mar, alioli y aceite de oliva. Exquisito. Degustación de una mini gyoza, atención de la casa, muy rica. La carta consta de dos opciones de menú de 3 o 4 pasos intercambiables. De entrada opté por la sopa de tomates que reemplazaba a la de remolacha que figuraba en el menú pero Marlene ya nos había adelantado que no había. Si bien era rica, en mi paladar se sintió demasiado suave, sin encontrarle algún sabor que la hiciera diferente. De plato principal mi elección fue el pejerrey con cous cous. Y otra vez sentí lo mismo. El pescado estaba muy bien cocido pero junto con el cous cous, tenían muy poco sabor. De postre me tenté con la mousse de chocolate con helado de menta casero sin lugar a dudas lo mejor de la noche. Como atención de la casa terminamos probando la crema de limón rica pero otra vez demasiado suave. Una linda experiencia de ambiente, atención, buen gusto y detalles cuidados pero me quedé esperando el protagonismo de...

Tan cálida como íntima, es la experiencia en Marlene de VGB. Sólo 3 o 4 mesas, en la noche que yo fui había dos mesas, entonces la propia Marlene nos recibió y nos atendió, con una delicadeza extrema, atenta a todos los detalles. Nos trajo toallitas húmedas y tibias para limpiar y suavizar nuestras manos. Nos explicó los 3 menúes disponibles, pero con la libertad de elegir e intercambiar los platos. Desde el apetizer hasta el último bombón como mirgandise, el producto en su máxima expresión (manteca casera con sabor a manteca, el hongo sabroso, el pescado y el chocolate), cuidado, exaltado, delicioso. Marlene es un encanto, dispuesta a compartir su experiencia y conversar en el punto justo con quién lo desee. Elegante en el servicio (con guantes en sus manos para cambiar los cubiertos en cada plato) y muy amigable en la atención. El baño perfecto, con todos los detalles previstos. Lo único que no fue de mí agrado, pero que no opacó la experiencia, fué la mesa de vidrio y la vajilla directamente sobre ella; ésto provocaba que al apoyar los cubiertos se hiciera mucho ruido. Pero todo el resto brilló y será un recuerdo...

La experiencia de visitar el restaurante de Marlen es maravillosa. La atención es exclusiva para 5 mesas, la anfitriona y chef se encarga de recibirte, atender tu mesa, servirte el vino -el que deja apartado en una mesa de servicio-, cocinarte y explicarte todo respecto de los platos que componen el menú. El lugar es silencioso, y se respira una tranquilidad llamativa en estos tiempos. Los platos son exquisitos. Se elige entre tres o cuatro pasos, de dos menú armados y se permite cambiar platillos entre esos dos menú. El precio de la experiencia es alto, pero totalmente adecuado a lo que Marlen ofrece. Un servicio sin igual. Como le escribí a Marlene en su libro de visitas, el que te ofrece al finalizar la experiencia: espero volver...