Pepper — Restaurant in Ramos Mejía

Elegimos el lugar por la sección para chicos, fuimos a merendar con tres niños de entre 2 y 4 años. El sector está en el piso superior y se encuentra como aislado del resto del lugar, incluso cerrando la puerta aísla bastante el sonido (claramente esa es la finalidad del sector para estar con niños) de todas formas, ya entrar mucha gente del piso superior nos miró bastante mal, no sabría explicar el porqué. El sector de chicos si bien está dentro de todo bien armado, se encuentra bastante descuidado, las cosas para el servicio se encuentran en un mueble junto a los jugos de los chicos (lo que me parece algo descuidado que esté tan al alcance o en el camino por así decirlo) el mozo que nos tocó del sector sin muchos ánimos o simpatía por atender. Nos encontrábamos solo nosotros, 3 adultos en el sector, junto a los 3 niños. El mozo previo a ordenar, cuando entramos en el sector se encontraba almorzando en una mesa junto a los juegos, entiendo perfectamente que el personal tiene que tener sus horarios de comida, pero no me parece que lo realicen junto a los niños o en ese sector, eso por supuesto es a cargo del lugar que debería brindarle al personal un sector especialmente para ellos. Porque mientras merendabamos y nuestros hijos jugaban, el mismo mozo se sentó con su celular a merendar en la mesa nuevamente junto a los juegos y los chicos corriendo en su cercanía, esta todo bien con su horario, pero.me parece fuera de lugar que un adulto del personal y que uno no conoce se posicione donde él estaba junto a los chicos. Sin contar, que la chica que "cuidaba" en el sector de chicos apareció una hora después de que nosotros ya habíamos llegado ahí, simplemente para sacar a los chicos de los juegos o decirles no a mol situaciones en las cuales los chicos no estaban haciendo nada malo ya que nosotros íbamos y venimos constantemente de la mesa con ellos, no los dejábamos solos en ningún momento ni los dejábamos hacer cualquier cosa, básicamente vino a molestar al sector cuando ya llevábamos una hora ahí y antes no había aparecido para nada. La chica de limpieza dejando su celular cargando al lado del pelotero de los chicos, "cubriendo" a la "cuidadora" cuando salió a hacer no se que cosa hasta que volvió nuevamente. Si bien la merienda que pedimos estaba muy rica, el servicio dejó mucho que desear, el espacio debería estar más cuidado y prolijo, entiendo que no todos los adultos controlan a sus hijos de igual manera, pero un espacio que es para chicos debería estar cuidado, limpio y en condiciones de la misma manera que cualquier otro sector del restaurante para cualquier otra persona independientemente de su edad. Quien "cuida" el sector de niños debería estar capacitada para esa tarea, no simplemente quedarse parada con cara de pocos amigos y aparecer simplemente a querer controlar niños que ya tienen a sus padres haciendo dicha tarea en todo momento. Finalmente repetir lo del personal teniendo su tiempo de comida junto a la zona infantil, un adulto del personal que uno no conoce comiendo con su teléfono al lado de los chicos, totalmente fuera de lugar. Ojalá puedan mejorar o simplemente desestimar la zona si no se va a proceder de...

¡Experiencia negativa! No regresaremos jamás.

Voy a detallarles nuestra desafortunada experiencia pero antes, si no quieren leer todo mi relato, voy a dejarles un consejo: antes de organizar una celebración, por favor, consideren otras opciones.

Para conmemorar los 18 años de mi hijo con 22 invitados un domingo al mediodía, nos ofrecieron un menú ejecutivo que incluía plato principal, bebida y postre, solicitándonos realizar un pago anticipado de $250 por persona para asegurar la reserva, monto que abonamos de inmediato. Llegado el día, con los invitados presentes, nos comunicaron que no podían ofrecernos el menú acordado, argumentando que dicho menú era válido solo de lunes a viernes. ¿Cómo es posible?

Dado que toda la comunicación fue a través de WhatsApp y contaba con pruebas, no dudé en advertirle al encargado que no quería asumir responsabilidades, que tomaría medidas legales si no respetaban la oferta inicial. Después de una hora y tras experimentar momentos muy desagradables, nos propusieron la mitad del menú. ¡Increíble! Nos retiraban todas las opciones de carne y nos dejaban con merluza, crep y pizza. ¡Vergonzoso! Persistimos en nuestra negativa hasta que finalmente nos ofrecieron lo acordado. Una experiencia aterradora.

Considerando las numerosas y excelentes alternativas gastronómicas en Ramos, aún lamento profundamente haber vivido tan desagradable momento con personas que no asumen responsabilidad por lo que ofrecen. Muy lamentable, sin duda. Eviten este lugar, ya que, de no cambiar su política, están destinados a desaparecer.

Para concluir, menciono que abonamos la cuenta y recibimos disculpas. Aceptamos las disculpas, pero no volveremos nunca más.

Quiero destacar a Camila, la moza, quien puso todo su empeño y nos atendió de manera excepcional.

Atención AFIP: No se...

Agradable lugar, excelente servicio de la mesera, bien entrenada tanto en servicio del plato como en atención al comenzal. La carta muy bien armada señalando que platos son óptimos para compartir. Ordenamos rabas como entrada y optamos por plato principal "CORTE DE TRES" pollo deshuesado(pata muslo), asado banderita y bondiola en colchón de papas fritas acompañado con ajíes asados , aceitunas y salsa criolla . Cada porción de corte cocido a la perfección chapeau para el encargado del grill. Debo decir que si sin dos de buen comer es más que suficiente. Si estás con ganas de invertir bien el dinero de una salida a cenar te recomiendo PEPPERS; y no te pierdas su menú ejecutivo diario variado y conveniente $$$$. Un sólo detalle que llamó la atención el mâitre del lugar reclamando en voz alta a los empleados de cocina por un pedido que salió mal, no es forma, los demás comensales no tienen necesidad de saber los trapos sucios ,deja una mala impresión y desconfianza del manejo de la cocina. Si el o los empleados cometen un error que merece el llamado de atención se hace en la intimidad de la cocina ,nunca en voz alta desde el pasaplatos al interior de la cocina o está también la opción de descontar el plato que se echa a perder, es más efectivo lo sé como chef ejecutivo que tuvo al mando cocina de 30 empleados entre cocina y salón. Gritar es en vano se llama la atención y en la segunda ocasión se descuenta el plato, duele más el bolsillo que el...