Sunderland — Restaurant in Rosario

After spending a fantastic day sightseeing in Rosario the birthplace of Lionel Messi our guide recommended a couple of restaurants which were next to each other. One was only called Wembley and the other which we chose was called Sunderland. Over 100 years ago football teams were created in Rosario by those who had arrived from the north east of England to construct the railroad. The venue was really nice and lots of quirky pictures photos and memorabilia. One item took the eye a signed white plate by Alfredo Distefano Aregentinas third best plater of all times. I kicked thing off with a punchy mojito. Food and service were very good. Out table was right next to the piano player which was a nice extra touch. No complaints about the whole experience and being a Friday night there was not a spare table to be had. The meal was the cherry on the top of what had been a very memorable day getting to know el barrio de Leo Messi Fernando Nieto traveling around the beautiful country of Argentina visiting from...

El lugar es muy lindo, ambientado como una vieja cantina, muy agradable. La atención muy cálida y atenta. La comida maso, pero quizá no acertamos con los platos… pedimos un par de las sugerencias del día: solomillo con whisky, arándanos y estaba correcto, era abundante, pero no tan sabroso. Lo otro fueron unos ñoquis de ricota y crema de espinaca que llegaron fríos por dentro, muy amablemente los calentaron, pero eran algo grotescos, muy grandes y por eso la cocción no debe haber llegado a su punto, eran un poco pesados, les faltaba suavidad. También pedimos de la carta unos vegetales grillados con legumbres, pero no traían legumbres (era rico, pero si dice legumbres debería traer alguna) y una milanesa de lomo que estaba muy tierna. De postre un volcán para tres que estaba muy rico y un flan con dulce que estaba ok, pero no destacable. Esos platos y 4 aguas nos costaron 32.000 que creo un poco caro para lo que nos ofrecieron y considerando que no tomamos vino. No volvería, pero habiendo visto críticas tan buenas insisto en que quizá no dimos bien con los platos. Comimos muchísimo mejor, con platos de mayor calidad y más gourmet en Excalibur y tomando vino gastamos 10 mil pesos menos, por lo que en esta ocasión en Sunderland no me cerró la ecuación...

Almuerzo del 15 de octubre 2021. Entrada: rabas con aceite inaceptable para lo que presume el lugar. Presencia de partículas de harina calcinada. Rebozado húmedo y brillante; esto es, exceso de aceite (En cuanto al motivo, lo sabrá el cocicero, o cualquier mortal que agarró alguna vez una olla: baja temperatura del aceite para la fritura). Plato principal: en carta: ossobuco con arroz amarillo y gremolata cítrica; en la presentación (en la realidad): un poco de arroz Gallo (que no se pega) de color amarillo, y unos ´cachos´ de nervio y hueso, y un poquitín de carne que había que esmerarse para su extracción; junto con unos ´trocitos´ de verduras indescifrables. En sabor: a nada, aunque de a ratitos, aparecía un intenso ´cítrico´ desconcertante. Postre: vocán de chocolate. Ínfima bocha de americana, un timbal de chocolate a diez centímetros, y una frutilla entera (sí; con sépalo y pedículo) a otros diez centímetros. En sabor: correcto al principio, hasta que se empieza a notar la harina de la masa que empieza a dominar por sobre la salsa que la contiene. Demora: una hora y veinte minutos desde el pedido del plato principal hasta su arribo. Si con el tiempo de espera, amainan las ansias por el comer; al primer bocado,...