El día de ayer 26/01 fuimos con mi familia, teníamos unas súper expectativas del lugar. Al llegar, la camarera (una chica un poco teñida de rubio) nos entrega la carta y sin dejarnos verla nos dice que nos tenía que ir tomando el pedido de la bebida, apurándonos, ni siquiera habíamos visto nada ni tampoco sabíamos lo que íbamos a cenar. Nos pareció algo totalmente fuera de lugar, ya que siempre uno elige primero lo que va a comer y luego la bebida con la que acompaña la comida, no hace falta decir que además siempre uno ve y elige tranquilo como corresponde sin que te apuren. Al elegir el menú le consultábamos a la camarera de qué tamaño eran las porciones y muy mal predispuesta ni siquiera me respondió a mi, le hablaba en todo momento solo a mi papá y le dijo “es un bife entero o medio, yo no sé cómo come su hija”. De entrada pedimos unas rabas, estaban duras y el empanizado se deshacía. Cuando llegaron los platos, que habíamos pedido que un bife sea bien cocido, llegó súper jugoso, le avisamos y se lo llevó, cuando volvió, la cerámica del plato estaba hirviendo con el bife todavía no bien cocido y todo el jugo del bife, osea la sangre, estaba en las papas fritas que estaban todas empapadas, como si lo hubieran metido a recalentar al microondas… un desastre. Otro de los platos tenía papas al horno que estaban totalmente duras porque estaban crudas. Cuando la camarera nos preguntó cómo estuvo la comida le dijimos que masomenos que no nos había gustado y ni nos preguntó qué había pasado. Ignoró totalmente lo que le dijimos y nos pregunto si nos traía la carta de postres. También apenas habíamos llegado le dijimos que estábamos festejando el cumpleaños de una de nosotros y que traíamos velitas para cantar el cumpleaños y nos llamó la atención que no nos ofreció la casa de cortesía un postre de regalo para cantar el cumpleaños, no están obligados pero es un gran detalle, siempre los restaurantes lo hacen. Dejamos nuestro reclamo a un muchacho que estaba en la barra pero tampoco nos dio atención. La verdad que Pésima experiencia. Lo único que podemos destacar es la atención de la señora de la recepción que está en la entrada que...
Read moreSiempre consideré a La Gran Familia uno de los mejores restaurantes de San Bernardo. Probablemente lo siga siendo aunque quizás no sea por mérito propio, más por la baja calidad gastronómica qué hay en esta ciudad.
Mucha gente concurre a La Gran Familia, cómo es de costumbre tuvimos que esperar y esta vez la espera fue de 1 hora y 15 minutos. Una vez ingresados nos atendió Vanesa muy amablemente, convidándonos con la copita de jerez habitual, la panera y manteca. Quizás esto ya no sea suficiente para cobrar $50 por persona en concepto de Servicio de Mesa...
Pedimos calamaretes fritos; correctos aunque el aceite ya pedía el cambio. Poca cantidad para los casi $600 del plato. Cómo principles pedimos lomo gran familia y raviolones de seso y espinaca. El lomo, como es de costumbre, uno de los mejores platos del restaurante. Los raviolones eran un 99% verdura y un 1% sesos, ya que honestamente no sentí el sabor a sesos. Esto se lo manifesté a la camarera, si bien estaban ricos esperaba un sabor que nunca llegó. De postre una copa Orion, correcta en presentación y sabor.
En total, 1 entrada para compartir, 2 platos individuales, 1 postre para compartir, 1 vino de gama baja y 1 agua mineral $2525. Probablemente el precio estaría bien para un restaurante de categoría, pero la Gran Familia no es más que un restaurante común con buen marketing y clientes leales que lo enaltecen habilitando a cobrar semejantes precios.
Nota adicional, el lugar presenta detalles de ambientación poco agradables a la vista, como cables pelados, caños de luz a la vista, ventanas que no traban sin una madera, paredes manchadas y aires acondicionados...
Read moreLa Gran Familia es un restaurant clásico de San Bernardo situado a pocas cuadras de la peatonal Chiozza Si bien es muy grande, con capacidad para varias personas, en temporada siempre hay demora en su ingreso, por lo que se recomienda ir temprano o tener paciencia Esta separado en dos, un lugar interno y otro externo techado con una columna en el centro en forma de arbol la cual contiene en su centro cactus que caen en forma de gusanos (no tan agradables visualmente) y en el fondo los baños y un area descubierta para fumar La atención de todo el personal fue muy cordial y amena Su interior es minimalista pero elegante, se destaca su iluminación en todas las areas Tiene estacionamiento propio enfrente, lo que es un punto fuerte en temporada lo cual puede ser un dolor de cabeza encontrar estacionamiento cerca del centro Gran variedad de platos, nosotros pedimos una milanesa napolitana completa (con dos huevos fritos) con papas fritas rejilla (las cuales pedí espacialmente ya que venia con papas fritas normales) y una bondiola a la mostaza con batatas fritas, todo muy sabroso y muy bien presentado Los precios son acorde a lo pedido, se cobra cubierto, pero es poco su valor Muy recomendable para ir en familia, con...
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