Don Venancio — Restaurant in San Clemente del Tuyú

Fuimos en dos oportunidades. La primera para comer lasagna, pero nos enteramos que sólo la preparan los domingos, así que fuimos por canelones, un camino de ida.

Las porciones son todas para compartir, salvo algunas pastas que se pueden individualizar. Tienen una gran variedad de vinos y postres para disfrutar.

Los canelones nos los entregaron en cazuelas súper calientes (la salsa burbujeaba) lo que incrementa la experiencia de una buena pasta.

La lasagna es súper abundante y para compartir, y lo dice alguien de buen comer. En este caso no estaba tan caliente como la primer experiencia, pero no por eso dejaba de estar buena

De entrada te sirven unas berenjenas al escabeche que son un manjar (y no soy amante de las berenjenas para nada)

Bandejita de pan, cazuela de queso rallado, y todo lo que destaca de un restaurant estilo bodegón, pero de clase. Vale aclarar que el servicio de mesa se cobra.

Si tuviera que decir porque ponemos 4 estrellas en el ambiente es por el calor que hace en el lugar (más luego de comer), pero nada de otro mundo.

Don Venancio es un lugar recomendado para visitar en San Clemente,...

Lamentablemente, nuestra visita a este restaurante fue una gran decepción. Uno de los principales inconvenientes es que los platos son únicamente para compartir, lo que en mi opinión me limita considerablemente, yo quiero vivir mi experiencia individual, no quiero compartir.

Además, pedimos entraña y lo que nos sirvieron no era entraña real, sino una pieza de carne de mala calidad, posiblemente cima, completamente incomible por su dureza y textura desagradable. Esto no solo demuestra una falta de transparencia en la oferta del menú, sino también un descuido inaceptable a la hora de asarla.

Definitivamente, no recomendaría este lugar a quienes buscan una experiencia culinaria auténtica y de calidad.

Mirando las opiniones de lugar Quizás el.error fue mio en ir a comer parrilla a un...

Hace 40 años vengo a San Clemente. El lugar que elegimos siempre para cenar. Pero este último tiempo cayó bastante no solo la calidad de la comida, que llegó a la mesa fría (sorrentinos con salsa y jamón) sino también sin gusto y al saborear parecía salvada de varios días, de hecho nos cayó mal a varios. El mozo canchereo el pedido (éramos 13) sin anotador se olvidó de dos platos, para colmo el de los niños que se tornaron densos al no tenerlo. Gastamos cerca de 260 mil pesos...ni un café o copa de regalo. Una pena porque era nuestro lugar favorito y en otros tiempos no era así. Ojalá haya sido un mal día. Pero de ahora en más iremos a otro lugar. Como está ahora no...