Renata — Restaurant in San Justo

El lugar no está mal, es chico y no es de lo mejor pero es cómodo y la atención fué buena, la mesera/camarera muy buena onda siempre. El problema es la comida, o bueno, donde sirven la comida mejor dicho. Fui con 2 amigas, pedimos de entrada papas españolas y de plato principal pastas. Las papas estuvieron buenas, ninguna queja por ese lado, el problema fueron las pastas... Nos las trajo en un plato hondo muy extraño, de metal/aluminio, que como primera impresión solo me pareció incómodo porque eran demasiados grandes para la cantidad de comida que había, pero en fin, cuando empezamos a comer... "la salsa se siente rara", pensé, pero no sabía bien el porqué, yo había pedido sorrentinos de jamón y mozzarella con salsa 4 quesos, al principio creí que quizás el queso roquefort estaba muy fuerte, pero a medida que iba probando me daba cuenta de que no era el roquefort, ya que siempre había comido esa salsa en muchos lugares distintos y NUNCA había sentido nada parecido. Cuando les pregunté a mis amigas si les gustó lo que pidieron, comentaron que también sentían como un regusto extraño y eso que ellas no habian pedido la misma salsa que yo, cuestión que no le dieron mucha importancia pero yo si, para mi el gusto era muy fuerte y no se disimulaba ni con pan, hasta que después de probar varias veces, me di cuenta que el regusto que sentía era el metal del plato! Les juro que no pude comer ni un solo sorrentino, eso era incomible, y encima cuanto menos caliente estaba PEOR era el regusto a metal 🤢🤮. Incluso el olor era desagradable!

Peeero hay que tener en cuenta que esto me pasó con las pastas, es probable que no toda la comida la sirvan en platos de ese material metalico o de lo que sea que esté hecho, pero bueno, esa fué mi experiencia con el restaurante.

Yo no le saqué foto a mi comida, pero les dejo una foto que sacó una de mis amigas para que vean como es el plato, ella pidió raviolones rellenos con gambas (o langostinos) con salsa bolognesa, si no...

Amaba sus meriendas ❤️, fui el viernes pasado 26/05/23, a la cena show del tributo a Sandro. La verdad pésimo. Éramos 4, nos ubicaron en una mesa.contra la.pared con un montón de mesas entre la nuestra y el cantante, por lo tanto prácticamente no se veía nada más que la cabeza del cantante. En los primeros 35 minutos de show cantó solo 3 temas conocidos, el resto nadie los conocía (una señora que estaba cerca le hizo el comentario al cantante a lo que el.cantante respondió "si venís la próxima lo vas a haber escuchado 2 veces", muy de mal gusto). Envié un WhatsApp al número de Renata dónde hice la reserva y la respuesta fue "Falta jimena, no termino aun" onda, deja de romper las p...... Pedimos el menú las 4, la verdad exquisita la comida y abundante, por lo que sabía de ante mano que el postre (que estaba incluído en el precio del menú) no iba a poder consumirlo, lo pedí para llevar y la respuesta de la mesera fue "los días de show no podemos envolver para llevar xq son muchas personas" le informé que no era la primera vez que iba a show y ya me lo habían envuelto veces anteriores, "voy a averiguar " me contestó, y lo trajo de mala gana y prácticamente me lo tiró en la mesa. La verdad iba bastante seguido con amigas y en familia, me parecía un lugar muy agradable, pero el viernes volví a casa sin ánimos de volver. Ojalá el dueño lea está opinión y pueda resolver...

Fuimos el lunes feriado un grupo de 8 personas a merendar. Ya cuando entramos la camarera de una forma no muy amistosa nos recordó que la reserva era para seis. Solo dos personas se sumaron, no 10 más que ahí si es súper entendible. Pedimos un Brunch para 4 personas y luego porciones individuales de tortas y budines y café con leche. El Brunch abundante ( mini tostadas con mermelada y queso crema para acompañar, tostaditos, sandwich de miga, medialunas de jamón y queso, chips de jamón crudo y queso, porción de tartas, la de ricotta estaba agria , degustación de tortas en pequeños vasitos). Incluye un jugo de naranja pequeño y una infusión. Se pidieron tortas chase cake y chocolate, servidas en vaso, budin de limón con amapola. Todo rico pero para nada sobresaliente. El lugar normal, grande y cómodo, común como cualquier confitería de barrio. La atención deja que desear, teniendo en cuenta lo que comenté al ppio. Después de que te sirven hay que agradecer que se acuerden de que hay una mesa para atender, incluso para traer la cuenta tuvo que ir una de las personas a pedirle a la loca que se acerque a la mesa. Seguramente no...