Ayer jueves 15/08...
1 solo mozo para la zona de todo el patio. La verdad que me decepcionó y mucho la atención. Solo pedí 1 cerveza y un menú infantil. Lo pedí cerca de las 21 hs, y luego de reclamarlo 2 veces me lo trajeron cerca de las 21:40, sin traerme antes la cerveza. La cerveza la tuve que reclamar 2 veces también, y después, tuve que reclamar los ingredientes. El helado del menú para la nena también lo tuve que reclamar. La mesa de al lado también se sintió mal atendida. No se si el mozo era nuevo, pero olvidarse de todo y varias veces de una misma mesa no es tolerable.
Hace unos 4 meses...
el menú infantil a $6500.-
Reseña vieja: la comida mejoró, esta vez no la sentí recalentada. Cambiaron el personal, ahora son más atentos y más en la parte de los chicos. Los precios subieron un poco, como suele suceder en todos lados. Ahora el menú infantil está $1600.- (nuggets o hamburguesita, papas fritas, jugo, helado, juguete de regalo y el pase a los juegos).
Reseña muy vieja:
Pedí un menú infantil y un lomito gratinado con fritas ($1000). La mitad del lomito estaba maso, la otra mitad estaba bien, pero ambas mitades eran finitas, tenían mucho pan y poco queso. Adjunto foto.
Hace varias semanas:
Sábado por la noche, con previa reserva. Llegamos con mi señora y la nena, mencionamos la reserva y la moza nos lleva a una mesa en el interior alejada del pelotero, cuando en realidad en la reserva se aclaró que queríamos cerca del pelotero por ña nena. Nos dice que "nos anotaron adentro", y nos terminan llevando afuera, pero medio alejado del pelotero todavía. Más tarde veo una mesa de nuestro interés y desocupada, y consulto si podemos cambiarnos, a lo que nos dicen que sí pero con cara de que no les gustó.
Pedimos una tabla con milanesas y 1/2 pizza. Pese a que el lugar estaba colmado de gente, tanto la tabla como la pizza habrán llegado a los 20 minutos, lo cual ya era raro. Efectivamente la pizza nos pareció recalentada, las papas algunas frías y otras calientes, como si metieron las frías sobre las calientes, y las milanesas negras y duras, indiscutiblemente recalentada.
La atención es muy lenta, ni siquiera la carta nos dieron al sentarnos.
Lo bueno rescatado del lugar (y ya hemos venido en otras ocasiones), es el pelotero, que de por sí, la señora que lo atiende deja que desear con lo antipática que es.
Como dato extra, antes de ingresar había una cola de gente sin reserva, y consultando con una señora, ella me dice que le habían dicho que no trabajaban con reserva.
Demasiado negativo mi comentario pero bueno es lo que viví en el lugar.