#Suipacha #baresconencanto #lugaresparavolver
Por más que me siente de lunes a viernes en la bici fija entre media hora a 45 minutos, o los sábados y domingos con novio hagamos caminatas de 8 o 10 kilómetros, cuando llega el viernes a la noche tengo el cuerpo entumecido del encierro, también de las horas frente a la máquina y de no poder caminar tranquila por la calle a la hora que el cuerpo lo pida. El jueves fui a lo de Norma, mi pedicura, (yo ya la considero mi amiga), ella me hace los pies hace unos dos años, desde que comenzó en este oficio, (hacerle los pies a alguien que está las 24 hs. descalza: ¡es un arte!) al principio yo era su cobayo, ahora hace lo que quiere, inclusive pegarme stickers de corazoncitos; En la semana no había salido ni al almacén, caminar bajo el sol, cruzar las vías, la señal que estaba viniendo el tren, el estómago que recordó era pasado el mediodía y el olor a jamón y queso recién cortado, "deme 100 gramos de cada uno", parecían casi una poesía. Me comí con todas las ganas del universo un "chegusan" maravilloso de simple al unísono del torno en mis uñas, (me importa todo ya poco y nada). Suelo disfrutar hasta el hecho de levantarme a mear en el medio de la noche, pero hay días que los colores se huelen, los ruidos se tocan y los sabores se escuchan. El jueves fue uno de ellos. Hoy la salida fue distinta porque se sumó compañia: hijo. Decidimos volver a Suipacha. Extrañabamos a Marcelo y Eli, aparte de haberles prometido estar ahí cuando las últimas restricciones terminaran. La salida la comenzaron hijo y novio antes de pasar a buscar. Fueron al anticuario/chatarrero Jorge alias "El Pelado" sobre colectora a una cuadra de la 26. Estos dos están en asuntos comerciales en los que intento no meterme. Mientras yo daba clases 13 hs: ruta 34, 7, 5, entrada a Suipacha. @restaurantefreire2306 Protocolo: Alcohol en la mesa Alcohol en la entrada Mesas solo afuera, con reserva. Hambre. Mucha. Pedimos entrada, comida, todo junto: Novio e hijo: Tabla caliente: 2 Bastones de mozzarella 4 Pinchos de pollo. 2 Empanadas de carne. Cazuelita con rabas Cazuelita con albóndigas con salsa (hijo uso todo como si fuera pan para que no quede rastro alguno). Ravioles fritos. Aros de cebolla. Papas Freire, papas fritas con queso cheddar y panceta. Por alguna razón de gordura mental novio agrego papas Toribio, son papas fritas con salsa a los 4 quesos y verdeo Y una provoleta con un aroma que invitaba a pedir 2 más, era una rueda crocante, punto justo por fuera y blanda por dentro que no les puedo explicar. Yo: matambre de cerdo, tiernisimo, poca grasa, untado con algo maravilloso, con papas fritas. Si hoy era el último día sobre la tierra, que sea comiendo muchas papas. Soda con limón: hijo y mi persona. 2 cinzanos a la usanza de Marcelo para novio Como nunca es mucho yo pedí un cafecito pero novio un tiramisú increíble. Cremoso. Suave sabor a café. Quizás si hacen en potecitos me llevaría uno para cada postre de cada día de la semana. Antes de irnos, por tener privilegios, probamos una especie de mermelada/chutney de morrón INCREIBLE que espero empiecen a venderlo para comprar de a 20. También compramos unas mermeladas caseras de manzana y cacao una, de higos y membrillo la otra. Aviso importante: todo el almuerzo para 3 personas $3000. Después intentamos llegar a Román Baez, nos perdimos en el camino, pegamos la vuelta, si fuimos al cementerio, que aún no habíamos conocido. Una pequeña escapada a Mercedes, para no perder la costumbre, caminar un rato sus calles y...
Read moreUna experiencia inolvidable! Este restaurante de campo, con su encanto histórico, superó todas nuestras expectativas. Desde el momento en que cruzamos la puerta, sentimos que habíamos viajado en el tiempo: teléfonos antiguos, botellas de colección, latas de galletitas y un sinfín de detalles que evocan otra época. El ambiente es cálido y familiar; te reciben con una amabilidad que te hace sentir como en casa desde el primer instante.
El servicio fue impecable. A pesar de que el día de nuestra visita había pocos comensales, los tiempos de espera fueron mínimos y las camareras se destacaron por su cordialidad y atención a cada detalle.
Para empezar, pedimos dos empanadas fritas de carne: doradas, crujientes y con un relleno delicioso. Acompañé la entrada con un ron con cola, una combinación que potenció aún más los sabores. Como plato principal, optamos por compartir unos ravioles de verdura, cuya mayor sorpresa fue su relleno abundante y de calidad, muy diferente a los que suelen encontrarse en fábricas de pastas. Cada bocado se sentía casero y lleno de sabor.
El broche de oro fue el postre. No podíamos irnos sin probar el famoso postre Suipacha, una delicia que combina masa, dulce de leche, queso de cabra y frutos secos. Es perfecto para compartir, ya que el equilibrio entre el dulzor del dulce de leche y el toque salado del queso de cabra lo hace irresistible sin resultar empalagoso. Para mí, la joya de la casa.
Volveríamos? Sin dudarlo, una y mil veces más! 🙌🏼💯 Gracias por brindarnos no solo una comida espectacular, sino una experiencia llena de historia, sabor y calidez. Cuando las cosas se hacen con amor,...
Read moreSáb.27.05.23 almuerzo. 5⭐ Una experiencia sumamente gratificante. Llegamos a horario y la mesa nos aguardaba (solo toman reservas) sonaba Gustavo Cerati por lo que ya no podía comenzar mejor. La atención muy cordial, rápida y eficiente, los dueños participan también del servicio y se preocuparon porque estuviese todo en orden. La comida espectacular. Arrancamos con empanadas de carne y provoleta ambas entradas buenísimas. Platos principales, tallarines con bolognesa y matambre a la pizza con fritas. Los tallarines una delicia y el matambre se deshacía, lo único para criticar es que el matambre con fritas se entibió rápidamente. De postre compartimos una copa de tiramisú gloriosa. Las porciones son buenas. La ambientación es genial poniendo en valor un almacén de 1903. Precios sumamente accesibles. Nos apenó ver tanta gente que no pudo sentarse a comer por no haber reservado previamente, lo que habla del renombre que adquirió el lugar. Para recomendar/revisar: 1- Atender estado/estructura/decoración del baño de caballeros que dista mucho de la decoración general. 2- Identificar recorrido al baño y puerta por la que se accede, la gente pregunta mucho pudiendo evitar el asedio de preguntas con esta indicación. 3- Para cuando se venga el frío invernal cuando se abre la puerta de acceso entra un "chiflete" que afecta las puertas cercanas al acceso. 4-El menú parece un poco acotado si bien tener menos platos permite especializarse en ellos creo que les resultaría tener una oferta más amplia. Les recomendaremos a todos nuestros conocidos que opten por @Restaurante de campo FREIRE para comer...
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