El lugar está limpio aunque no hay una decoración muy atractiva pero la limpieza lo salva bastante, te dan unos taquitos de relleno de botana muy ricos con una salsa de habanero muy rica aunque poco picante, pero es comprensible porque hoy día es difícil conseguir chiles habaneros realmente picantes, la cerveza te la sirven bien fría 👍 la atención del personal es muy esmerada. Lo único que no fue agradable fue el costo de los platillos, considero que en base a la porción, calidad y sazón el precio es elevado, oscilan cerca de los $300 que es un 20% (aprox) más bajo que en la pigua por ejemplo pero hay que dejar claro que la pigua los supera 1 a mil en lo confortable del lugar, la calidad y sabor de los platillos, así como la categoría.

Regresaré de nuevo porque percibí que son gente muy comprometida con su negocio y viendo las demás opiniones me parece que las pocas áreas de oportunidad son la relación precio/platillo y supongo que harán algo al respecto.