Yokozuna Ramen — Restaurant in Culiacán Rosales

Estoy seguro la experiencia de todos la primera vez vez es prácticamente la misma, y la verdad es que es indudable; Por fuera este sitio hace un excelente trabajo invitándote a entrar o por lo menos llamando tu atención, se queda corto una vez decides cruzar sus puertas.

El ambiente por dentro es simplemente increíble, por supuesto lo primero que llama la atención es el diseño interior, simulando esos apretados pasillos de algunas grandes ciudades del Japón avivados por la calidez de sus negocios de comida y la familiaridad de aquellos que atienden.

Dejando de lado lo romántico de lo que tus ojos pueden captar, el servicio en el lugar, al menos en mi experiencia ha sido muy grato, de entrada a salida la atención del personal fue rápida, efectiva y siempre con un semblante amable, se nota que hay pasión en ello.

Por otro lado si bien la comida cuenta con opciones algo limitadas, y no mentiré siento el precio es un poco elevado para lo que se ofrece (supongo parte del precio incluye también la experiencia), el sabor es mejor de lo que esperaba.

Mi pareja pidió un Ramen picante, del cual su única pequeña queja es que necesitaba un poco más de agua, estaba algo espeso. En mi caso fue un Bento (picante también) del cual no he sido muy fan del arroz, quizá un poco insípido para mi gusto, sin embargo el pollo picante se llevó la noche (o la tarde), excelente cocción, excelente sazón y triple-excelente sabor.

Terminamos con una nieve de Matcha y Taro que fue el perfecto cierre.

La verdad es que quedo bastante contento con esta experiencia y sin duda hay ganas para regresar de vez en cuando, por el precio quizá no tan pronto como me gustaría, pero para alguna ocasión especial o una reunión con amigos podría recomendarle ampliamente.

Buen sabor, grandioso servicio y más que...

El servicio es pésimo, el restaurante estaba solo salvo por una mesa al fondo, un mesero corrió a decirnos que no podíamos pasar, que había que anotarnos en la lista de espera, tardaron 10 min en pasarnos(aún con el restaurante solo). Llevabamos un pastel y de entrada nos dijeron que no estaba permitido, llevábamos una cumpleañera y nos quitaron el pastel y que a la salida nos lo regresarían. Bueno preguntamos por alguna promo o de perdida marco para fotos por el cumpleañero y nos dijeron que no contaban con nada para cumpleaños El restaurante está súper pequeño, más pequeño de lo que lo hacen ver en redes sociales. En fin pedimos la comida y el sazón nada que ver con el que habíamos probado en la otra sucursal Togo, el té no cuenta ni con un refil. En fin terminamos de comer y pedimos permiso para tomarnos una foto con el pastel, a duras penas acepto el mesero pero cuando lo quise destapar, se acerca el mesero y me arrebata el pastel diciendo que no podía abrirlo, en serio casi me tira al suelo el pastel, a lo que le dije que estábamos consientes de no poder partirlo, pero queríamos una foto en su local(total ya habíamos consumido). Yo de todos modos abrí el pastel enfrente del mesero y mi hermana estaba llorando por la actitud del mesero, le tome la foto y nos fuimos del lugar. Jamás volveremos a poner un pie ahí. Pd: el restaurante cierra a las 8pm por si piensan ir a cenar, no se puede. Lo único rescatable es la decoración y ambientación estilo japonesa, pero algo que no me terminó de agradar del todo es que la música es Otaku, como si eso fuera lo único...

El restaurante esta en el primer piso, es muy cotizado, para su reserva cuentan tableta y un sistema para agregarte a la lista de espera y contactarte por WhatsApp para cuando llegue o se acerque tu turno, la cual los fines de semana si es en la tarde es exageradamente larga, la espera puede ser hasta 1 hora a casi 2 horas, y la espera es afuera del restaurante sin aire acondicionado a la intemperie, lo cual en tiempo de calor no es muy recomendable ya que la plaza no está completamente ventilada. La decoración es acorde a los productos que ofrecen, su especialidad es ramel, nieve estaba descompuesta así que solo había de un solo sabor, en caso de pedir el restante que se consumió en el restaurante para llevar, te dan los empaques para service uno mismo, pero dan una bolsa sencilla no la que se da al pedir desde el principio para llevar. Su especialidad es el Ramel, más tienen variedad de sodas extranjeras, sin embargo hay que preguntar si hay en existencia todos los sabores que ofrecen en el menú, y la máquina de nieve se descompuso así que solo hay de un solo sabor. Nuestra visita se dio después del tercer intento para conocer el lugar y los platillos, así que no podría decir que valió la pena la espera ya que los platillos...