Caminando por una pequeña calle, notamos el humo saliendo de una casa de adobe con tejas antiguas y de inmediato pensamos: “Ese lugar tiene que ser bueno”. No nos equivocamos.
Nos recibió cálidamente Iris, la dueña y chef del restaurante, quien nos contó la hermosa historia de su hogar. Esta casa perteneció a sus abuelos, Chonita y Wenceslao, quienes criaron allí a sus ocho hijos. Hoy en día, ella la ha convertido en un pequeño restaurante que conserva la esencia de antaño. La estructura original sigue intacta, con sus paredes de adobe, su hermoso jardín y un ambiente que transporta a otra época.
Lo que hace especial a este lugar no es solo su historia, sino su concepto de cocina. Iris lo llama “cocina de raíz”, un homenaje a la tradición y a los sabores auténticos. Aquí todo es fresco, orgánico y hecho en casa: los huevos provienen de la región, la carne nunca ha sido congelada, las frutas y verduras son seleccionadas con cuidado. Además, Iris prepara sus propias mermeladas y evita los embutidos o cualquier tipo de comida ultraprocesada. Todo se cocina a la leña y al carbón, como lo hacía su abuela.
Cada platillo refleja el amor y la dedicación por la cocina tradicional. Pedimos el “desayuno de la abuela” y los chilaquiles del abuelo con carnitas y huevo. Desde el primer bocado, fue evidente que estábamos disfrutando de algo especial. Los sabores eran profundos y reconfortantes, con ese inconfundible toque ahumado que solo un fogón puede dar. Los ingredientes se sentían frescos y de gran calidad, y la sazón era simplemente perfecta.
El ambiente es otro punto a favor. Iris nos platicó más sobre su familia y su amor por la cocina, lo que hizo la experiencia aún más especial. Se nota que este lugar es un proyecto hecho con el corazón, no solo un negocio. Es un espacio que mantiene viva la historia de su familia y la tradición culinaria de la región.
El precio es más que justo por la calidad y la experiencia. Para dos personas, la cuenta fue de aproximadamente 500 pesos (incluyendo propina), con porciones generosas y un sabor que difícilmente se encuentra en otros lugares.
Si visitas Talpa y buscas un desayuno auténtico, lleno de tradición y con ingredientes de la mejor calidad, este lugar es una joya imperdible. La comida es deliciosa, el ambiente es acogedor y la historia detrás de cada platillo lo hace aún...
Read moreUn lugar que te transporta desde la entrada, a la casa de los abuelos y te invita a pasar con una grata bienvenida por parte de su personal. Desde sus arcos hasta la cocina, el olor a la leña que emana del fogón donde se da principio a las delicias q ahi se cuecen, sabrás que lo que elijas, tendrá ese toque especial que solo saliendo de la ciudad encontrarás. Nuestra elección fue un humeante café d olla que invitaba a despertar con su rico aroma para despues ordenar nuestro desayuno, el de Mamá Chonita. El cual consta de una generosa porcion de fruta fresca de temporada, huevito a elección, estrellado o revuelto, su ración de tocino y las delicias de la casa, unas papitas cambray marinadas en cervecita con toque ahumado, que wow! Por si fuera poco y creías q era el fin del platillo, pues no, tambien cuenta con el toque dulce proporcionado por sus panqueques o hotcakes que llevan para rematar, la mermelada de la casa. Pero si aun te quedó huequito, las galletas de avena son una delicia, caseras y con la suavidad justa para seguir en la sobremesa. No te pierdas este excelente lugar para degustar tus alimentos a muy buen precio en Talpa de Allende. Precio por persona...
Read moreExcelente lugar con muy ricos alimentos así como sus bebidas. Espero volver pronto A degustar un rico desayuno.(primera y segunda visita) Ayer fue la tercera visita a este gran restaurante el cual trataron de mejorar en servicio pero deja un pequeño mal sabor de boca, ya que al servir sirvieron todo a destiempo... Unos ya habían terminado de comer y otros aún ni les había llegado el platillo, incluso pidieron dos platillos iguales y fueron los que sirvieron al. Último y que ya no tenían carne para uno de los platillos, se cambió y tardaron bastante, todos habíamos terminado de comer y el último platillo apenas se estaba sirviendo, a eso le agregamos que ya querían salir porque ya era hora, pero fue culpa de Ellos no fijarse que no tenían carne para el platillo. Sin duda es una muy buena elección para desayunar en talpa, espero mejoren estos pequeños detalles que le quitan llevarse sus 5 estrellas. Sin duda seguiré llendo cada vez que...
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