Restaurante Prehispanix — Restaurant in Jalisco

Prehispanix is not just a restaurant — it’s an immersive cultural and culinary experience that left us in awe from start to finish. We were a large group celebrating my niece’s birthday, and it turned out to be the perfect place for such a special occasion.

From the moment we arrived, we were transported into another world. Greeted by hosts dressed in indigenous attire, we were guided through a dramatic, winding cave adorned with pre-Hispanic decor and flickering lights. This unique entrance set the tone for what was to come — and it only got better.

The restaurant itself is perched on the edge of a stunning ravine, offering panoramic views that truly look like a living painting. As the sun set, the scenery became even more magical, adding an unforgettable backdrop to our evening.

The food? Absolutely fabulous! We sampled nearly every ceviche on the menu and were blown away by the freshness, creativity, and bold flavors. Every cocktail was perfectly crafted, balancing local ingredients with inventive twists. Not a single dish disappointed.

Then came the show — the cherry on top of an already perfect night. A vibrant display of pre-Hispanic dancers, ballet folklórico performances, and live ranchera singers brought Mexican history and tradition to life right before our eyes. It was entertaining, emotional, and deeply memorable.

Prehispanix delivered an experience that goes far beyond a typical dinner. It’s a celebration of Mexican heritage through sight, sound, and taste. I’m so grateful we got to celebrate here — it’s a place I’ll recommend to anyone visiting Guadalajara. Truly a...

El lugar es muy bonito y la vista ni se diga, pero, tiene demasiadas cosas por mejorar. Cambiamos de mesa porque ibamos varios y unos tenian asignada una mesa, pero al no darnos cuenta, se cerróla cue ta en donde el mesero Dylan atentió y que al mencionarnos que su servicio estaba wow (mis familiares que estaban en esa mesa) pensamos que el servicio en general y de los meseros sería asi, por lo que cerraron esa cuenta de unas bebidas y se movieron a la mesa en donde estábamos nosotros en donde había mas espacio y estaba muy amplia, ya que llevábamos a un niño en carriola dormido. De mesera en esa otra mesa tuvimos a Patricia en esa mesa muy amable pero que definitivamente no dominaba el menú, preguntamos por recomendaciones, porque no conocíamos el lugar y mas que platicarnos de sus platillos, etc, solo no dejaba de mencionat "lo que más se vende..." no fue capaz de decirnos qué había probado alguno de los platillos para explicarnos o recomendarnos... total que pedimos de acuerdo a lo que nos latió, pedimos unos chiles rellenos de camarón y mencionó que venían 6 y no 4 como en la carta, yo le mencioné que en la carta decía que eran 4 pero ella volvió a confirmar que no, que eran 6 por lo que pedimos 2 ordenes para completar deacuerdo a los que íbamos y en efecto, al momento en que llegó la comida solo venían 4 y una escasisima porcion de camaron picado, en los platillos se le preguntó por un platillo de camarones y nos indicó que ese específicamente venían pelados porque la persona queria camarones los quería pelados, por lo que los pedimos y resultó que venían con cáscara y fritos, se pidieron 3 carajillos los cuales los sirvieron en un vaso normal cosa que esta mal porque jamás se sirven asi, se les dijo y qué hicieron? simplemente llevaron otro vaso normal con hielos (no de los old fashion como debe ser) y pues en fin ni se usó, finalmente pedimos postres, un pan de elote, que de elote no tenía NADA, era un simple pan de vainilla en forma de granitos de elote como si fueran las costillas de elote que en algunos bares sirven pero de pan, y 0 sabía a elote, también pedimos un creme brulé, que suele ser de vainilla y con la capa de azúcar cristalizada como se caracteriza y oh sorpresa, parecía un acaí bowl con fresas, blue berries, coco rallado, una capota de chocolate duro como corteza y era un vil muse de chocolate, de creme brulé NADA, hicimos la mención a la mesera nuevamente y fue y habló con cocina y que no, que así era (en la carta no especificaba que era de chocolate y perdón pero un muse y un creme brule, 0 estan cerca de ser lo mismo) por lo que a pesar de que la comida estaba buena, la experiencia 0 fue grata, era la primera vez que íbamos a este lugar y la verdad dejó mucho que desear, pedimos un Burrito de marlin, camarones roca que de aderezo y roca no tenían NADA porque sabían a camarones empanizados y 0 aderezo unas 3 rayitas y se me hace mucho, pedimos que si podian ponerles mas aderezo y sin avisarnos nos cobraron APARTE el aderezo, pedimos de entradas tiradito de Atún, unos bocaditos de Atún y salmón y muy bien, ricos, se pidieron unos ostiones y la verdad es que al preguntar sobre la frescura y si eran del día o no a la mesera, no nos supo responder, respondió dudando y sin saber de donde los traían y literal le hicimos el comentario de "ojalá que no nos hagan daño", también se pidió un tiradito de rib eye y un volcan de arrachera o rib y buenos... al final, pagamos una cuenta de $5,170 pesos y que personalmente, no volvería, hay lugares mas cerca, con igual o mejores vistas y sobretodo MILLONES DE VECES DE MEJOR SERVICIO que al final es lo que a uno anima a regresar. Si te gusta la música en vivo hay 3 mujeres cantando y después hacen un show prehispánico, la verdad las 3 que cantan no se escuchan tan wow y llegan a aturdir después de un rato, no sé si es su voz o si el sistema de sonido que manejan no es muy bueno o no lo tienen calibrado, pero no se escuchaba padre, al contrario, llegó a ser molesto y el valet... TARDADISIMO, llevan a sepa donde a guardar los coches, cosa que...

Mi opinión honesta, es larga pero vale la pena saberlo para ir preparada y no dejarse llevar por las redes (o saltare hasta conclusión si no quieres leer jaja), como lamentablemente fue mi caso. Primero hablemos de lo bueno. Vista preciosas, lugar espacioso, ceviche de camarón bien amabilidad de las hostess bien. Ahora sí, fui por mi cumpleaños reserve con anticipación y temprano para tener una buena mesa, me dijeron que me darían una cortesía. Al llegar el vallet te advierte que no dejan ahí el carro que lo dejan muy lejos en la colonia de enfrente. Parece que el lugar es nuevo y los meseros no han recibido capacitación, no conocen los platillos, los traen en diferentes tiempos, y se equivocaron en un par de platos, nos atendió una mesera que estaba molesta ya o se molestó porque le solicitamos amablemente bajar el volumen de las bocinas , simplemente dijo que no se podía. Su compañero intento hacer algo y si, lo bajaron. Nos dieron creo que la peor ubicación, y eso que prácticamente fuimos los primeros en llegar, el sol pegaba terriblemente , bajaron una cortina pero no ayudó mucho. Aún asi dije bueno voy a disfrutar el momento.. la comida, bueno está es la parte triste, son platos de 250 a 300 promedio. Hamburguesa infantil como 110, mal cocinada, cruda, la niña ya no pudo comer porque le dio náuseas. filete de pescado, no pudiera decir que era filete muy malo ni lo pudieron terminar, adjuntaré Fotos, el resto de platillos bien sin destacar ninguno. La cortesía de cumpleaños que tanto dijeron bueno.. no me la dieron el único que se disculpo fue un mesero se aprecia pero no remedia, al llegar la cuenta nos 'presionaron" con la propina le di mi opinión a quien fue a cobrar y a una hostess y ni siquiera decir vamos a mejorar, es obvio que no tiene supervisión y/o los dueños no están involucrados, por último si tienes movilidad limitada o personas mayores el acceso es complicado una rampa empinada., cuando reserve no me comentaron que había show a la 4 habría reservado más tarde para verlo, pero cuando nos dijeron pensé bueno pudiéramos pasar el día y ver un poco tomar algo después de comer.. pero no, solo quería irme. Muy decepcionada y lo bueno con el aprendizaje de investigar mejor antes, asi que si tú como yo tienes un evento especial no te digo que no vayas, solo espero que una experiencia de alguien real te sirva para saber que esperar y quizas poder disfrutar el paisaje y el show. CONCLUSIÓN: no esperes una experiencia culinaria, si quieres conocer es un lindo lugar y un concepto que tiene potencial, no lo recomiendo para comer realmente sino para unos drinks y botana, el ceviche de camarón estuvo bien, a lo mejor si hubiera sabido esto no hubiera sido tan decepcionante. La carne ya había pedido cocerla más, el filete no parece filete, con gordos...