Hace tiempo pedía sandwiches y muy ricos, pero hoy decidí probar burritos y... Oh, los burritos! Esas pequeñas joyas envueltas en tortilla que nos prometen un bocado delicioso y saciante. Sin embargo, permíteme contarles sobre mi reciente encuentro con unos burritos que desafían toda lógica culinaria. Recibí estos supuestos manjares de harina con carne, pero al abrirlos, me encontré con un triste panorama: ni una pizca de carne a la vista! Solo un desierto infinito de tortilla, tan seco y sin vida que podría competir con el Sahara en plena sequía.
Déjenme ser claro, si hubiera pedido estos burritos en el año 2020, cuando una pandemia azotaba al mundo y la escasez nos obligaba a conformarnos con lo que había, podría aceptarlo. Pero, estamos en el glorioso 2023, ¿acaso no han oído hablar de la proteína? ¿O es que el contenido de res ha decidido abandonar estos burritos en busca de un lugar mejor?
Por el precio que pagué, esperaba al menos un atisbo de sabor, una explosión de texturas, algo que pudiera considerar remotamente digno de llamarse 'burrito'. Pero, en cambio, me encontré con la triste realidad de que estos burritos son más parecidos a una fiesta de tortillas secas y aburridas que a un festín culinario.
En resumen, si buscas una experiencia gastronómica que te haga llorar de desilusión y preguntarte qué has hecho para merecer esto, no busques más. Estos burritos son la personificación de la decepción y el desamor culinario. Y mientras mis papilas gustativas lloran por la falta de carne, yo solo puedo preguntarme: Dónde demonios se fue la proteína? Quizás algún día la encuentren y podamos disfrutar de un auténtico burrito con carne. Hasta entonces, amigos, eviten estos burritos como si fueran una plaga bíblica, a menos que sean fanáticos incondicionales de la tortilla pura....
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