Antojitos Doña Inés — Restaurant in Oaxaca

Antojitos Doña Inés is a hidden gem that truly showcases the vibrant flavors of traditional Mexican and Oaxacan cuisine. The moment you step inside, the warm and inviting atmosphere sets the stage for an extraordinary culinary experience.

Let’s talk about the star of the show: the Tostada de Pata. This dish is a delightful marriage of textures and flavors. The crispy tostada serves as the perfect base, while the tender, slow-cooked pork leg is seasoned to perfection. Each bite is a burst of savory goodness, complemented by fresh toppings that add a refreshing crunch. The balance of flavors is simply sublime, making it a must-try for anyone seeking an authentic taste of Mexico and Oaxaca.

Equally impressive is the Tostada de Costilla. This dish elevates the tostada experience with its rich, flavorful beef rib meat. The meat is succulent and packed with deep, smoky flavors that transport you straight to the heart of a bustling Mexican market. Paired with vibrant salsa and a sprinkle of fresh cilantro, it creates a delightful explosion of taste that lingers long after the last bite.

The attention to detail in both dishes is evident, showcasing the passion and dedication of the kitchen staff. Whether you're a lifelong fan of Mexican and Oaxacan cuisine or a newcomer eager to explore, Antojitos Doña Inés promises an unforgettable dining experience that will leave you craving more. Don’t miss the chance to indulge in these exceptional tostadas; they are a true testament to the art of Mexican and...

Tenía expectativas altas de este lugar: gran error. El espacio está ubicado en esquina y es muy amplio, con mesas incluso afuera sobre la acera. Lo primero que llama la atención es la falta de menús. Ni siquiera hay un menú general sobre la pared. Así que hay que andar preguntando los productos varias veces, así como costos, porque en Oaxaca son conocidos por cambiar precios para turistas y gente de otros lados. Aunque ya sabía que iba por una tlayuda quería ver qué otras cosas había en el menú. Se me hizo muy cara una tlayuda combinada(mi favorita) en $115, así que pedí una sola carne, la cual por cierto vino en una sola pieza (sin cortar). Me sorprende lo popular que se ha vuelto esta práctica. Pero yo prefiero que corten la carne en pequeños trozos y no tener que sufrir para masticar. En fin, la tlayuda estaba muy sencilla. Nada que resaltar. El servicio creo que depende del mesero que te toque. El que nos tocó era muy malo, no se daba a entender y no sabía los precios de las cosas, y desapareció justo antes de necesitáraramos la cuenta. Así que alguien más tuvo que hacer un cálculo rápido y decirnos cuánto era la cuenta. Ah, pedí un molote y eso salvó la noche. Estuvo muy bueno. Subo la foto. De la tlayuda no tomé porque no me inspiró. Habiendo tantos lugares para cenar tlayuda que son mucho mejores, probablemente no regrese...

Doy una estrella por la experiencia que tuvimos. Fuimos a cenar en mi caso por primera vez, pero la experiencia fue un tanto decepcionante. Al llegar, el mesero nos ignoró cuando intentamos llamar su atención cuando literal pasó a nuestro lado. Cuando finalmente logramos ordenar, pedimos algunos platillos y cuatro atoles. Al probarlos, notamos un sabor agrio inusual. Comentamos esto al mesero, quien dijo que lo revisaría, pero nunca regresó a darnos una respuesta. Finalmente, decidimos pedir aguas frescas en su lugar.

La comida en general sabía bien. Al pedir la cuenta, notamos que aún nos cobraban los atoles. Al llamar al mesero para reiterar nuestro descontento, nos respondió que, según él y el resto del personal, el atole estaba bien y solo “faltaba azúcar”, aunque claramente percibimos que estaban en mal estado. Al final se terminó pagando.

Para colmo, hoy quienes probamos el atole despertamos con problemas intestinales, lo cual solo confirma nuestra mala impresión. Después de esta experiencia, no puedo recomendar este lugar. Si decides ir, tal vez sea mejor evitar bebidas o alimentos que puedan no ser frescos, ya que la calidad claramente no es...