Hierba Dulce — Restaurant in Oaxaca

I like the mission, ethos, and menu choices. Presentations of the dishes were beautiful. I ordered sikil pa'ak, a Yucatan dish, Guias soup, a local Oaxacan dish, and tetels de quantonil. All were prepared well with artistic presentations. Yet they were all devoid of flavor, spices, and not satisfying. The sorbet dessert was really a granita with the faintest fruit flavor. I was expecting the smash mouth intensity of Mexican gelatos. The mezcals were half ounce drinks; other restaurants served 1-2 ounces. Finally, the service was rushed. I wanted to savor my mezcals but experienced a rushed sequence of dishes. It was necessary to ask the waitress to allow a 10 minute interlude between dinner and dessert so I could enjoy another mezcal. It was early on a Saturday night; blandly prepared Oaxacan dishes, clearly a quixotic experience. I conclude that poor staff training and management are equally responsible. Why would an owner allow this? This was my worst meal during a two week trip in Mexico. Consider all of your dinner options as there are many good...

To preface, we live in Los Angeles so maybe we are a little spoiled with the vegetarian/vegan options.

Hierba Dulce has a great ambiance with a modern and clean look. The staff are attentive, friendly and provide in-depth explanations to the dishes.

The food was extremely beautiful, and made for wonderful photos but that's about as far as the positives will go. We ordered the 7 moles with mushrooms, the enchiladas and two other starters. We were unable to finish any of it as none of it was palatable. The moles were overwhelmingly earthy and the sauce just could not make up for it. The enchiladas were flavorless. The tortillas were extremely tough. The drinks and cocktails were wonderful; however, it could not make up for the meal. Unfortunately, this experience will live on as one of the worst flavor journeys we have had in Mexico. The price was the last dagger to the meal.

They have everything else lined up. They just need to figure out what to do with the flavor of the food. I would not recommend this restaurant until they revamp...

Medio raro. ¿Porqué sigo probando los restaurantes vegetarianos? ¿Será tonto de mi parte seguir probando comida hipsters bien cara para recordarnos que las verduras no son tanto baratas como la carne? ¿Comida que no tiene sabor o de manera tan escasa? Pues otra vez, decepcionado por tal lugar de comida de conejos. Primero, el menu: te dicen servido con, y no mole de tal color y de tales verduras. Puedes creer que se sirve acompañado de esas verduras al vapor (soooooo difícil de cocinar así). Y la chica te sirve que hay 7 moles y que... Pues, no sabes contar de una a 7, ya que su anuncio es la cata de 7 moles... ¡No mames!

Después el patio del restaurante : 7 mesas, dos largas, 4 pequeñas, un sofá mesita. Parece encogido, cuando en otros lugares podrías colocar 3 o 4 mesas más. Creo que son las sillas que estorban mucho en este lugar.

Después de ordenar la comida, esperar... Y esperar... Y esperar... 17 minutos para que lleguen las sopas ya listas en cocina. Decentes, bastante buen sabor, empezamos bien, mejores con el toque de limón y de la salsa bien picosa que agregan otro nivel de sapididad. Empieza después lo triste: tanta espera, y llegan nuestros platos casi fríos. No vale la pena agregar las setas en el mole: no dan sabor, no son trabajados para agregar este toque tipo carne cuando son asados previamente. Sólo son hervidos como las demás verduras y son bien pocas para los 50 pesos que piden de complemento. Y las setas no tienen mucho sabor cuando son así hervidos. El mole en sí, no tiene ningún interés. He probado mucho mejores en los mercados en los pueblos del valle, yendo a los comedores de los mercados. Y si uno quiere otro nivel de mole, pues hay mucho mejores opciones en la ciudad de Oaxaca, con complejidad de sabores, trabajo de la masa e mole, especies e.... Industria en su sentido inicial, es decir afán, voluntad de trabajar bien los productos.

Las tetelas : frías, no supieron buscar los matices de sabor de los buenos quintoniles del valle. La salsa de jitomate sin interés. De verdad, me hizo pensar en esas botanas congeladas que tenemos en Europa (esas horribles mini pizzas industriales congeladas que se sirve cuando uno no tiene mucho dinero, con masa miedo cocida y salsa de jitomate bien azucarada).

Los meseros faltan totalmente de entrenamiento. Los platos se escurren en sus manos con regularidad. Les sería de mucho uso una charola, y se mejoraría bien la higiene general de la manipulación de alimentos que es bien baja por el momento. Además dan muchas vueltas para tan pocas mesas y clientes que esperan el servicio. Éramos 17 clientes, 2 mesas que habían acabado de comer, una en curso, sólo 8 clientes que atender para la comida. Tenía la impresión de estar en un restaurante con 50 o más clientes, en hora pico, por tantas vueltas alrededor de nuestra mesa.

En pocas palabras: muy cursi, hipster (por eso puros extranjeros adentro?), demasiado caro por lo que venden. El concepto tiene potencial, pero con otro nivel hostelero. Empezando con buscar un cocinero que sí sepa de los secretos de la...