Matehuala no es un municipio de San Luis Potosí que suela caracterizarse por sobresalir turística o culinariamente.
La ciudad-pueblo en la que junto con su municipio vecino, Cedral, fue filmada la película El Infierno en 2009 para estrenarse en el 2010, como parte de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia de México, es de hecho tal cual se muestra en la película: un casi desolado pueblo de calor seco en el que no hay mucho que hacer, más allá de ingerir cerveza en el sinfín de cantinas o depósitos que se pueden encontrar en la ciudad, por cierto administrada por el Crimen Organizado, si bien no parecen meterse con los civiles.
Es por ello que haber encontrado este un tanto escondido lugar apenas a una cuadra de la plaza principal del municipio, fue, más allá de una sorpresa, un gran respiro.
No recuerdo el nombre del platillo que pueden ver en la foto, sin embargo recuerdo que era peculiar y tenía algo que ver con el nombre o el concepto del establecimiento.
Los mariscos estaban muy frescos, y no sé si fue sesgo mío por la emoción de la presentación del platillo, pero no me supieron a Golfo de México, sino al Atlántico, que es de donde los mariscos estilo Sinaloa son sacados, y de verdad esto cambia para bien el sabor y la consistencia.
Esa es la principal característica que todo establecimiento que se jacte de vender mariscos estilo Sinaloa debería procurar: que en efecto provengan del mar cercano a Sinaloa.
Este platillo me costó $189 (y no solo lo valió, debería valer más por lo atascado de mariscos qué está, y la cantidad de los mismos que tiene), y el refresco si no me equivoco me valió poco menos de $30. Si mal no recuerdo, las cervezas andaban entre 35 y 40, pero en esta ocasión no acompañé los mariscos con cerveza.
En cuanto a diseño, sí bien el exterior es un poco estándar aunque sí se distingue que se trata de un restaurante de mariscos, el interior es bastante alegre, y en él permean a los colores blanco y azul, los cuales en efecto hacen sentir como que se encuentra uno cerca de la costa, sí bien Matehuala no puede estar más alejado (conceptual y KM) de lo que es cualquier pueblo costeño en términos de todo: clima húmedad, diversión, comida entretenimiento elaborado... Lamento decirlo, y llevo sangre de dicho pueblo, pero Matehuala es feo, aburrido y no hay mucho que hacer a menos que haya fiestas patronales o cuestiones por el estilo.
Matehuala no es un lugar que ofrezca algo relevante en términos de turismo o cocina; más allá del sobrevalorado cabrito norteño que presumen en El Mezquite, pero cuyo mérito de sabor es primordialmente de los animales de la región, que comen muy buenas plantas y frutos secos, y se crían a la la sazón de la región.
Por lo anterior, este lugar resulta un verdadero oasis de cocina buchona del mar en medio del literal desierto que es, y lo digo en términos de sabor, frescura precio y al parecer ambiente, pues a pesar de que yo fui a dicho lugar en martes, pude percibir una vibra de que los fines de semana seguramente está y lleno de familias y crudos (crudos decentes), disfrutando de los buenos insumos qué mariscos Puro Sinaloa ofrece de manera plausible.
Cierro con el único detalle negativo del lugar, el cual es característica común en los pueblos subdesarrollados de México, en función de la falta de educación técnica especializada para diversos rubros de trabajo: El Servicio.
La mayoría de los empleados eran muchachos y muchachas de entre 18 y 25 a lo mucho. Justo la edad del valemadrismo y del enojo por no ser dueños del mundo, como en efecto se creen.
Los chicos no fueron desamables, pero tampoco brillaron de atentos: fueron el típico caso en el que se mantenían distraídos por el cuchicheo entre ellos, y entiendo que el chismes vicio y a todos nos gusta, pero cuando laboras en un restaurante y brindas un servicio tienes que estar 200% más al tiro de los clientes que de los compadres de trabajo o del celular. No fueron groseros ni oscos, pero a decir verdad se la pasaban tragando reata y era uno el que tenía que casarlos...
Read moreMe gustó mucho este de este restaurante las tostadas los promociones Ojalá pongas más no más lo único que no me gusto es el estacionamiento pero de ahí para allá todo está súper chido es como cuestión de como de organizarse para que no tenga uno problemas si traes carro moto lo que sea pero no hombre todo lo demás estuvo padrísimo no es porque fue cumpleaños de mi marido ayer 17 de octubre entonces recomendable para todo evento también y muy muy barato Hasta eso me encantó Me encantó o sea gasté de lo que hubiera gastado menos en Santa Fe otro restaurante El aseo la higiene todo y pues es muy buena atención por parte del...
Read moreFuimos al puro Sinaloa mi señora. Y yo, ella compro un ser de cupones, llegamos pedimos la promoción, mi queja es que vimos servir mesas que habían llegado después que nosotros, aún una mesa que enfrente de la nuestra llegó, después de unos 10 les sirvieron primero que nosotros , le dije al mesero que la cerveza que habíamos pedido se la pagará con los cupones , los cuál les dejamos . Aunque sea promoción no tienen porque tratarte menos que los demás , dejamos el restaurant muy molestos, y muy desilucionados y sin ganas de regresar, les comentaré a mis amistades del mal raro que pasamos y que no compren...
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