Leña y Olivo — Restaurant in Santa María Ixtulco

A Star in Everything but Name

I’m not sure how this place doesn’t have a Michelin star yet—but honestly, it’s only a matter of time. From the moment we sat down, it was clear we were in for something special.

Every dish felt like it had a story. The grilled octopus? Smoky, tender, and just kissed by the flame in a way that’s hard to describe—like it had been cooked with intention. The picaña was perfectly charred, juicy, and packed with flavor, the kind that makes you pause mid-bite. There’s something magical happening in that kitchen. Ingredients from across Mexico are combined in ways that make you think, Why haven’t I had this before?

Even the little details blew us away. The table salsa had this deep, roasted flavor that made us want to ask for the recipe. Every cocktail was balanced and thoughtful—nothing too sweet, nothing overdone. And dessert? Just the right note to end on.

It’s not just the food—it’s the whole experience. Warm, welcoming, and quietly brilliant. You walk out already thinking about when you’ll come back. Michelin may not have shown up yet, but when they do, they’re going to wonder what took...

Una verdadera joya. Desde que uno llega, la atención es inmejorable, además de recibir opciones de cerveza artesanal local, de botella y barril, se acerca el carrito de gin tonic para ofrecer una variedad de cócteles. También se acerca el carrito de salsas, donde tienen un molcajete y una variedad de chiles asados y otros ingredientes para hacer una salsa al gusto al momento. El servicio de mesa incluye pan y tostadas calientes. Además, los meseros, incluyendo al capitán que supervisa el servicio en las mesas, son todos sumamente amables y atentos.

La carta incluye una selección variada de platillos, tradicionales y de cocina internacional. De las entradas probamos la chistorra y el queso con huitlacoche. Para los platos fuertes, los ravioles en salsa de queso azul están fantásticos, y la hamburguesa muy bien, al término que la pedimos, bien condimentada y de buen tamaño. Sólo pudimos probar un postre, pero hay varios que suenan muy bien, sobre todo las combinaciones de sabores acompañantes, el helado de pimienta rosa resultó una muy grata sorpresa al lado de la tarta de fresa. Pero suenan igualmente bien el helado de cardamomo y el de queso manchego.

Para finalizar, pero no menos importante, el lugar está muy bonito. El techo alto abovedado de ladrillo está precioso, la terraza con madera y plantas tiene una atmósfera ultra agradable.

Para nosotros, los platillos están ligeramente grandes, creo que podríamos haber compartido uno solo de los principales y nos hubiera funcionado.

El precio está muy bien, considerando lo maravilloso que está el lugar. Completamente...

La experiencia en sabores es excelente. Los precios están intermedios, exceptuando, claro, los cortes que van desde 250 hasta mil y tanto. Por persona vendrías gastando si comes un corte alrededor de 900 pesos con entrada y sopa, e incluyendo coctelería. Pero sin corte podrías gastar hasta 700 pesos incluyendo plato fuerte, sopa, entrada y coctelería. Las recomendaciones que te ofrecen son interesantes, el sabor de los cortes y términos son buenos. Las sopas son ricas, aunque la crema de pan podría mejorar, así como la cerveza artesanal de la casa. Los cócteles son ricos, sin embargo, el último que pedí lo hicieron mal, aunque entiendo que ya por la hora, el cansancio puede jugarles una mala pasada. Las cosas que me encantaron fueron la atención, es de 1000, superaron mis expectativas y es toda una experiencia probar los ingredientes que proponen, así como ver cómo preparan en el molcajete tu salsa (que la hacen realmente deliciosa y a tu gusto). Lo que creo que podrían mejorar son la carta de coctelería ya que podría mejorar la experiencia con sus distintas propuestas que son deliciosas, sin embargo no a todas les queda con lo que ya cuentan (incluyendo los Gin), y aunque tienen una extensa propuesta de sabores en postres, me encantaría conocer más, ya que veo que disfrutan jugar con distintos sabores. En conclusión, regresaré sin pensarlo, aunque tenga que viajar de un Estado a otro para visitarlos, ya que en verdad nos enamoró a mi familia y a mí. También quiero agradecerles por ser tan atentos, pues fuimos para festejar el cumpleaños de...