La Parroquia — Restaurant in Tulancingo de Bravo

Decidí visitar "La Parroquia" con altas expectativas, pero debo decir que fue una experiencia decepcionante en todos los sentidos. El servicio dejó mucho que desear, al punto de ser frustrante. Tardaron una eternidad en traer la comida, y para colmo, los platillos llegaron en diferentes momentos, obligando a cada uno de los presentes a comer por separado. Esto denota una pésima organización por parte del personal y falta de coordinación en la cocina. Este lugar se promociona como un restaurante "típico" de Tulancingo, pero lo único típico que encontré fue la falta de profesionalismo y respeto hacia los clientes. Pero lo peor llegó con la comida. Pedí un guajolote de huevo con queso, el platillo más representativo de Tulancingo, y lo que recibí fue una bofetada a la gastronomía local. En lugar de huevo hervido, como debe ser, me sirvieron huevo revuelto, algo totalmente inaceptable. ¿Cómo un restaurante que se dice "típico" puede permitirse no tener huevo hervido para un guajolote? Es una burla y una falta de respeto para la tradición culinaria de la región.

Además, el resto de los platillos estaban insípidos y mal preparados. Ni siquiera el sabor, el mínimo que uno espera en cualquier lugar, fue capaz de redimir esta experiencia. Este restaurante no solo carece de calidad, sino también de identidad.

"La Parroquia" es una decepción monumental y un insulto a la cocina tulancinguense. Si aprecias tu tiempo, tu dinero y tu paladar, aléjate de este lugar. No lo recomiendo bajo ninguna circunstancia. Un verdadero fiasco.Si estás considerando ir, hazte un favor: elige cualquier otro lugar, incluso un puesto callejero, porque lo más seguro es que será una...

Fuimos a este restaurante por las reseñas positivas que leimos, y la atencion de el personal fue exelente, pero no estoy seguro el porque de tantas reseñas positivas, quizas fue por la comida corrida, nosotros ordenamos una de las especialidades de la casa, yo ordene arrachera a la parroquia, y mi esposa ordeno una milanesa de res, mi arrachera seconvirtio en un pequeño bisteck de res como de menos de cien gramos, en vez de arrachera con una cucharada de frijoles fritos, dos totopos, un pedacito de salchicha de dos centimetros, arroz un poco duro y desabrido, no tortillas, y unas quince papitas fritas, mi esposa recibio una milanesa, con sabor a pescado, y igualmente una cucharada de frijoles fritos dos totopos ensalada arroz insalubre, no dudo que la comida corrida sea excelente ahi, pero nosotros tenemos un lugar super para esa clase de comida, queriamos comernos un buen bisteck, y desafortunadamente no fue asi, salimos muy desilucionados, creo que desafortunadamente muchas veces aunque los dueños de los restaurantes, tengan una muy buena voluntad para sus clientes, los cocineros son los causantes de el fracaso de un buen restaurante, los señores de la administración, no nos cobraron la milanesa, pero siendo esta nuestra primera vez, y la última, es una gran pena que pasen esta clase de situaciones, ese platillo fue el de mas costo en ese restaurante, espero de todo corazón, que su cocinero sea mas conciente, y se de cuenta de que cada reseña negativa, es un punto negro en su historia...

Muy buen lugar para desayunar (con paquetes accesibles) y a veces para comer (el menú en general bien, aunque a veces repiten lo que sobró en días anteriores). Algunos platillos son ricos, aunque hay platillos que no los saben cocinar (por ejemplo, los chiles en nogada son muy malos). Los meseros son muy amables. Dicen que la dueña anterior era muy amable, cocinaba rico, e hizo una muy buena administración del restaurant. Sin embargo, el nuevo propietario que heredó el lugar es muy prepotente y bipolar (no regresa el saludo); ha implementado nuevas políticas extremas, al caso que hasta te cobran los bolillos, tortillas, servilletas y agua del menú. Les sugiero que revisen bien su cuenta, ya que casualmente siempre tiene errores a favor del propietario. Es una lástima que por la prepotencia del propietario varios clientes hemos decidido dejar de consumir...