La Borda

Elegimos La Borda para un reencuentro muy especial, el cumpleaños y bienvenida de una amiga que volvía del extranjero. Todo mal, round uno. Llamamos desde las 13h para hacer una reservación (para las 19:30) muy tajantes y seguros de sí, dijeron por teléfono -"solamente tienen 5 min de tolerancia, si llegan después, pierden la mesa". A lo cual, llegamos 19:20, para no errar. Round dos, habían unas 8 personas esperando en la entrada, nos adelantamos para anunciar nuestro nombre, a lo que la chica 1 (nerviosa) dijo, -"no aparecen en la lista", entró, preguntó y la solución fue "formense atrás de los últimos". ¡no habían hecho nuestra reservación", muy desconcertadas, pedimos apoyo para que lo checaran, no era posible que nos mandaran al final de la fila, habiendo previsto el espacio. Round tres, después de un rato considerable, nos dieron la mesa, un poco a regañadientes, entre las hostess parecía haber tensión. Round cuatro, una vez adentro, después de haber ordenado, volvió un mozo a decir que ya no había ni pizza, ni papas, algunos cortes de carnes, si quiera alcanzaba las órdenes de pasta que habíamos comandado, yo me pregunto, ¿por qué no anunciaron la escasez desde un inicio? Así, tú como comensal decides si te quedas o no. Bueno, vamos con el round cinco, con la mesa vacía pedimos que nos cambiaran de mesa, a una que estaba en una esquina con la vista más bonita, nos dijeron que no se podía porque estaban "llenos", insistimos dos veces as, y la respuesta fue NO. Round seis, ¿qué creen? Una mesa con 4 clientes, con comida y bebida en su mesa, ¡sí los cambiaron!. Los pasaron a la mesa que minutos antes, y tres veces habíamos solicitado. ¿UN PUNTO RESCATABLE? La comida es muy rica y las bebidas también. La pasta pesto, las empanadas y las hamburguesas, las papas gajo y la salsa habanero una delicia. Incluso pedimos un pastelito para el festejo y lo mandaron, cantamos las mañanitas. Pero no el servicio, para entonces, ya teníamos un muy mal sabor de boca, los chicos nos atendieron de mala gana, sin excepción. Tenían una actitud un tanto arrogante y hostil, como si te estuvieran haciendo un favor. Nada atentos, menos amables, las expresiones denotaban irritabilidad por cualquier cosita que pedíamos. Definitivamente no volveríamos, y es una pena porque el lugar es lindo, ofrece una vista ¡impresionante!, los productos que ofrecen son buenos, sin embargo la actitud del personal, deja mucho que desear. Ojalá pudieran tomar capacitaciones para el servicio al cliente, les vendría muy bien.