Palapa de Mauricio — Restaurant in Veracruz

Simplemente Regional, llegamos a medio día, de inmediato una mesera con una gran sonrisa nos atendió, pedimos algo para tomar y enseguida, arroz a la tumbada y otro platillo, el arroz es de los platillos más sabrosos que hemos probado. Llegó un señor mayor vendiendo dulces regionales, los cuales degustamos ahí mismo, la mesera no dejo un momento de atendernos, en su oportunidad nunca nos faltaron las tortillas, los servicios sanitarios limpios y bien arreglados. En la ciudad habíamos comprado unas botellas de torito (bebida regional barata y de excelente sabor) la mesera nos ofreció los torito de jobo y los degustamos, fue una agradable sorpresa. Pedimos la cuenta y fue entregada de inmediato, tal parecía que nos querían sorprender con el bajo costo, lo cual nos invitó a dejar una buena propina y desde luego a regresar. La puerta a esta formidable atención, sin duda fue la bonita sonrisa de mi amada esposa y esos ojos de oriental, mi mejor compañía. Por cierto sin llevan niños pequeños seguro se divertirán, pues tienen juegos limpios, seguros y a la vista de los comensales. La tranquilidad del lugar es...

La palapa de Mauricio la conocí hace 15 años y es totalmente típica comida preparada al momento de excelente calidad. Es muy íntimo el lugar, pero no por eso desmerece, hay que reconocer que es muy difícil agradar a un público que con la menor provocación desenvainan su aplicación para acribillar, y criticar a diestra y siniestra sin un ápice de cordura se lo toman personal. Pero lo que quiero dejar en claro que la Palapa de Mauricio, es en mi humilde opinión un restaurante en toda la extensión de la palabra con sus limitantes por supuesto. La comida es deliciosa, preparada en su punto, frescura y porciones de buen volumen. Atención, esmerada. Trato amable. Cordial humano. No tendría por qué castigar este servicio. Al cual regreso cada vez que puedo. Y estaré proto de nuevo. Buen provecho y nos vemos...

Pésimo servicio, me lo recomendaron y cuando entre a comer desde la entrada el personal fue muy grosero, se acercó la mesera nos entrego las cartas para ordenar y todo el tiempo con una cara de mal genio, al preguntarle sobre el menú me torcia la boca, y se me ocurrió preguntar de que tamaño eran sus copas ya que yo quería ordenar un cóctel de camaron y me dijo: " de tamaño normal " y no puedo traer a enseñar nada y le pedí un momento para ver la carta y me torcia los ojos y boca. Decidimos mejor levantarnos e irnos porque su personal estaba muy grosero. Les recomiendo mejor en la contraesquina el restaurante : " El museo de chico Muñoz". Ese lugar nos atendieron bien, te saludan platican contigo, te hacen bromas y es más...