El Marisquito es un lugar que se esconde en los rincones más oscuros de la ciudad, donde la luz no logra penetrar y todo está cubierto por la sombra de la miseria absoluta. Los clientes que entran en busca de mariscos frescos se encuentran, en cambio, con un ambiente de horror que desafía la lógica, como si fuera una escena sacada de un lienzo de hiperrealismo apocalíptico. El dueño del lugar, Poseidón, no solo es un ser mitológico atrapado en un cuerpo mortal, sino que lleva consigo una presencia tan oscura que parece consumir toda esperanza. Sus ojos, perdidos en la vastedad de los océanos de su propia tristeza, se reflejan en cada plato servido.
Su hijo, Chewbacca, de alguna manera aún más desconcertante que su padre, parece una mezcla de bestia y hombre, una figura grotesca que camina entre las mesas con una indiferencia escalofriante. Es un ser que no sabe si tiene corazón o si la miseria misma le ha vaciado el alma.
La marisquería, aunque pequeña, es un santuario de la costra fecal de la sociedad. En cada rincón, la suciedad se acumula como una metáfora visual de la crucifixión de cualquier esperanza de redención. Los mariscos, mutados por una receta secreta, se presentan como un chicharrón extraño que se desintegra en la boca, dejando un sabor metálico y nauseabundo. En el aire, una nube de gas tóxica envuelve el lugar, haciendo que la respiración sea difícil y la visión se vuelva borrosa, mientras se mezclan los olores a mar podrido y hongos.
Entre las mesas, los comensales, muchos de ellos ancianos vulgares, murmuran sobre George Washington, y cómo su espíritu parece haberse infiltrado en las paredes del local como una broma macabra del destino. El ambiente es opresivo, como si las paredes mismas respiraran una enfermedad infinita, la misma que parece haber infectado la comida: comida mutada que no puede ser identificada por sus rasgos originales, sino que se convierte en una masa informe que se retuerce en la boca. Es como si cada bocado fuera un paso más hacia la hidrocefalia existencial, donde el cerebro se hincha y la razón se disuelve en el agua salada de la desesperación.
La marisquería no tiene ventanas, y si las hubiera, probablemente mirarías hacia Filipinas y verías el reflejo de tu alma rota. Al final de la comida, mientras los últimos trozos de mariscos se deslizan por la garganta, una sensación de vacío total invade a los comensales, como si se hubiera tocado el último vestigio de humanidad, solo para ser devorado por la oscuridad de El Marisquito.
Aquí, la comida no es más que un vehículo para la miseria absoluta, y la experiencia, lejos de ser un banquete de placer, se convierte en una condena eterna. Cada visita es un regreso a la crucifixión, donde el alma es perforada por el dolor de una existencia que ya no...
Read moreEl ambiente del lugar es antiguo, con cierto encanto, pero descuidado. Lo que más frustró fue el servicio: las meseras parecían distraídas y no notaron mi presencia hasta que el encargado de los cócteles les avisó.
En cuanto a la comida: Aperitivo: Un consomé sin sabor destacable, arroz sin sazón y un filete de pescado algo insípido, se agradece pero no fue de buen sabor.
Cóctel de camarón y jaiba: La proporción era buena, pero la jaiba y el camarón no estaban bien pelados. ¡Incluso tenía restos de caparazón y tenazas! Esto me lastimó la garganta y la molestia duró todo el día los precios son igual o mas elevadas en otros restaurantes de la zona.
Es evidente que este restaurante tuvo una mejor época, pero ahora parece estancado en el conformismo. Pensé que las críticas negativas eran casos aislados. Le daría 1 estrella pero con cambios como mejor trato al cliente, modernización del ambiente y atención a los detalles de la comida podrían rescatarlo. Ojalá logren hacerlo, porque da pena ver cómo un local con historia se hunde por falta de esfuerzo en conclusión no lo recomiendo en su...
Read moreYo prove la cazuela de mariscos( cazuelita) y la he comido en córdoba ver, y pensé que la cocinaban igual pero en lugar de que lleve queso manchego aquí le pusieron queso de hebra en cuestión de sabor le doy un 8 solo, me dieron una tostada de cazón no me gusto,es muy poco lo que sirve era mas caldo, también prove el coctel y le pusieron nada de cilatro ni cebolla una rebanadita de aguacate la verdad el camaron no sabia fresco pero le doy un 7 al coctel, también como fue un lugar recomendado pensé que si estaría super rico. Como referencia al pedir coctel te dan una tazita de caldo y arroz un filetito de pescado empanizado el filete estaba rico.
El agua de horchata está muy rica le doy un 10 es lo que...
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